Los detuvieron y los golpearon por equivocación

Los detuvieron y los golpearon por equivocación

La Policía buscaba a un prófugo y entró a la pieza de dos estudiantes en una pensión.

VÍCTIMAS. Los mellizos Cisterna (al centro) denunciaron que fueron golpeados por cinco policías que irrumpieron en su departamento sin identificarse. la gaceta / foto de héctor peralta VÍCTIMAS. Los mellizos Cisterna (al centro) denunciaron que fueron golpeados por cinco policías que irrumpieron en su departamento sin identificarse. la gaceta / foto de héctor peralta
25 Octubre 2014
La investigación judicial del robo en el que -el lunes- un asaltante le hundió el cráneo a culatazos al comerciante Marcelo Cabrera derivó el jueves en un confuso operativo policial en que detuvieron a dos estudiantes de la Facultad de Educación Física que no estaban vinculados con la causa.

Debido a la gravedad de las heridas que sufrió, Cabrera tuvo que ser operado de urgencia en el Hospital Padilla donde aún se recupera. La Policía contaba con información precisa acerca de quién podía ser el asaltante -que permanece prófugo- que atacó al comerciante de 26 años. Por esto, el comisario Hugo Cabeza, a cargo de la división Delitos Contra la Propiedad, requirió tres órdenes de allanamiento para intentar atrapar al violento ladrón que cometió el robo a bordo de una Twister blanca. Esas medidas fueron autorizadas por el fiscal Diego López Ávila, que está a cargo de la investigación del asalto en el que le robaron $ 25.000 a Cabrera.

La orden había sido dada y el jueves, alrededor de las 15, los uniformados la hicieron efectiva. Y fue por ese operativo, según explicó Cabezas, que llegaron persiguiendo al fugitivo a una pensión universitaria ubicada en el pasaje Ambrosio Nougués al 1.800.

En ese lugar viven los estudiantes José Ricardo y José Roberto Cisterna, mellizos de 21 años. De acuerdo con la versión de los universitarios que, según dijeron, estaban con la novia de uno de ellos (Erika Cupertino) y su hermana Johana Cisterna, cinco policías que no se habrían identificado ingresaron por el balcón del departamento que alquilan en el primer piso de la pensión que, además, ofrece habitaciones individuales.

Los Cisterna declararon que, en realidad, pensaron que los estaban por asaltar porque -lo que vieron- fue a cinco hombres armados que irrumpieron en su casa. “Nunca nos dijeron que estaban haciendo un allanamiento ni tampoco nos dijeron cuál era el motivo por el que nos estaban deteniendo”, coincidieron los dos estudiantes oriundos de Santiago del Estero.

Al detenerlos, siempre según la versión de los Cisterna, los policías los redujeron a patadas y trompadas. Incluso uno de ellos sufrió una lesión en el ojo izquierdo. Después de esto, fueron trasladados como detenidos a la sede de la Dirección General de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos, ubicada en Junín al 800. Ante esta situación, Johana Cisterna llamó a su madre, Elena del Rosario Díaz, que tuvo que venir de Santiago para ayudar a sus hijos detenidos.

En la dependencia policial, los policías que detuvieron a los Cisterna dialogaron con los estudiantes. “Nos dijeron que nos pedían disculpas porque se habían equivocado de departamento y después nos llevaron al médico”, explicaron los estudiantes.

Según fuentes tribunalicias, este confuso episodio fue informado por Cabeza al fiscal López Ávila, quien dispuso que los jóvenes fueran incluidos como testigos del allanamiento, realizado en el marco de la causa del asalto a Cabrera. Es que, explicó el comisario, se supone que en una de las piezas de la pensión vivía el asaltante que permanece prófugo de la Justicia.

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