Como la costurerita, Alperovich dio un mal paso con Scioli

Como la costurerita, Alperovich dio un mal paso con Scioli

Como en el cuento de la costurerita ¿no fue un mal paso de Alperovich haber apoyado tan temprano la nominación presidencial de Daniel Scioli? Ese gesto de liberación de la corona patagónica generó bronca en la galaxia K y causó profundo desagrado a Cristina. En un asado en el Círculo de ex Legisladores, en las inmediaciones del Congreso Nacional, con Julián Domínguez -cabeza de la Cámara de Diputados- como invitado especial, se abordó el urticante tema entre una treintena de parlamentarios incondicionales de la viuda.

Domínguez, vara alta entre los K, consideró que fue un apresuramiento de Alperovich respaldar al ex motonauta, porque Ella es la única que marca la agenda y los pasos a seguir por ser la conductora del PJ, y él bien lo sabe. Los demás asistentes, entre ellos Carlos Kunkel, compartieron los garrotazos y dispararon sus propios dardos ponzoñosos contra el gobernador. No faltó quien dijera, en voz baja, que el peronismo está como está por esa obediencia ciega a la viuda, responsable en soledad del nombramiento de Boudou como vicepresidente, y de Martín Insaurralde. Sergio Massa desde la nada le asestó un golpe mortal a su favorito y la derrota la tocó de lleno.

En el reciente acto de Lules, Betty Rojkés en nombre de su marido respaldó al bonaerense como presidenciable, sin que Cristina lo haya bendecido. Juan Manzur, ministro del gabinete nacional, sentado en el palco, aplaudía loco de contento hasta sangrar las palmas. Dentro del peronismo todo se sabe, y rápidamente. Después del encuentro saltó, de pronto, la postulación de José López. ¿Con luz verde de Cristina? La senadora también estuvo en el acto del hotel Catalinas y con su presencia, por la titularidad del PJ que ejerce, se infiere que dio su aval al secretario de Obras Públicas de la Nación. López, que busca blindaje de fueros, no reveló aún a quién de los presidenciables adherirá el 9 de agosto, pero se supone que será a Florencio Randazzo. ¿Cómo resolverá la dualidad con Alperovich?

Otras preguntas se imponen: ¿El Frente para la Victoria irá dividido en 2015 con dos fórmulas: la de López, y la que ungirá el gobernador? ¿Perdió el zar los amores de Cristina por su alzamiento? No será un paseo por los verdes prados su desembarco en la pelea de fondo, pese a disponer del aparato estatal y de la platita del erario, como siempre. ¿La zarina, puertas adentro de casa, impondrá a su cónyuge la fórmula de López junto a ella? El camino hasta 2015 está lleno de recodos y acechanzas. Domingo Amaya notificó urbi et orbi -como anticipara esta columna- que en las PASO disputará una butaca de senador. ¿Por dentro o por fuera del PJ? Es la cuestión a resolver.

Alperovich cada día controla menos a su tribu. Lo que ayer fue una compacta adhesión a su liderazgo, hoy es una nostalgia y tiene escisiones por todas partes. Se desespera ante su impotencia de alinearla. Siente el deterioro político en su piel. Con el PJ fraccionado, una fuga progresiva de cofrades -imposible de contener-, candidatos débiles que no entusiasman a nadie, más la cuña de Massa carcomiéndole votantes por dentro, corre el riesgo de repetir la amarga vivencia de Julio Miranda en 2003: quedarse sólo con la banca senatorial por la minoría. En el PJ se piensa que marginar a Amaya es un error y llevaría al peronismo a una probable derrota, convirtiéndose en el único responsable. Con sus actos desdeñosos empuja al intendente a atar alianzas con otros socios. ¿Con quién?

En la hora actual, la tropa de Alperovich es un desparramo, sin brújula, desesperada y desorientada, en la que sus principales actores buscan un puerto seguro al margen de lo que haga el Jefe. Esa fue la génesis de la troika del Oeste, con Juan Antonio Ruiz Olivares al timón, junto con Roque Álvarez y Sisto Terán, todos acólitos incondicionales de Manzur, quien les provee vituallas de campaña. Como polizón llevan a Daniel Toledo, intendente de Yerba Buena, quien anhela incorporarse al Parlamento vernáculo. Es el mayor desprendimiento que sufrió, aunque se diga lo contrario. Por su cuenta, sin la venia del patrón, armaron en la sección Oeste su propio grupo. El secretario administrativo de la Legislatura, ante los posibles cargos por el manejo de fondos reservados, que nunca se aclaró ante el Tribunal de Cuentas, procura urgentemente cubrirse con fueros parlamentarios de protección. Disputará una banca, junto con la esposa del jefe del bloque oficialista, en tanto Sisto va por la intendencia de Yerba Buena, con la media palabra del Jefe.

¿No le resultaría a José Cano más redituable sellar una alianza con el alcalde, antes que con Massa? Para cavilar. Hoy, Amaya es quien mejor mide dentro del peronismo, detrás del diputado radical. Entonces, ¿por qué no un matrimonio por conveniencia? Claro, un acuerdo de este tipo demandará largos diálogos y roscas. El jefe municipal podría colocar a Germán Alfaro como acompañante del radical. Sería la pata peronista, con votos seguros, que busca el Acuerdo Cívico y Social. ¿Por qué no? Cano se asociará, finalmente, con el que mayor capital de votos le aporte. Amaya pelearía por una poltrona en el Senado. Es una sociedad temida por Alperovich, pero posible, si el mandamás continúa encerrado en una cerril intransigencia. Cano nada definirá hasta el último día de fichaje de las alianzas y de los candidatos.

