El “10” se retira, pero no se va

El “10” se retira, pero no se va

Figura y goleador de la final, “Manino” vive sus primeros días como ex jugador

25 Octubre 2014
Por estos días se cruzan todo tipo de emociones en el Parque 9 de Julio. En la esquina que da hacia la Gobernador del Campo y que tiene de vecino al inmortal Mario Santamarina, al clima de júbilo por la onceava joya en la corona reconquistada hace apenas una semana se le suma la esperanza que despiertan las nuevas camadas y se contrapone la nostalgia por el adiós a ciertos hombres que suscribieron varias páginas doradas en la historia del Tucumán Lawn Tennis Club. Uno de ellos, Federico Mentz, será particularmente echado de menos por la población auriazul. Y es que, ¿cuántas victorias se habrán encomendado a la precisión de su botín derecho? Imposible de saber.

Para no tener que ponerse a dar explicaciones en medio del festejo, dijo que lo iba a pensar después. Pero lo cierto es que la decisión del retiro estaba tomada hacía rato, y era indeclinable.

“Te diría que desde fines del año pasado. No había tenido una buena temporada. Sufrí varias lesiones que no me dejaron jugar mucho, así que la idea era hacer una buena pretemporada este año y jugar lo más que pudiera. Por suerte, salió todo muy bien”, resume “Manino”.

Se queda corto. Lawn Tennis llegó una vez más a la final y la ganó de punta a punta, jugando su mejor partido en el torneo y con un Mentz implacable como gran figura. El apertura puso su experiencia y su capacidad de conducción al servicio del equipo, y se tuvo confianza para patear y acertar desde todos lados. Sin embargo, no se siente estrella. Para él, los héroes fueron 23.

“El equipo se tenía mucha confianza. En ningún momento nos sentimos punto, como se decía. Sabíamos que era dificilísimo y que tranquilmente lo podíamos perder, incluso jugando bien. Para ganarle a Tucumán Rugby, debíamos tener un partido muy alto desde lo mental y desde el juego, y lo tuvimos. El recambio también fue fundamental. A mí me reemplazó Santiago (Rez Masud) y mete un drop desde mitad de cancha, ‘Nacho’ (Ignacio Manino) en 20 minutos metió como ocho tacles. Y faltaron muchos otros chicos que jugaron gran parte del año, y que fueron tan importantes como los otros en este logro”, valora.

Otra vida

El capitán cuelga los botines dejando atrás 12 temporadas en Primera (aunque solo las últimas ocho en forma completa), cinco títulos anuales y el orgullo de haber sido varias veces máximo goleador del Regional, incluso del que acaba de finalizar (anotó 307 puntos en 21 partidos jugados). Su performance en la final deja en claro que, con 30 años, “Manino” podría seguir si lo quisiera.

“Son varias cosas las que me motivaron a tomar esta decisión. Hoy por hoy, el rugby es prácticamente semiprofesional. Le tenés que dedicar mucho tiempo. En mi caso tenés el extra de tener que venir a practicar la patada a los palos. Es complicado juntar todo eso con tus responsabilidades. Además, yo tuve una lesión en 2010 que, si bien no me impide seguir jugando, cada vez me molesta más, porque me exijo mucho físicamente. Soy muy competitivo en ese sentido. No me gustan las cosas a medias. Eso de entrenar a media máquina y jugar para cumplir no me interesa”, asegura el “10”, acompañado por su amigo Oscar “Villa” René, quien respalda cada una de sus palabras. “Conociéndolo como el excelente deportista y mejor persona que es, sé que su decisión no tiene vuelta atrás”, afirma el encargado del vestuario “benjamín”.

A Fede lo complace saber que la “10” queda en buenas manos: “Hay muy buen recambio, sobre todo en mi puesto. Me acuerdo que en una época estábamos Nico Sánchez y yo nomás. Hoy está Santiago Rez Masud, que es mi suplente natural, Matías Ferro también puede jugar de 10, más abajo viene Domingo Miotti y también Andrés Chavanne, que volverá el año que viene”.

Por otra parte, el club que hoy lo despide como jugador dista mucho del que lo recibió en Primera, allá por 2002, contra Bajo Hondo. “A los que hoy somos más grandes nos tocó subir muy jóvenes, en un momento complicado. Peléabamos el descenso, jugábamos promociones y muchos chicos quedaron en el camino. Pero esos momentos difíciles fueron de alguna manera importantes, porque nos enseñaron a valorar la camiseta. Por suerte, los chicos que hoy están subiendo se encuentran con una situación muy distinta, y ojalá que el club continúe por este camino”, anhela.

Por supuesto, admite que la transición no será fácil. “Con decirte que hoy salí a correr, porque me siento jugador todavía. Seguro seguiré ligado al club, ya sea entrenando alguna división o a los pateadores de las juveniles. Qué se yo, a lo mejor hasta de dirigente me meto algún día. Antes de que aparecieran las responsabilidad, era un pierna que vivía acá adentro. Es imposible que deje de estar”.

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