Cartas de lectores
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12 Diciembre 2014

Hostería de San Javier

Sería algo prudente y necesario que el Gobernador, vista la controversia que ha originado la reciente ley que desafecta la Hostería de San Javier, o no la promulgue o mejor aún , la vete. Así habrá tiempo para replantear el tema con más serenidad y transparencia. La privatización de la Hostería, y no nos referimos a la que concierne a sus actuales propietarios, tiene sus raíces entre 1991 y 1999, y es algo poco claro, por más que se pretenda lo contrario. De esa década surgió otro affaire, poco conocido, que originó que entre 1994 y 2004, el Estado no pudiese otorgar escrituras en San Javier (juicio y embargo). De los desaciertos de la Secretaría de Turismo en las gobernaciones Ortega y Bussi surgieron los problemas. La gobernación Alperovich no ha sido responsable en el mal sentido de estos problemas. Al contrario,los heredó, y si en el caso del embargo lo resolvió bien, en este caso se ha descuidado, lo que no es de extrañar. Los intereses de los actuales propietarios, atendibles claro, pueden esperar en función del interés común. Y estarán tanto mejor atendidos y protegidos cuanto más indiscutible surja su derecho a la propiedad, el que no vamos a discutir, menos aún cuando la inversión que han realizado es visible. El gobernador tiene la potestad, los propietarios también, de reflexionar y quizás concluir que están siendo involuntariamente usados. Una ley sancionada entre gallos y medianoche por obra y lobby de políticos irresponsables siempre será revisable. No digan que no lo advertimos.

José Enrique Würschmidt

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Rafael Nofal I

Drama en tres actos. Primer acto: entra un ladrón que parece armado a mi casa. Segundo acto: me defiendo. Tercer acto: ¡me ponen preso a mí y queman mi casa!. Comedia en tres actos. Primer acto: entra un ladrón que parece armado a mi casa. Segundo acto: le pregunto si está armado y me dice que sí, que tiene un arma y entonces sí estoy autorizado a defenderme en mi casa. No hay tercer acto. No pertenezco a la comunidad del teatro. Pertenezco a la comunidad del sentido común. Sentí miedo, ganas de llorar por la impotencia de lo ocurrido al sr Rafael Nofal. ¿Puede el Estado devolverle la libertad, su casa, sus cosas y reparar los daños a la mente, alma y cuerpo por la angustia vivida? ¿Podemos volver el tiempo atrás y dar un claro mensaje de que está prohibido entrar en casa ajena sin ser invitado y tomar lo que no es mío y que si lo hace se atenga a las consecuencias?

Dolores Astigueta

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Rafael Nofal II

Nos desgarran el alma, nos pisotean los sueños, nos destrozan el corazón, nos matan las ilusiones. Y todo sigue igual. Aunque se esmeren en decir que estamos mejor. Aunque se esfuercen por decir que estamos peor. Mientras, el gobierno pavimenta a diestra y siniestra y empapela amenazando que vendrán tiempos peores sin ellos en el poder. Mientras, la oposición dice tener la fórmula mágica para la salvación total, pero en sus mezquindades no la dice si no los votan. Mientras, 49 señoras y señores piensan, no en el futuro de nuestra provincia, sino en el futuro de sus vidas, peleando a la Constitución que dicen defender para quedarse un rato más. Mientras, la justicia hace todo lo contrario de lo que representa y detiene al inocente para proteger al delincuente. Rafael Nofal tuvo el infortunio de vivir en estos tiempos. Mientras, espera que llegue el tiempo de las mandarinas. Como nosotros.