Dentro de la deshonorable Legislatura se desató una lucha salvaje entre Roque Álvarez y Sisto Terán por ocupar la silla vacía que dejará Ruiz Olivares, si ganara el peronismo. Obvio. Se explica: desde ahí se manejan los fondos reservados de sospechado destino, a los que no renuncia el oficialismo ni la oposición, manteniendo en secreto las rupias que cobran por debajo de la mesa.

Apostar a Pablo Yedlin como candidato a alcalde de esta ciudad, desde las entrañas peronistas se la evalúa como una grave equivocación estratégica del mandamás. Los grupos internos nacidos recientemente resisten su nombre y quieren imponer los propios, entre ellos el de Carolina Vargas Aignasse. Se la considera una nominación de cartón dentro y fuera del PJ. Aunque se estima que la intendencia está perdida, se piensa que habría que colocar un candidato que junte votos, para contrarrestar a Silvia Elías de Pérez, cuyo nombre Cano no negociará con nadie, ni dentro ni fuera de la UCR. En la capital y en las ciudades del interior, donde habitan vastas capas de clase media, Alperovich hace rato que perdió su adhesión.

Sin candidato definido

Así como los alquimistas del Medioevo gastaban sus días y sus noches -inútilmente- en el afán de encontrar la piedra filosofal que permitiera transformar metales simples en oro y enriquecerse en un santiamén, el gobernador, desde hace tiempo, anda en esos mismos desvelos, pero no busca el precioso metal. Ya dispone de una sólida fortuna acrecentada bajo su gestión, cuyo monto es un misterio. Le importa más bien hallar la fórmula de candidatos para vadear con éxito los decisivos comicios de 2015. En esa consulta juega su continuidad en el poder y los juicios probables, parado en los extramuros de palacio, a través de las marionetas bajo su mando.

Más que un devoto es un adicto compulsivo a las encuestas de opinión. Se comenta que encargó a los gurúes a su servicio, medir la inserción en la sociedad de distintas duplas de postulantes. Se probó con la yunta de su cónyuge y Juan Manzur; éste con Osvaldo Jaldo; Manzur-Beatriz Rojkés, José López-Rojkés y viceversa. De todas, duda por cuál optar. Para su decepción, ninguna de ellas alcanza el puntaje suficiente como para asegurar una victoria sin sofocones. Pero se enteró, además, que quien mejor mide, tanto en imagen como en intención de voto, es José Cano, devenido capataz del amontonamiento de partidos en el Acuerdo Cívico y Social. Y si hubiera elecciones el próximo domingo se llevaría la corona de laureles. Es el vaticinio de una importante consultora de Buenos Aires, cuyos aciertos la han convertido en la más confiable.

Como Alperovich decidió guardar a su esposa en el hangar, la senadora apareció del brazo con José López, cuyo lanzamiento bendijo, como aspirante a la sucesión del trono aldeano. Dos preguntas: ¿López renegó de la sociedad política que lo unía a Alperovich, y se cortó solo para tentar suerte por su cuenta?; y ¿la zarina acompañará al nuevo postulante, en un gesto de rebeldía contra su marido por haberla marginado de la grilla de largada?

Las cosas no vienen fáciles para el zar en cuesta abajo con el desbande inminente de su tropa. Seguramente, no le cayó bien a la Presidenta el respaldo de que Alperovich fuera el primer gobernador en empujar, sin consultarla, la candidatura de Scioli. Bien se sabe del maltrato que Cristina dispensa al bonaerense y, sin embargo, este sigue a sus pies como un fiel vasallo.

En la República de Yerba Buena se desató una guerra sin tregua. Con la candidatura de Sisto Terán competirán Bernardo Racedo Aragón y Julio Saguir, ambos funcionarios de Alperovich. Dividir al peronismo ahí, sólo beneficiará a Mariano Campero. El candidato de Massa, Mauricio Marcoccia, pese a fungir de opositor acaba de votar a favor de Toledo, junto con el representante del PRO, Albornoz Piossek. Nadie entiende nada.

El peronismo ya no elige la sede de la Fotia o de los sindicatos para hacer sus reuniones. Ahora optó por la Sociedad Rural que en otros tiempos quería incendiar. Es el testimonio evidente de la movilidad política de los muchachos de Perón. ¿Abandonaron la mística y los símbolos? El encuentro, monitoreado por Osvaldo Jaldo, si bien tuvo una concurrencia numerosa por el asado que se ofrecía, resultó notoria la ausencia de intendentes y de delegados comunales. Sólo asistió Daniel Toledo. ¿La reunión fue desactivada desde la propia Casa de Gobierno? Las señales al electorado peronista son cada vez más confusas y difusas, y hasta contradictorias. Abajo, la masa peronista no sabe qué hacer ni a quién seguir.

En Tribunales siempre hay novedades. Esta vez en el área penal. El abogado Arnaldo Ahumada acompañó a Jorge Rigourd para entregarlo detenido ante la Fiscalía de Guillermo Herrera. El fiscal no estaba en su despacho. Un funcionario le dijo que volviera el viernes (por mañana) porque no había orden de detención. Su pedido de apresamiento se había difundido profusamente por la prensa. El allanamiento a las oficinas de Rigourd, que encabezó Herrera, habría sido filmado. ¿Qué hará el fiscal de Corte, Edmundo Jiménez?

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