04 Diciembre 2014
Nada estaba definido de antemano, según Regino Amado, vicepresidente a cargo de la presidencia del Consejo Asesor de la Magistratura (CAM). El legislador ultraalperovichsta defendió ayer la decisión de ascender a Fernando Ganami al cargo de director de la Escuela Judicial. “La verdad es que no había favoritos”, dijo sonriente.
Al término del “cónclave”, Amado relativizó la ruptura de la tradición del consenso que distinguió al CAM por la disidencia de Roberto Sánchez, que votó a favor de la ganadora del proceso, Carmen Fontán. “Había algunos consejeros, que no soy yo, que tenían decidido votarla a ella y que después no lo hicieron. Tenemos una rara disidencia de Sánchez que, a la vez, suplanta a Federico Romano Norri, consejero que había sido cuestionado por Fontán”, explicó. Y luego dijo: “creo que Fontán no podría tener una relación estrecha con la secretaría, los miembros del comité académico y los consejeros del CAM. Ella ya había expresado ciertas diferencias con Ganami y con la presidenta (Claudia Sbdar). Yo veía difícil una buena convivencia entre todos en beneficio de la Escuela Judicial”.
A continuación, Amado alabó a Ganami. “La tercera aspirante a la dirección, Rosa Luz Casen, dijo hoy (por el miércoles) que era imposible superarlo en conocimiento y capacidad”. Y defendió los concursos controvertidos de la Escuela Judicial recordando que los postulantes mismos los habían elogiado. Además, volvió a quitar importancia al hecho de que, hasta ayer, la casa de los concursos había nombrado “a dedo” a todo su personal con la excepción de la secretaria Sofía Nacul. “El reglamento lo permite. Más claro quedó todo con el premio nacional que ganó el prosecretario Ganami, que hasta LA GACETA reconoció este miércoles (con una publicación). Eso es fruto del trabajo interno, no de la universidad”, dijo. Y añadió: “creo que el cargo de prosecretario que dejará Ganami será cubierto por concurso, aunque soy partidario de aplicar ese método sólo para las ayudantías”.
Al término del “cónclave”, Amado relativizó la ruptura de la tradición del consenso que distinguió al CAM por la disidencia de Roberto Sánchez, que votó a favor de la ganadora del proceso, Carmen Fontán. “Había algunos consejeros, que no soy yo, que tenían decidido votarla a ella y que después no lo hicieron. Tenemos una rara disidencia de Sánchez que, a la vez, suplanta a Federico Romano Norri, consejero que había sido cuestionado por Fontán”, explicó. Y luego dijo: “creo que Fontán no podría tener una relación estrecha con la secretaría, los miembros del comité académico y los consejeros del CAM. Ella ya había expresado ciertas diferencias con Ganami y con la presidenta (Claudia Sbdar). Yo veía difícil una buena convivencia entre todos en beneficio de la Escuela Judicial”.
A continuación, Amado alabó a Ganami. “La tercera aspirante a la dirección, Rosa Luz Casen, dijo hoy (por el miércoles) que era imposible superarlo en conocimiento y capacidad”. Y defendió los concursos controvertidos de la Escuela Judicial recordando que los postulantes mismos los habían elogiado. Además, volvió a quitar importancia al hecho de que, hasta ayer, la casa de los concursos había nombrado “a dedo” a todo su personal con la excepción de la secretaria Sofía Nacul. “El reglamento lo permite. Más claro quedó todo con el premio nacional que ganó el prosecretario Ganami, que hasta LA GACETA reconoció este miércoles (con una publicación). Eso es fruto del trabajo interno, no de la universidad”, dijo. Y añadió: “creo que el cargo de prosecretario que dejará Ganami será cubierto por concurso, aunque soy partidario de aplicar ese método sólo para las ayudantías”.
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