Por Mariana Segura
17 Noviembre 2014
LE FALTÓ EL ÚLTIMO TOQUE. “Pachi” Carrizo se movió bien y rápido por la izquierda de Boca y le generó dudas a Arsenal. DYN
Tuvo la chance pero la dejó pasar. Boca al menos lo intentó, sí, pero no se le dio y el 1-1 contra Arsenal le aclaró que eso de pelear el torneo ya no será lo suyo.
El primer tiempo en el Viaducto fue el centro en horario pico. Todos de aquí para allá, buscando las mejores opciones para después pasar por caja. Boca fue con punch y fuerza para intentar doblar a un Arsenal que también buscaba. Con Emmanuel Gigliotti de un lado y Sebastián Palacios del otro era fuerte el olor a gol pero el tablero no se movió hasta el complemento.
Brian Aleman fue el primero, que mandó adentro el buen cabezazo que Ramiro Carrera le bajó al corazón del área. El empate fue gentileza de un ex de la casa: Mariano Echeverría cumplió la ley del ex con un zapatazo recio como su barba.
Palacios y Gigliotti siguieron como los insistentes arriba, sobre todo el “Puma”, a quien en el primer tiempo el travesaño ya le había negado su conquista. Cuando Boca inclinaba la balanza, desde la velocidad y el desequilibrio de Federico Carrizo, Arsenal se sacudía la modorra y volvía a despertar para ponerse a tiro del segundo.
Al final todo lo bueno del principio se fue desdibujando, y ahí se justificó el empate. Aunque Boca casi lo gana en la última, ninguno tuvo cómo lograrlo y se conformaron con sumar de a uno, aunque no haya servido de mucho a ninguno.
El primer tiempo en el Viaducto fue el centro en horario pico. Todos de aquí para allá, buscando las mejores opciones para después pasar por caja. Boca fue con punch y fuerza para intentar doblar a un Arsenal que también buscaba. Con Emmanuel Gigliotti de un lado y Sebastián Palacios del otro era fuerte el olor a gol pero el tablero no se movió hasta el complemento.
Brian Aleman fue el primero, que mandó adentro el buen cabezazo que Ramiro Carrera le bajó al corazón del área. El empate fue gentileza de un ex de la casa: Mariano Echeverría cumplió la ley del ex con un zapatazo recio como su barba.
Palacios y Gigliotti siguieron como los insistentes arriba, sobre todo el “Puma”, a quien en el primer tiempo el travesaño ya le había negado su conquista. Cuando Boca inclinaba la balanza, desde la velocidad y el desequilibrio de Federico Carrizo, Arsenal se sacudía la modorra y volvía a despertar para ponerse a tiro del segundo.
Al final todo lo bueno del principio se fue desdibujando, y ahí se justificó el empate. Aunque Boca casi lo gana en la última, ninguno tuvo cómo lograrlo y se conformaron con sumar de a uno, aunque no haya servido de mucho a ninguno.
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