Para evitar apagones, quieren estimular el consumo medido

Para evitar apagones, quieren estimular el consumo medido

El ente regulador dice que la demanda de electricidad se potenció en la última década Según el Erspet, el sistema requiere más inversión para ampliar la potencia eléctrica, sobre todo en jornadas de elevado calor

MITIGAR EL CALOR. Los edificios del centro exhiben el “boom” de los equipos de aire acondicionado. la gaceta / foto de diego aráoz MITIGAR EL CALOR. Los edificios del centro exhiben el “boom” de los equipos de aire acondicionado. la gaceta / foto de diego aráoz
05 Noviembre 2014
El crecimiento demográfico de Tucumán expandió el consumo residencial de energía. En paralelo, el uso masivo de equipos de aire acondicionado y el encendido simultáneo de estos artefactos, a causa del calor, dispararon la demanda de potencia energética. Este panorama abre el debate, para las autoridades y la empresa distribuidora EDET, sobre la necesidad de ampliar las inversiones que se concretaron este año. Pero además, obliga a pensar estrategias para corregir hábitos de consumo de los usuarios, que optimicen el funcionamiento del sistema eléctrico. Los cortes de luz, que la semana pasada afectaron a miles de tucumanos en medio de una ola de calor, llevaron al Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos Provinciales (Ersept) a elaborar este diagnóstico del sistema energético, con el fin de analizar su funcionamiento, en virtud de una demanda en constante expansión.

El titular del Ersept, Sergio Sánchez, afirmó que las fallas recientes fueron el resultado de la expansión demográfica y del encendido simultáneo de los acondicionadores de aire. Esta combinación -afirmó- dejó en evidencia que el sistema eléctrico local tiene problemas de potencia energética. “La expansión poblacional se aceleró en los últimos tres años. Los equipos de aire acondicionado se usan solamente cuando hay temperaturas extremas. Sin embargo, requieren de mucha potencia porque los encienden miles de usuarios en forma simultánea. En el cálculo anual, esta demanda equivale a pocas horas”, subrayó.

El Ersept precisó que la energía consumida en Tucumán creció de modo sostenido en los últimos 12 años. En noviembre de 2002, se registraron 125 Gigavatios/hora (Gwh), contra los 257Gwh del mismo mes de 2013. El organismo también indicó que en 2002 había 281.298 usuarios residenciales y que este año, el número se expandió a 418.703. Por otro lado, la demanda de potencia de los usuarios también se expandió. En 2002, el registro máximo fue de 291 megavatios. La semana pasada, cuando se produjeron los cortes, el pico trepó a 630 megavatios.

El gerente coordinador del Ersept, Juan José Aguilar Krieg, señaló que, comparativamente, la demanda de potencia superó a la cantidad clientes. “Esto se debe a que los usuarios instalaron más equipos de aire acondicionado en sus domicilios”, recalcó. Por eso, planteó que las fallas del sistema eléctrico, que derivaron en cortes masivos, se concentran únicamente en cinco o 10 días al año, cuando hay elevadas temperaturas. “Entonces, ¿por qué no se prioriza el consumo residencial, por sobre la demanda de otros sectores? La otra opción es hacer inversiones millonarias que garanticen el servicio durante los días de máximas temperaturas. Pero son altísimas y las pagarán todos los usuarios”, analizó. El funcionario señaló que la factura bimestral que pagan los tucumanos implica un gasto, promedio, de entre $ 2 y $ 6 por día. “Con esa tarifa no se puede mantener un servicio público, en el marco de una demanda sostenida. Se ha instalado la idea de que la energía es barata, pero es un proceso oneroso, que no se refleja en la tarifa”, insistió. Sobre este punto, consideró que los subsidios que el Estado nacional destina a los servicios públicos distorsionan los valores tarifarios. No obstante, dejó en claro que la realidad económica de muchos usuarios les impide afrontar una tarifa más cara. “No proponemos modificar sólo las tarifas, sino cambiar los hábitos de consumo de energía. Hay que determinar cuánto cuesta sostener el servicio y cuánto puede pagar cada usuario. Sería óptimo que se aplicara una política de subsidios más racional”, concluyó Aguilar Krieg. Mencionó, en ese aspecto, dos posibilidades: el uso de medidores inteligentes, mediante los cuales se puede llegar a controlar la energía domiciliaria o, en el peor de los casos, elevar el precio de la energía en horas pico, para promover un ahorro.

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