Catto Emmerich

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Roosevelt y Pearl Harbor

Reitero que mi propósito no es crear una falsa polémica en torno a estos temas, sino poner de relieve que lo grave de la guerra es la guerra misma, no los medios empleados para -precisamente- ponerle fin. El lector Iriarte (11/12) sigue sosteniendo que el presidente Roosevelt conocía de antemano el plan japonés para atacar Pearl Harbor y nada hizo para evitarlo. Agrede su memoria diciendo que “mintió a sabiendas” cuando en la campaña electoral de 1940 juró defender la neutralidad para así con un supuesto cálculo mezquino, ganar la elección al candidato republicano porque el pueblo no quería la guerra. Dije que el 17 de septiembre de ese año, en plena campaña electoral, promulga la ley de servicio militar obligatorio. Es de suponer que, con semejante aviso, iba a quebrantar la neutralidad si fuere necesario (como que lo fue) y no obstante eso, ganó ampliamente esas elecciones y las dos siguientes. Eso no es un “ingenuo argumento” sino un dato objetivo de la realidad. Con lo cual, el presidente más admirado de la historia estadounidense, junto a Reagan y Kennedy, fue tan perverso que, con la guerra en ciernes, enfrentado ya económica y políticamente con el Japón, dejó que la flota del Pacífico sufriera semejante ataque. O Roosevelt era un psicópata autodestructivo o la tesis del doctor Iriarte es insostenible. La fecha y lugar de ataque eran tan secretos que la delegación diplomática japonesa en Washington que, en honor a la plena verdad, sí pensaba declarar formalmente la guerra a los Estados Unidos, no terminó de pasar en limpio el texto de 45.000 caracteres de la declaración, cuando el ataque ya se estaba produciendo. Es decir, Roosevelt sabía lo que los propios diplomáticos japoneses encargados de declarar la guerra no sabían. Increíble. Todas las fuentes serias y desinteresadas de la historia de la Segunda Guerra Mundial testimonian esto. Los japoneses sabían que los norteamericanos ya conocían sus claves. Es inimaginable, entonces, que envíen un texto tan claro y sencillo como el que cita el doctor Iriarte: “Podemos decírselo, la hora H ha sido fijada para el domingo 7 de diciembre, al amanecer... será en Pearl Harbor” (sic en la carta de Iriarte del 11/12). Un mensaje que ni siquiera guarda estilo militar; nadie en una fuerza armada escribe así. Si sabían que los americanos ya conocían sus claves y que Roosevelt sabía y no haría nada, lo hubieran publicado en la revista “Time”... Acerca de lo que sé, no escapo a ningún debate serio y bien intencionado. Pero me parece que, habiendo tanto valioso para leer, este ya es demasiado aburrido para los lectores de LA GACETA.

Víctor J. Chocobar

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Pearl Harbor y ARA Gral Belgrano

Muy poco se puede agregar a la completísima carta del lector Luis Iriarte. Salvo un dato menor, pero que creo es oportuno agregar. En ese acto de guerra estuvo un barco el USS Phoenix, que salió indemne del ataque. Era bastante nuevo, pues había sido botado el 12 de marzo de 1938. Hizo toda la guerra hasta la rendición del Japón, pasando luego a la reserva. Fue transferido a nuestra Armada en 1951, y bautizado 17de Octubre, según las costumbres de esa época. Partícipe principal de la Revolución de 1955, fue rebautizado con el de Gral Belgrano en septiembre de aquel año. El resto ya lo conocemos, fue hundido por el submarino nuclear inglés HMS Conqueror el 2 de septiembre de 1982. Contra la opinión más corriente, no fue ultimado por un torpedo nuclear, sino uno corriente. La confusión viene de que efectivamente el Conqueror era de propulsión nuclear.

Tulio Santiago Ottonello

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Metropolitana

Espero que los contratiempos que soportamos al aplicarse el sistema de pago con tarjeta ciudadana, en el transporte de pasajeros urbano, se hayan tenido en cuenta para poner en vigencia esta nueva tarjeta. Entre los que podemos destacar el escaso número de quioscos adheridos al sistema de venta y de recarga en los barrios. Es deseable que no ocurran situaciones como la que pasé el sábado, cuando recargué la ciudadana en un negocio de México al 3.300, que la señora que me atendió gentilmente me dijo que en el negocio tenían de todo para vender y que este servicio “es para los clientes” (sic).

Marcelo Joaquín Toledo

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Fernando Pedro Riera

El busto de Fernando tapado por un lienzo, el viento travieso jugaba con la tela buscando arrebatarla y echarla por los aires, presurosos ayudantes la sujetaban firmemente y nosotros arremolinados alrededor de la estatua. La banda de música alegres canciones regalaba hasta que de pronto la zamba “Luna Tucumana” marcaba el final de la espera y el comienzo del acto donde sólo la emoción y el llanto tendrían cabida, miraba yo los rostros dulcificados en ese instante en que los odios se esfumaron, las rivalidades desaparecieron, la ambición y el enojo transformados en paz y alegres miradas. La magia de Fernando pudo más que las diferencias y nos unió en un abanico de voluntades, al influjo de su recuerdo nos convertimos en labriegos de esta tierra almibarada, éramos agricultores de un mundo de esperanzas renovadas, surcábamos la tierra, sembrábamos la ilusión en ella. Fernando iba al frente en esa cuadrilla interminable de labriegos. Por fin se destapó su rostro, y nuestras voces convertidas en susurros de un idilio largamente acariciado nos sentíamos hermanos. Los discursos horadaban el viento y llevaban mensajes de un mundo ya perdido y hoy acariciado; resonaban los nombres de Alfonsín, de Gelsi, de Barbieri, de Riera, en esa unión posible y necesaria que fue bandera siempre en el alma de Fernando, algo se filtró de aquel pasado: compartían una misma tribuna Avignone y Amaya. Quedó en nosotros para siempre ese mensaje eterno de Fernando de humildad, de decencia y de amistad.

