Scalora saldó una deuda

Sólo unos pocos que desafiaron el intenso calor que azotó Juan Bautista Alberdi vieron la postal del sábado por la tarde. Fabián Scalora, en la caja de la camioneta que remolcaba el averiado VW Gol, miraba al cielo. Al piloto se le había ido una chance concreta de ser campeón.

La postal de ayer, fue totalmente distinta. La escena se dio en la tranquera del parque de asistencia luego de la primera pasada que unió La Higuerilla con Escaba. Su familia, los pilotos colegas, los peregrinos que se dirigían a la Virgen del Valle de Catamarca, vieron el júbilo del campeón de la clase N-1 del Provincial de Rally.

“Cuando iba en la camioneta pensaba en mi amigo de la infancia, ‘Paqui’, que me acompañó desde la época del autocross y en mi ‘viejo’. Más que pedirles que me ayudaran, les pedía que me esperaran. Era una deuda que tenía y mucha fe en saldarla porque dependía de mí”, describió. Igual que en el primer día, Scalora debía finalizar hasta siendo 4° para ser campeón. “No se nos dio en la primera jornada y la bronca no la podíamos contener”, reconoció Alfredo Espadín, navegante de Scalora. Si bien tenían todo a su favor para lograr la gran meta, Pablo Morán había cumplido un excelente papel y marchaba primero en la general. Sin embargo, su VW Gol falló ayer a metros de comenzar el primer especial. Scalora y Espadín hicieron todo impecable y ganaron la etapa en su clase. “No es fruto de que Pablo se haya quedado. Nadie va a desconocer el gran piloto que es, pero el título lo ganamos por los puntos que logré sumar durante el año, más el trabajo del Russo Competición, de Alfredo y yo”, sentenció el último campeón coronado del año.