La larga deuda con el federalismo

La larga deuda con el federalismo

Se lo nombra y se habla de él desde hace casi dos siglos. Está consagrado en la Constitución Nacional de 1853 como forma de gobierno, sin embargo, el federalismo no avanzó más allá de la palabra o de las expresiones de deseo. La idea de promover la constitución de economías regionales surgió como una respuesta a la histórica dependencia del puerto de Buenos Aires. Mucho se habló de la necesidad de ponerlas en marcha.

Por esa razón, pareció muy positivo cuando en febrero de 1992, los gobernadores de Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja firmaron en nuestra provincia el acta fundacional de integración regional a través de la cual se acordó la voluntad política de promover la unión del NOA.

En 1994, tras la reforma de la Constitución Nacional, los gobernadores decidieron en un nuevo encuentro constituir formalmente el bloque regional del Noroeste Argentino. En esa oportunidad, los mandatarios coincidieron en remarcar la marginalidad y la postración del NOA, así como la necesidad de trabajar en una estrategia regional de desarrollo. Del encuentro también participaron los senadores y diputados nacionales de cada una de las provincias, quienes se comprometieron a actuar mancomunadamente en el Congreso a los efectos de lograr leyes que concretaran las inversiones necesarias para el desarrollo regional.

El viernes pasado, concluyó en nuestra ciudad la trigésimo novena sesión del Parlamento del NOA. La orden del día incluía 43 proyectos de resolución y de comunicación, entre ellas, la firma de un acta acuerdo para la constitución del Mercado Común del NOA, que permitirá el intercambio de productos entre los integrantes del bloque. El titular de la Legislatura tucumano dijo que la idea es concentrar lo producido en la región, y desde acá abastecer las provincias. “Tenemos en cuenta que hay productos de la cadena alimenticia que consumimos, pero no producimos en el NOA. Contamos con tantos microclimas que prácticamente podríamos producir lo que quisiésemos. Ese es el objetivo: buscar los lugares aptos para llevar adelante este sueño”.

También se debatió acerca de cómo combatir el narcotráfico y se habló de fortalecer la producción y el comercio en la región, así como el apoyo a las economías locales, la planificación y la inversión en rutas interprovinciales. El Parlamento del NOA plantea los problemas y necesidades de la región, pero no está facultado para sancionar leyes, sino que emite recomendaciones de lo que podría hacerse.

A 20 años de su constitución, se sigue hablando del desarrollo regional. En alguna oportunidad, señalamos en esta columna que si los legisladores nacionales de las seis provincias se unieran en el Congreso de la Nación y empujaran en bloque para la concreción de proyectos que beneficiaran a la región, si este Parlamento del NOA que carece de presupuesto propio, lograra que sus resoluciones adquirieran carácter vinculante, seguramente el Noroeste Argentino dejaría de ocupar el sitio de marginación histórica en que se halla. De ese modo, es posible que las palabras y las buenas ideas se convirtieran en hechos y que se estuviera más cerca de alcanzar ese federalismo tan declamado, y que las economías regionales fueran una realidad. Si José Ortega y Gasset (1883-1955) resucitara volvería a decirnos: “¡Argentinos, a las cosas!”

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