Antonio Beco Salazar Salazar

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San Pedro de Colalao

Se avecina la temporada turística veraniega y los municipios y comunas se aprestan a publicitar ofreciendo diversos atractivos, llámese hotelería, camping, casas de comida, ríos, balnearios, cabalgatas, espectáculos, etcétera. Es el caso de San Pedro de Colalao, enmarcado en una pródiga naturaleza. Los visitantes concurren ansiosos de disfrutar y conocer nuevas alternativas. Por ello, y a modo de colaboración, sugiero a los responsables del área de Turismo que gestionen visitas guiadas al parque temático de la familia Mistreta, ubicado en Villa Rita, donde los visitantes podrán disfrutar, con entrada libre y gratuita, de medio centenar de piezas escultóricas de tamaño natural de aves, animales silvestres, dinosaurios, centauros, etcétera. A eso podría sumarse la vista que ofrece la antigua casa estilo colonial de la familia Acosta, ubicada sobre una visible loma a metros de la ex colonia bancaria, donde se filmara la primera película tucumana, “Mansedumbre”. Otro tanto podría ocurrir con la antigua y restaurada casa donde habitó el tristemente célebre lugarteniente de Hitler, Adolf Eichmann.

Ysmael Díaz

Mario Bravo 247 - Banda del Río Salí


OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Desde siempre supimos que algunos objetos pueden volverse obsoletos por su uso en largo tiempo, por ser anticuado, por haber sufrido daños irreparables o haber caído en desuso, simplemente. Nos enorgullecía sin embargo, contar que nuestra heladera o licuadora, ya tenían más de 10 años y aún funcionaban muy bien. Pero desde la salida e invasión de los nuevos celulares, tomé conocimiento de que, en las fábricas existe personal altamente capacitado para lograr la obsolescencia de los mismos en un tiempo programado. Veamos. Ud. compró el último celular, recién lo está aprendiendo a manejar, y cuando va a pagar la segunda cuota, el vendedor le advierte que su celular ya no se fabrica más, y que ha sido reemplazado por otro novísimo, y con varias funciones más (que Ud. nunca va a necesitar ni va a lograr aprenderlas jamás) y lo convence de que en realidad debe regalar el primero y comprar esta nueva, cara y fabulosa herramienta de comunicación. Dos meses después se repetirá la misma situación y el vendedor, con cara de lástima, le dirá que en verdad, lo que Ud.está pagando es muy caro por un aparato que ya no le sirve, y se reiniciará la farsa del progreso. Esto ya se ve desde hace unos años con los automóviles. Encontrar repuestos para un modelo de más de cinco años es una fantasia y Ud., internet de por medio, va a conocer todos los lugares del mundo donde posiblemente logre ubicar el repuesto, usado por supuesto y lo pagará a precio de dólar azul. Debo decir que en el conocimiento de esta realidad, me he vuelto místico y rezo a todos los santos y a mi mismísimo ángel de la guarda para que mi cupé del 95 funcione todos los días. Pero Ud. nunca cuente esto a nadie, porque los sabiondos (que los hay, los hay) le dirán que es el precio por el progreso, y que en verdad Ud. está out para siempre. No quisiera olvidarme de las maravillosas compu, notebook, tablet, etcétera. Ojalá no le pase lo siguiente: por ej. Ud. lleva un archivo de todas las historias clínicas con evolución de un par de miles de pacientes, pero un día la compu no le responde. Luego de una novísima como interminable búsqueda, el experto que le recomendaron le dice: Le pude volver a poner el sistema, pero se perdió toda la informacion del rígido (¡y así quedará Ud!) porque, ¿no le dijeron que siempre, siempre, tiene que hacer copias de todo, todo? Bueno, amigo, si no lo hizo Ud. en verdad no camina a tono con el progreso y obviamente está en obsolescencia programada hace algunos años. Además, ya venció la garantía. .

Federico R. Vázquez
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