25 Octubre 2014
GRATITUD. El rey Felipe VI destacó el carácter universal de la obra de Quino, quien no ocultó su emoción. telam
Ella acaba de cumplir 50 años y, si se le preguntara, seguramente contestaría que no son los premios lo que más le importa en su vida. Pero un mimo y un aplauso mundial no le viene mal a nadie, así que Mafalda debe estar feliz: su padre, el historietista argentino Joaquín Salvador Lavado, “Quino”, ha recibido ayer el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. De esta manera, se ha convertido en el primer dibujante del planeta y de la historia en recibir este galardón.
Quino recogió ayer el premio en la ciudad española de Oviedo, de la mano del rey Felipe VI. El mendocino de 82 años, sentado en su silla de ruedas, estrechó la mano del monarca y agradeció con una sonrisa al público que le dedicó una cerrada ovación en el Teatro Campoamor, consigna la agencia DPA. “La obra de Quino nos recuerda a los españoles, y a cualquier persona de cualquier sociedad, la necesidad de guiarnos por los más sólidos principios y valores, y de hacerlo con un sentimiento genuino de humanidad”, dijo durante su discurso Felipe VI. El rey destacó la mirada aguda e intuitiva de Mafalda, la niña inteligente, contestataria e inconformista. “Hijo de padres andaluces exiliados en Argentina, también él ha conocido después el exilio. Con todo ello, ha sabido imbuir a sus personajes de una admirable capacidad para transmitir valores educativos universales”, expresó el rey.
“Siempre me he considerado un periodista que dibuja”, dijo Quino hace unos días en una rueda de prensa en Oviedo, ciudad del norte de España a la que arribó el lunes. “La obra de Quino conlleva un enorme valor educativo y ha sido traducida a numerosos idiomas, lo que revela su dimensión universal. Sus personajes trascienden cualquier geografía, edad y condición social”, señaló el jurado del premio, informa la agencia Télam.
Desde afuera
La pequeña niña de melena negra y corta soñaba “con un mundo más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos”. Esas fueron las palabras que figuraban en las pancartas del colectivo antimonarquía Somos Reales, que llamó a una protesta en la puerta del Campoamor durante la ceremonia. “Quino, le pedimos que el viernes cruce el cordón policial y venga con nosotros a reclamar una sociedad más justa y democrática”, le habían solicitado durante la semana en una carta abierta en la que le instaban a renunciar al premio. “Mafalda no es princesa, es feminista” decían los afiches.
Republicano reconocido, Quino había declarado días atrás que la monarquía española aportó mucho a la democracia del país y deseó que los nuevos monarcas, Felipe y Letizia, “lo hagan lo mejor posible” y ayuden a España a salir de la crisis, informó DPA. Nacido en Mendoza, hijo de emigrantes españoles, Quino creció en una familia antifranquista y anticlerical que influyó en sus tiras cómicas. En 1954 publicó su primera tira en el semanario “Esto es” .
El origen de Mafalda fue un encargo publicitario frustrado. Pero desde su primera aparición en 1964 hasta la última en 1973, el personaje y sus amigos se convirtieron en una crítica al autoritarismo y a la “estupidez humana”. En 1976 el golpe de Estado de Rafael Videla lo llevó a exiliarse en Milán. Catorce años después adoptó la nacionalidad española y desde entonces alternó su residencia también entre Madrid y Buenos Aires.
Los otros ganadores de la actual edición del premio -que el año que vine pasará a llamarse Princesa de Asturias-, fueron el estadounidense Frank Owen Gehry (Arquitectura), el escritor irlandés John Banville (Artes); los químicos Avelino Corma, Mark E.David y Galen D. Stucky (Investigación); el historiador francés Joseph Pérez (Ciencias Sociales); y la periodista congoleña Caddy Adzuba (Concordia). El galardón está dotado con una escultura diseñada por Joan Miró, 50.000 euros (casi u$s 63.400) y un diploma de honor.
Quino recogió ayer el premio en la ciudad española de Oviedo, de la mano del rey Felipe VI. El mendocino de 82 años, sentado en su silla de ruedas, estrechó la mano del monarca y agradeció con una sonrisa al público que le dedicó una cerrada ovación en el Teatro Campoamor, consigna la agencia DPA. “La obra de Quino nos recuerda a los españoles, y a cualquier persona de cualquier sociedad, la necesidad de guiarnos por los más sólidos principios y valores, y de hacerlo con un sentimiento genuino de humanidad”, dijo durante su discurso Felipe VI. El rey destacó la mirada aguda e intuitiva de Mafalda, la niña inteligente, contestataria e inconformista. “Hijo de padres andaluces exiliados en Argentina, también él ha conocido después el exilio. Con todo ello, ha sabido imbuir a sus personajes de una admirable capacidad para transmitir valores educativos universales”, expresó el rey.
“Siempre me he considerado un periodista que dibuja”, dijo Quino hace unos días en una rueda de prensa en Oviedo, ciudad del norte de España a la que arribó el lunes. “La obra de Quino conlleva un enorme valor educativo y ha sido traducida a numerosos idiomas, lo que revela su dimensión universal. Sus personajes trascienden cualquier geografía, edad y condición social”, señaló el jurado del premio, informa la agencia Télam.
Desde afuera
La pequeña niña de melena negra y corta soñaba “con un mundo más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos”. Esas fueron las palabras que figuraban en las pancartas del colectivo antimonarquía Somos Reales, que llamó a una protesta en la puerta del Campoamor durante la ceremonia. “Quino, le pedimos que el viernes cruce el cordón policial y venga con nosotros a reclamar una sociedad más justa y democrática”, le habían solicitado durante la semana en una carta abierta en la que le instaban a renunciar al premio. “Mafalda no es princesa, es feminista” decían los afiches.
Republicano reconocido, Quino había declarado días atrás que la monarquía española aportó mucho a la democracia del país y deseó que los nuevos monarcas, Felipe y Letizia, “lo hagan lo mejor posible” y ayuden a España a salir de la crisis, informó DPA. Nacido en Mendoza, hijo de emigrantes españoles, Quino creció en una familia antifranquista y anticlerical que influyó en sus tiras cómicas. En 1954 publicó su primera tira en el semanario “Esto es” .
El origen de Mafalda fue un encargo publicitario frustrado. Pero desde su primera aparición en 1964 hasta la última en 1973, el personaje y sus amigos se convirtieron en una crítica al autoritarismo y a la “estupidez humana”. En 1976 el golpe de Estado de Rafael Videla lo llevó a exiliarse en Milán. Catorce años después adoptó la nacionalidad española y desde entonces alternó su residencia también entre Madrid y Buenos Aires.
Los otros ganadores de la actual edición del premio -que el año que vine pasará a llamarse Princesa de Asturias-, fueron el estadounidense Frank Owen Gehry (Arquitectura), el escritor irlandés John Banville (Artes); los químicos Avelino Corma, Mark E.David y Galen D. Stucky (Investigación); el historiador francés Joseph Pérez (Ciencias Sociales); y la periodista congoleña Caddy Adzuba (Concordia). El galardón está dotado con una escultura diseñada por Joan Miró, 50.000 euros (casi u$s 63.400) y un diploma de honor.
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