Un policía federal es juzgado por la muerte de una joven mientras manipulaba su arma

“Oportunamente”, fue la palabra elegida por Fabio Antonio Abregú para responderle al camarista Carlos Jesús Pellegri cuando le preguntó si quería declarar. Con zapatos negros lustrados, pantalón vaquero celeste claro, saco negro, camisa a cuadros de diversos colores y un peinado fijo que no dejaba mover ni un pelo de su cabeza, el policía federal escuchó la acusación por la que está preso desde hace cuatro años: el crimen de Pamela Núñez.

Ayer a la mañana, en la sala de juicios ubicada en el subsuelo del Centro Judicial Concepción, comenzó el juicio oral por la muerte de la joven de Famaillá, ocurrida el 21 de noviembre de 2010. A las 10, Pellegri declaró abierto el debate, acompañado por los vocales José Alfredo Garzia y María Raquel Asís.

El policía es hermano de Cecilia Abregú, la mejor amiga de Pamela. La noche anterior al homicidio habían salido a bailar junto a la pareja de Fabio Abregú y a otra amiga. “Pamela había llegado de trabajar a la tarde y se fue a lo de Cecilia. Al rato volvió a cambiarse porque se iban a bailar”, explicó Fabiana Rueda, media hermana de la víctima.

El grupo fue hasta un boliche de Lules, donde Abregú discutió con su pareja. “Le recriminé porque siempre salía con la hermana. Ellos se fueron y yo me quedé en ese lugar”, contó Andrea Elizabeth Luna, novia desde hace nueve años del imputado y madre de sus dos hijos. “Uno de siete años y otro que viene en camino”, manifestó.

Cerca de las 4.30 de ese domingo 21 de noviembre, Luis Córdoba y Nelson Nasir encontraron a Pamela y a Cecilia llorando en la esquina de la sucursal Famaillá del Banco Nación. “Estaban mal porque el hermano de Cecilia había peleado con unos muchachos”, declaró ayer Córdoba.

De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio que hizo el fiscal de Instrucción del Centro Judicial Monteros, Jorge Carrasco, el policía federal estaba borracho y había discutido con unos jóvenes, a quienes les había apuntado con el arma. La pistola le fue arrebatada por una de las mujeres que integraba el grupo, quien la arrojó al interior del auto.

Intensa lluvia

Córdoba relató ayer ante los jueces que justo cuando comenzó a llover, llegó Fabio Abregú en su auto y se ofreció a llevarlos. En el asiento del acompañante se ubicó Pamela, y atrás se sentaron (de izquierda a derecha) Nasir, Córdoba y Cecilia.

“Fijate si está el chumbo abajo”, le habría dicho el policía federal a Pamela, aseguró el testigo.

La muchacha tomó la pistola y se la entregó, con el caño del arma apuntándole. El movimiento que hizo Pamela fue reproducido por Córdoba con el arma que era de Abregú. Antes de esto, el magistrado Garzia se aseguró de que estuviera descargada, y que no hubiera peligro al realizar la representación.

“Uh, ¿qué hice?”, fueron las primeras palabras que habría expresado el policía federal, según Córdoba. Pamela no emitió ningún sonido. Al parecer, falleció inmediatamente. “Creo que fue un accidente”, consideró el testigo, quien se bajó del auto inmediatamente después del disparo por orden de Cecilia. Aunque tenía sangre en su rostro y en sus ropas, se fue a su casa. “Estaba shockeado”, aseguró.

A pesar de la conclusión del testigo de que fue un accidente, el fiscal Carrasco y el juez de Instrucción Mario Velásquez habían considerado en la elevación a juicio que el policía federal actuó con dolo eventual (debería haberse representado las consecuencias de manipular un arma en esas condiciones). Por ello lo acusan por homicidio simple. Según la imputación, luego de dejar a Córdoba y a Nasir, el policía condujo hasta el ingreso al ingenio La Fronterita, donde intentó quitarse la vida, al igual que su hermana.

El juicio seguirá el lunes a la tarde. La acusación es realizada por el fiscal de Cámara Ramón Rojas; la familia de la víctima está representada por el defensor oficial Horacio Carbonell y Abregú es defendido por el abogado Sergio Faiad.