03 Octubre 2014
MADRID.- Que el tenis femenino argentino pasa por un muy mal momento no lo niega nadie, pero que la inseguridad en las calles de muchas ciudades del país contribuya a la falta de jugadoras es una teoría novedosa de la que está convencida Mercedes Paz.
“El hockey le quitó muchos adeptos al tenis, como también la situación de inseguridad que se vive en la Argentina”, aseguró Paz durante una reciente entrevista realizada en Nueva York.
Ganadora de tres torneos a lo largo de su carrera, Paz llegó a ser número 28 del ranking mundial de la WTA y 12 en la especialidad de dobles, en la que conquistó 20 certámenes. Jugadora de golpes potentes y sensibilidad con la pelota, fue la gran compañera de Gabriela Sabatini en el inicio de ambas en el circuito juvenil y en los primeros años del profesionalismo. Campeona del US Open en 1990, Sabatini fue la mejor tenista argentina de todos los tiempos.
Paz cree que la actual situación social en la tercera economía más grande de América Latina conspira contra la aparición de nuevas y mejores tenistas. Paula Ormaechea, número 128 del mundo, es la actual número uno argentina.
“El tenis es un deporte muy solitario, y creo que los padres prefieren más un deporte por equipos que un deporte individual”, añadió la ex jugadora, que cree que los éxitos de Las Leonas, la selección de hockey femenino argentina, son un aliciente para las jóvenes a la hora de decidirse por la práctica de un deporte.
La inseguridad es un tema de primer orden entre las preocupaciones actuales de los argentinos, que ven con temor un incremento en los robos, hechos violentos y asesinatos en los últimos años. Paz es de Tucumán, una provincia del norte del país en la que la situación social es delicada.
“Son camadas y generaciones, ojalá que con Paula se arrimen más chicas a jugar”, se esperanzó Paz. “No estoy tan al tanto de quiénes son las chicas que vienen, pero me encantaría de alguna manera apoyarlas”.
A sus 48 años y madre de un hijo de siete, Paz se siente completamente integrada en la sociedad, algo que destaca que no siempre es sencillo para una ex deportista de alto nivel.
“Siempre valoro el privilegio que tuve de haber hecho lo que me gustaba y poder ensamblar ahora una vida completamente distinta”, analizó la ex tenista, que lamenta haber sido tan tímida y por momentos insegura con su tenis y su carrera.
“Con la experiencia que tengo hoy digo ‘qué tonta, porque no me la creí más, si tenía buen tenis’...”.
“En este deporte, tan competitivo, es importante creérsela más. Yo no me la creía. Siempre pensaba que ganaba porque la otra tenía un mal día. Pienso que puede haber sido mi educación, el siempre pedir permiso creo que quizás haya jugado un poquito en contra”.
“Ojo, no reniego de mi educación, para nada. Estoy muy bien insertada en la vida gracias a mi educación, mientras que veo a otras colegas a las que desafortunadamente no les está yendo bien. Después del tenis no se encontraron, y fue por su educación”.
Paz está convencida de que, de haber nacido 20 años más tarde, Sabatini sería hoy número uno del tenis mundial.
“Hoy, Gaby, en la generación actual, sería número uno. No tengo ninguna duda. Podría ser número uno hoy contrarrestando (el juego de potencia) un poco con el slice y el top alto. A las chicas las sacás de la pegada neta y se complican”.
Lideradas por Sabatini, Argentina contó con una gran generación de jugadoras en los año ‘80 y ‘90, con nombres como la propia Paz, Inés Gorrochategui, Patricia Tarabini, Mariana Pérez Roldán o Florencia Labat. Sabatini llegó a ser tercera del ranking y estuvo dos veces a dos puntos de convertirse en número uno, objetivo que no logró.
“Fue una época de oro del tenis femenino. Al principio, cuando nos iniciamos, estaban Martina Navratilova y Chris Evert, luego llegaron Monica Seles y Steffi Graf, la transición con Arantxa Sánchez y Conchita Martínez y termina con Martina Hingis y Anna Kournikova. Fueron 15 años excelentes del tenis femenino. Sería lindo ver algo distinto al tenis de hoy, que es pura potencia. Con Justine Henin se fue la última de tenis lindo”, agrega
Secretaria de Turismo en la primera de las dos gestiones del actual gobernador tucumano, José Alperovich, Paz está desencantada de la política y asegura que no volverá a intentar la experiencia.
“Es una provincia que tiene un potencial enorme”, destacó la ex tenista: “Me da mucha tristeza verla cómo está hoy, se ve un futuro complicado”.
