Medio siglo del Instituto de Bioelectrónica de la UNT

Medio siglo del Instituto de Bioelectrónica de la UNT

A lo largo de un siglo de existencia, la Universidad Nacional de Tucumán tuvo momentos de esplendor, en los que florecieron las artes, las ciencias y las humanidades que dieron lustre no solo a la casa de altos estudios sino también a toda la provincia. Los rectorados del ingeniero Eugenio Flavio Virla dejaron, sin duda, una huella significativa. En estos días, está celebrando sus primeros 50 años el Instituto de Bioelectrónica “Dr. Fernando Martínez Corvalán” (IBE) que vio la luz a mediados de 1964. Fue contemporáneo de otros organismos, tales como el Instituto de Luminotecnia, durante muchos años dirigido por el ingeniero Heriberto Bühler, y los de Alta Tensión, Hidráulica, Materiales o el de Física.

El IBE fue fundado como Laboratorio de Bioelectrónica en 1964, en el ámbito del Instituto de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la UNT, a propuesta del ingeniero Luis F. Rocha y del médico cirujano Fernando Martínez Corvalán.

El IBE tiene una larga trayectoria en producción científica, publicaciones, dictado de cursos, conferencias, simposios, y jornadas en diferentes áreas temáticas, a nivel provincial, nacional e internacional. Estas actividades estuvieron siempre relacionadas con las líneas de investigación y desarrollo que tuvieron lugar en las diferentes épocas de su existencia, sobre todo en cardiología, informática, procesamiento de señales biológicas, cirugía experimental, neurofisiología clínica, entre otras, demostrando permanencia en el medio, transferencia de conocimientos y extensión a la comunidad.

En 1966, luego de pruebas experimentales y desarrollo de un prototipo de marcapasos cardiaco (con la colaboración de cardiólogos locales), se implantó exitosamente en un paciente el primer Marcapasos Cardíaco Permanente fabricado en Latinoamérica, íntegramente desarrollado en el Laboratorio de Bioelectrónica. Luego y hasta 1975, se desarrollaron sucesivas unidades prototipos con diferentes circuitos y modos de estimulación. Se completaron 40 unidades desarrolladas de manera totalmente artesanal, las que se implantaron en pacientes hospitalarios. En 1968, se inició la construcción del primer corazón pulmón artificial en el país, desarrollado completamente por el Instituto Técnico, Instituto de Ingeniería Mecánica y el Laboratorio de Bioelectrónica. Entre 1992 y 1994 se investigaron las primeras prótesis metálicas auto expandibles (Stent) para estenosis de tráquea y esófago, con aplicación clínica directa. Entre los años 2008 y 2014, el IBE desarrolla trabajos con transferencia comunitaria con el armado de una red asistencial y social para el mejoramiento de la calidad de vida de los pacientes con epilepsia en la provincia de Tucumán. A lo largo de medio siglo, el IBE ha recibido una gran cantidad de galardones nacionales e internacionales por sus trabajos de investigación.

A lo largo de 50 años, este organismo ha cumplido sobradamente con sus objetivos de mejorar los conocimientos biológicos, diseñar y construir instrumentos para investigación biomédica, diagnóstico y terapéutica. Es un ejemplo de no solo de proyección al medio, sino también de contribución a la ciencia, haciendo realidad el deseo del fundador de la UNT, Juan B. Terán. Sería positivo que la casa de estudios, envuelta desde hace tiempo en una crisis económica y política, retomara esta senda de importantes realizaciones.

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