Rousseff mejora en las encuestas, pero Silva sigue siendo una amenaza

Rousseff mejora en las encuestas, pero Silva sigue siendo una amenaza

20 Septiembre 2014
La “ola verde” que convirtió a la líder ambientalista Marina Silva en favorita para ganar los comicios presidenciales brasileños de octubre pareciera comenzar a deshacerse, según confirma una nueva encuesta del Instituto Datafolha divulgada por el diario “Folha de Sao Paulo”. Según el sondeo, la presidente Dilma Rousseff, quien busca la reelección, tiene hoy un 37 % de la intención de voto, lo que supone una ventaja de siete puntos porcentuales frente a Silva, cuyo índice de preferencias retrocedió del 33 al 30 % desde inicios de septiembre. De confirmarse esta tendencia en las urnas del 5 de octubre, Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), y Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), avanzarían a la segunda ronda, excluyendo de la disputa al senador Aecio Neves, pese a que el candidato socialdemócrata logró un repunte y elevó del 15 al 17 % su apoyo. Sin embargo, Datafolha revela además que, en una segunda ronda, Silva derrotaría a Rousseff con un 46 % de los sufragios, frente al 44 % de la mandataria, lo que supone un empate técnico. A finales de agosto, después de ingresar en la disputa presidencial tras la muerte en un accidente del candidato del PSB, Eduardo Campos, Silva llegó a lograr una ventaja de diez puntos sobre Rousseff.

Sarkozy anuncia que regresa a la primera línea de la política

El ex presidente francés Nicolas Sarkozy anunció a través de Facebook su candidatura a la presidencia del partido conservador Unión por un Movimiento Popular (UMP). Este es el primer paso para presentarse como candidato a las elecciones presidenciales de 2017. Sarkozy, de 59 años, fue presidente entre 2007 y 2012, cuando fue derrotado por el socialista François Hollande. El líder derechista anunció su intención de transformar la UMP, partido que ya había dirigido y que como fuerza opositora, está siendo sacudido por varios escándalos. Su propósito es convertir la UMP en una fuerza aglutinadora sin las “divisiones tradicionales”. El ex presidente señaló que después de su derrota en las elecciones del 6 de mayo de 2012, pudo “tomar la distancia indispensable para analizar el fin de su mandato y sacar las lecciones correspondientes”. El descontento popular precipitó la derrota de Sarkozy tras solo cinco años en el cargo, por lo que se convirtió en el único jefe de Estado francés, junto con Valérie Giscard d’Estaing, que no logró su reelección. Sarkozy había preparado su regreso a la política, pero su nombre suena en relación con varios escándalos y fue imputado por sospechas de corrupción.

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