“Me di el gusto de haber hecho política, pero también me di cuenta de que no es para mí, no tengo el perfil para hacer política en la Argentina. Sí lo tengo para hacer política en el tenis mundial, donde las reglas son mucho más claras. Pero no en la Argentina”, concluye.
“El hockey le quitó muchos adeptos al tenis, como también la situación de inseguridad que se vive en la Argentina”, aseguró Paz durante una reciente entrevista realizada en Nueva York.
Ganadora de tres torneos a lo largo de su carrera, Paz llegó a ser número 28 del ranking mundial de la WTA y 12 en la especialidad de dobles, en la que conquistó 20 certámenes. Jugadora de golpes potentes y sensibilidad con la pelota, fue la gran compañera de Gabriela Sabatini en el inicio de ambas en el circuito juvenil y en los primeros años del profesionalismo. Campeona del US Open en 1990, Sabatini fue la mejor tenista argentina de todos los tiempos.
Paz cree que la actual situación social en la tercera economía más grande de América Latina conspira contra la aparición de nuevas y mejores tenistas. Paula Ormaechea, número 128 del mundo, es la actual número uno argentina.
“El tenis es un deporte muy solitario, y creo que los padres prefieren más un deporte por equipos que un deporte individual”, añadió la ex jugadora, que cree que los éxitos de Las Leonas, la selección de hockey femenino argentina, son un aliciente para las jóvenes a la hora de decidirse por la práctica de un deporte.
La inseguridad es un tema de primer orden entre las preocupaciones actuales de los argentinos, que ven con temor un incremento en los robos, hechos violentos y asesinatos en los últimos años. Paz es de Tucumán, una provincia del norte del país en la que la situación social es delicada.
“Son camadas y generaciones, ojalá que con Paula se arrimen más chicas a jugar”, se esperanzó Paz. “No estoy tan al tanto de quiénes son las chicas que vienen, pero me encantaría de alguna manera apoyarlas”.
A sus 48 años y madre de un hijo de siete, Paz se siente completamente integrada en la sociedad, algo que destaca que no siempre es sencillo para una ex deportista de alto nivel.
“Siempre valoro el privilegio que tuve de haber hecho lo que me gustaba y poder ensamblar ahora una vida completamente distinta”, analizó la ex tenista, que lamenta haber sido tan tímida y por momentos insegura con su tenis y su carrera.
“Con la experiencia que tengo hoy digo ‘qué tonta, porque no me la creí más, si tenía buen tenis’...”.
“En este deporte, tan competitivo, es importante creérsela más. Yo no me la creía. Siempre pensaba que ganaba porque la otra tenía un mal día. Pienso que puede haber sido mi educación, el siempre pedir permiso creo que quizás haya jugado un poquito en contra”.
“Ojo, no reniego de mi educación, para nada. Estoy muy bien insertada en la vida gracias a mi educación, mientras que veo a otras colegas a las que desafortunadamente no les está yendo bien. Después del tenis no se encontraron, y fue por su educación”.
Paz está convencida de que, de haber nacido 20 años más tarde, Sabatini sería hoy número uno del tenis mundial.
“Hoy, Gaby, en la generación actual, sería número uno. No tengo ninguna duda. Podría ser número uno hoy contrarrestando (el juego de potencia) un poco con el slice y el top alto. A las chicas las sacás de la pegada neta y se complican”.
Lideradas por Sabatini, Argentina contó con una gran generación de jugadoras en los año ‘80 y ‘90, con nombres como la propia Paz, Inés Gorrochategui, Patricia Tarabini, Mariana Pérez Roldán o Florencia Labat. Sabatini llegó a ser tercera del ranking y estuvo dos veces a dos puntos de convertirse en número uno, objetivo que no logró.
“Fue una época de oro del tenis femenino. Al principio, cuando nos iniciamos, estaban Martina Navratilova y Chris Evert, luego llegaron Monica Seles y Steffi Graf, la transición con Arantxa Sánchez y Conchita Martínez y termina con Martina Hingis y Anna Kournikova. Fueron 15 años excelentes del tenis femenino. Sería lindo ver algo distinto al tenis de hoy, que es pura potencia. Con Justine Henin se fue la última de tenis lindo”, agrega
Secretaria de Turismo en la primera de las dos gestiones del actual gobernador tucumano, José Alperovich, Paz está desencantada de la política y asegura que no volverá a intentar la experiencia.
“Es una provincia que tiene un potencial enorme”, destacó la ex tenista: “Me da mucha tristeza verla cómo está hoy, se ve un futuro complicado”.
“Me di el gusto de haber hecho política, pero también me di cuenta de que no es para mí, no tengo el perfil para hacer política en la Argentina. Sí lo tengo para hacer política en el tenis mundial, donde las reglas son mucho más claras. Pero no en la Argentina”, concluye.
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