La C-2 se define en la última fecha

La C-2 se define en la última fecha

A Abdallah y a Mohamed los separan seis puntos. El 14 de diciembre se cierra la temporada en Olavarría.

LÍDER DE TRENCITO. Lucas Mohamed superó con su VW Gol a ocho rivales para terminar en un casi heroico tercer lugar en la clasificación. Quedó 2° en el torneo, pero no muy lejos del puntero. LÍDER DE TRENCITO. Lucas Mohamed superó con su VW Gol a ocho rivales para terminar en un casi heroico tercer lugar en la clasificación. Quedó 2° en el torneo, pero no muy lejos del puntero.
17 Noviembre 2014
“Crucé la meta y exploté. Me lloré todo. Me desahogué por todo lo que pasó el sábado, cuando no sabía qué hacer con el auto luego que se quedó sin frenos. Llegó un momento en que quería volverme a casa de la impotencia que sentía. Pero, como siempre pasa, afloró en el equipo el espíritu de lucha. Trabajamos hasta las 5.30 de ayer. Y la final comenzaba a las 12. Creo que dormí tres horas. En fin, salió lo que salió. Se me eriza la piel de sólo recordarlo”. Sin poder despojarse aún de la adrenalina de una final corrida al límite, Lucas Mohamed explicó el antes y el después de lo que fue su carrera con el VW Gol en Concordia, donde terminó 3° en la penúltima fecha de la Clase 2 del TN. El durante se tratará en las siguientes líneas.

La victoria le correspondió al puntano Hanna Abdallah (Renault Clio), que no sólo consiguió su tercera victoria consecutiva (la cuarta del año), sino que ahora saltó a la punta del certamen, a falta de una fecha, prevista en Olavarría del 12 al 14 de diciembre. Habrá 36 puntos en juego y el piloto del equipo de “Gaby” Rodríguez reúne 252, seis más que el yerbabuenense. Cada uno llevará 70 y 40 kilos de lastre, respectivamente. El tercero en discusión (aunque con chances mínimas) por el título será el bonaerense Adrián Percaz (Peugeot 206), a 34 del líder.

Mohamed partió 11° y pronto fue ganando posiciones, por mérito propio y errores ajenos. Llegó quinto a la última vuelta y fue entonces cuando protagonizó una maniobra magistral: superó casi al mismo tiempo al Clio de Emiliano Giacoponi y al Chevrolet Corsa de Federico Alonso. Metros después, el primero chocó desde atrás al yerbabuenense, pero esto, más allá de roturas en piezas plásticas, no le impidió seguir adelante. “La maniobra fue tremenda, la hice por intuición, no la pensé mucho. Ví que ellos se peleaban por el puesto, dejaron un hueco y los ejecuté. Después Emiliano me pega, por suerte el auto saltó y cayó en pista. Cuando yo estaba en el podio él subió y me pidió disculpas.”

Lucas también contó el apoyo que recibió el sábado en la tarde- noche cuando el equipo puso manos a la obra para arreglar el problema de frenos. “Vinieron personas a ofrecerse para ayudarnos. Incluso gente del equipo Citroën me facilitó elementos y me orientó un poco. Se portaron de maravillas. Lo que hicimos -solucionar el problema en poco tiempo y luego correr sin probar- fue una locura, pero confiábamos en que habíamos hecho bien el trabajo.”

Agotado físicamente, pero con el ánimo retemplado por el resultados, Lucas se animó a calificar la definición de Olavarría: “los dos tenemos un hierro caliente, cada uno sabrá cómo forjarlo.”

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