Bossio siempre fue una fija en San Martín

“Soy de mirar mucho fútbol pero en cuanto a referentes prefiero sacar un poco de cada uno. Mascherano, Gago...”, contestaba Lucas Bossio para presentarse como volante central ni bien puso un pie en La Ciudadela. Su arribo a San Martín fue como el del resto de los refuerzos que llegaron de la mano de Osvaldo Bernasconi. Sin embargo su participación casi impecable en el torneo lo hacen vivir un momento diferente al de aquellos otros 14 jugadores: la comisión directiva lo eligió para quedarse y ser la columna del próximo equipo “santo”.

“Hasta ahora sólo sé que me quedo para jugar la Copa Argentina. Después seguiré hablando. Por el momento me dijeron que quieren que siga y yo dije que quiero seguir. Y como está la Copa no hay demasiado apuro para reunirse. La intención está”, contó Lucas, que seguirá entrenando con los jugadores del club, desde la semana que viene.

A pesar de desconocer lo que pueda pasar después, al “Pulpo” no le faltan ganas para seguir. “Obvio que quiero quedarme. Este es un club grande, con esa hinchada... Aparte siento que tengo que ganar algo con San Martín. ¿Sabés lo que sería eso?”, imagina luego de reconocer la deuda que se generó cuando el equipo quedó fuera de todo. Es consciente de que fue su papel en el equipo el que le permitió ganarse la confianza de la dirigencia.

“Eso me pone contento porque reconocen todo el sacrificio que hice durante este tiempo. A uno le gusta que le digan eso a pesar de que el equipo no consiguió lo que esperábamos. Debíamos pelear el ascenso, era el objetivo de todos y luego ni clasificamos. Fue una locura”, dice el volante, separando la realidad personal de la grupal.

“Por eso no se puede disfrutar del momento, porque no clasificamos. Lo que sí me da es esperanzas para seguir trabajando, sabiendo que hice las cosas bien y que puedo hacerlas mejor”, promete.

Bossio jugó los 14 partidos que disputó el “santo” en el torneo, todos de titular. Sólo fue reemplazado en uno: a los 58’ cuando en la fecha 10 San Martín ya goleaba a Unión Aconquija, en lo que fue el único triunfo en La Ciudadela. “Jugar las 14 fechas era lo que quería y se me pudo dar, pero no lo puedo disfrutar por lo que nos pasó”.

“Luquitas” se afianzó de entrada, incluso cuando Bernasconi intentó poner en funcionamiento un doble cinco, con él y Matías Fernández, sistema que no resultó tanto como cuando Bossio quedó como dueño absoluto del medio. Despliegue, firmeza y cabeza para jugar, además de enmendar errores propios y ajenos fueron las características del “Pulpo” del “santo”, que ocupó el puesto que Augusto Max había dejado vacante de la temporada pasada, y supo hacerlo olvidar.

“Yo no digo que hice olvidar a la gente de Max, pero por suerte jugué todos los partidos; y si sirvió para eso, mejor. Ahora, aunque no se qué pasará conmigo, espero seguir haciendo camino acá”, sueña Bossio, que al menos ya dio los primeros pasitos para cumplirlo.