La superioridad de Santana fue notoria en una velada regular

La superioridad de Santana fue notoria en una velada regular

AL SUELO. Santana derribó a Matorras en más de una ocasión. En el tercer round cayó otra vez y el juez paró la pelea. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA AL SUELO. Santana derribó a Matorras en más de una ocasión. En el tercer round cayó otra vez y el juez paró la pelea. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
21 Septiembre 2014
Dale en la bartola. Hacelo parí”. La frase dicha a los gritos desde el costado del cuadrilátero montado en el predio de “El Porteño” por alguien del público, no tiene ni un ápice de vocabulario técnico. De todos modos, es un buen punto de partida para analizar la victoria de Héctor Santana ante Darío Matorras.

Pasado al lenguaje del boxeo, el significado de la frase es claro: el exceso de peso fue lo primero que se notó en el rival. El espectador comparó al salteño con una mujer embarazada, pero su condición no le impidió caminar el ring, aunque lo hizo por pocos minutos. Ya para el final del primer asalto, escapaba de los golpes. En los tres rounds, Matorras soportó cuentas de hasta ocho segundos antes de llegar a la que decretó el nocaut.

Santana estuvo activo, inclusive en las cuentas. La inactividad de meses no se notó, pero tampoco fue exigido.

El resto de los combates amateurs, no entregaron emociones intensas, aunque la lluvia fue un factor condicionante. Los resultados fueron: Gonzalo Herrera venció a Federico Molina y Luciano Lezana a Pablo Valdéz; empataron Santiago Hualer con Gustavo Cuezzo, Marcos Rodríguez con Ezequiel López, Matías Galván con Jonathan Samana y Samuel López con Rubén Salerno.

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