Tres novelas a la medida de los terrores del siglo XXI

Tres novelas a la medida de los terrores del siglo XXI

HILL EN LOS ANAQUELES. A estos títulos se suman una recopilación de cuentos (“Fantasmas”) y los comics. HILL EN LOS ANAQUELES. A estos títulos se suman una recopilación de cuentos (“Fantasmas”) y los comics.
04 Noviembre 2014
Se viene el estreno en nuestro país de “Cuernos”, con Daniel Radcliffe en el rol protagónico. Está basada en la novela de Joe Hill, un cuento fantástico al que la película no le llega ni a las medias de acuerdo con el análisis de los decepcionados fans que la vieron en Estados Unidos. Una lástima, porque el papel de Ig Perrish podía contribuir con su peso en oro al esfuerzo que viene haciendo Radcliffe para desembarazarse de Harry Potter para siempre.

Será que “Cuernos” les quedó grande al guionista Keith Bunin y, en especial, al director Alexandre Aja, responsable de títulos tan intrascendentes como “Las colinas tienen ojos” y “Piraña 3D”. Pero vamos por partes.

“Cuernos” fue la segunda de las novelas de Hill. El debut se había producido con “El traje del muerto”, mientras que por estos días sobresale en las librerías tucumanas “NOS4A2” (leído en inglés suena a Nosferatu). Hay marcas indelebles de la literatura de su padre -Stephen King- en la obra de Hill, quien no en vano viene luchando contra semejante sombra desde que eligió la literatura como medio para ganarse la vida. Y lo hizo desligándose del apellido, toda una declaración de principios.

La inclinación de Hill por las letras estaba cantada. Su madre, Tabitha, y su hermano, Owen, también son escritores. Lo arriesgado fue sumergirse en el género y en las temáticas que viene recorriendo su padre desde hace 40 años: el terror, lo sobrenatural y el suspenso. Hill se mostró a la altura desde sus primeros cuentos y esa voz propia se escucha con potencia en las novelas.

Sin dejar de ser una historia clásica de aparecidos, “El traje del muerto” le abre la puerta a la ironía y a la crítica, por ejemplo al establishment de la música popular. El protagonista, Judas Coyne, es una estrella de rock cínica y aburrida, un coleccionista de rarezas a quien se le da por comprar un fantasma,,, por internet. La construcción narrativa de “Cuernos”, pródiga en oportunos flashbacks y saltos temporales, exhibe la soltura de Hill para contar cómo y por qué a Ig Perrish le crece un mefistofélico par de cuernos.

En la exitosa “NOS4A2” hay numerosos guiños de Hill al “universo King”: los niños como víctimas de los mayores horrores, los viajes -con su paisaje de rutas, atajos, puentes, moteles- y la redención por medio del sacrificio. Hay un villano con todas las letras, Charles Manx, suerte de vampiro que se alimenta de la vitalidad de los chicos, y una antiheroína llamada Victoria McQueen. La construcción de los personajes y de los escenarios, la solidez del relato, la fluidez de los diálogos y las logradísimas imágenes, a veces bellas, a veces espeluznantes, advierten que los saltos de calidad de Hill son notorios a medida que pasan los libros.

Todo empezó con una colección de cuentos (“Fantasmas”, atención con uno titulado “El teléfono negro”) y se prolongó en otra de las facetas que hacen de Hill un artista integral: el guión para comics. En la ruta de Neil Gaiman, Hill escribió la saga “Locke & Key”, con dibujos de Gabriel Rodríguez y todos los condimentos de una historia tan profunda como escalofriante.

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