12 Septiembre 2014
EN COMPLETA SIMETRÍA. La armonía marca un momento clave en una coreografía del Ballet Metropolitano. gentileza ballet metropolitano
BAILA HOY
• A las 22, en el Teatro San Martín (avenida Sarmiento 601).
El telón se abrirá y sonará Piotr Illich Tchaikovsky, en la “Suite clásica”; y en “Pañuelos del viento”, de Néstor “El Duende” Garnica. Ástor Piazzolla, Walter Oliverio, Mariano Mores y Ángel Villoldo estarán en ”Tangos del Plata” y en “Pampa universal”. En “Bastones dorados” la música será de Vivaldi, Duke Ellington, Benny Goodman y William Handy. La diversidad es la característica del repertorio que ofrecerá esta noche el Ballet Metropolitano (BMBA) en el teatro San Martín. Lo dirige el primer bailarín Leonardo Reale y su director ejecutivo, Juan Lavanga, se prestó al reportaje con LA GACETA.
“Nuestro objetivo es llevar el arte de la danza en giras permanentes -refiere Lavanga-. Designada Mensajera de la Paz, la compañía se presentó de norte a sur del país y en Uruguay, Chile y Colombia. Es la única que hizo una extensa gira por la Federación Rusa. Por otra parte, les sirve a los jóvenes bailarines como trampolín para otras compañías porque adquieren gran experiencia: hacemos entre 40 y 60 funciones anuales”.
- En su décimo aniversario han acumulado galardones. ¿Es un camino de crecimiento?
- Totalmente. Comenzó siendo una compañía juvenil, y en el Festival Internacional de Aberdeen (Escocia) y fue considerada la mejor de Sudamérica. Hace diez años se profesionalizó bajo la dirección artística de Reale. Los bailarines se han ido renovando; se han incorporado artistas muy valiosos como Nina Zaera, Yanina Toneatto y Martín Parrinello, nuestros primeros bailarines. Al principio siempre encabezaba una pareja invitada del Colón o del Argentino; hoy continuamos invitando, como en esta gira a la exquisita Mariana Antenucci (La Plata). En cuanto a repertorio, hay obras de coreógrafos internacionales como María Rovira (España), Paul Vasrterling (EEUU) o Marco Pelle (Italia).
- ¿Cuáles son los números de ballet clásico que han abordado o a los que siempre vuelven?
- En todas las presentaciones hay un toque de clasicismo puro. Este año la apertura es una suite con el Vals de las Flores, del Cascanueces.
- Por la música que citan se trata de un espectáculo de ballet muy amplio...
- Un crítico de ballet definió los programas del BMBA como “abanicos danzados” porque hay clásico, contemporáneo, folclore estilizado, tango y jazz, una gama que al público le interesa. El BMBA no va a ofrecer un Lago de los Cisnes; para eso están las compañías oficiales, pero sí puede ofrecer un repertorio variado, atractivo y popular.
- ¿A qué alude el nombre del número “Bastones dorados”?
- Es la obra emblemática de la compañía, creación de Reale. Obtuvo premios, fue aclamada en Rusia y en el Festival de Cali. Es un homenaje a la época dorada de Hollywood, con galeras, bastones y brillos. Aparte tiene su toque clásico con Vivaldi. Es un entramado coreográfico que finaliza jazzísticamente.
- ¿Cómo se sienten en Tucumán?
- Somos habitués del Septiembres Musical, es nuestra tercera vez, y en el teatro San Martín nos sentimos como en nuestra casa.
• A las 22, en el Teatro San Martín (avenida Sarmiento 601).
El telón se abrirá y sonará Piotr Illich Tchaikovsky, en la “Suite clásica”; y en “Pañuelos del viento”, de Néstor “El Duende” Garnica. Ástor Piazzolla, Walter Oliverio, Mariano Mores y Ángel Villoldo estarán en ”Tangos del Plata” y en “Pampa universal”. En “Bastones dorados” la música será de Vivaldi, Duke Ellington, Benny Goodman y William Handy. La diversidad es la característica del repertorio que ofrecerá esta noche el Ballet Metropolitano (BMBA) en el teatro San Martín. Lo dirige el primer bailarín Leonardo Reale y su director ejecutivo, Juan Lavanga, se prestó al reportaje con LA GACETA.
“Nuestro objetivo es llevar el arte de la danza en giras permanentes -refiere Lavanga-. Designada Mensajera de la Paz, la compañía se presentó de norte a sur del país y en Uruguay, Chile y Colombia. Es la única que hizo una extensa gira por la Federación Rusa. Por otra parte, les sirve a los jóvenes bailarines como trampolín para otras compañías porque adquieren gran experiencia: hacemos entre 40 y 60 funciones anuales”.
- En su décimo aniversario han acumulado galardones. ¿Es un camino de crecimiento?
- Totalmente. Comenzó siendo una compañía juvenil, y en el Festival Internacional de Aberdeen (Escocia) y fue considerada la mejor de Sudamérica. Hace diez años se profesionalizó bajo la dirección artística de Reale. Los bailarines se han ido renovando; se han incorporado artistas muy valiosos como Nina Zaera, Yanina Toneatto y Martín Parrinello, nuestros primeros bailarines. Al principio siempre encabezaba una pareja invitada del Colón o del Argentino; hoy continuamos invitando, como en esta gira a la exquisita Mariana Antenucci (La Plata). En cuanto a repertorio, hay obras de coreógrafos internacionales como María Rovira (España), Paul Vasrterling (EEUU) o Marco Pelle (Italia).
- ¿Cuáles son los números de ballet clásico que han abordado o a los que siempre vuelven?
- En todas las presentaciones hay un toque de clasicismo puro. Este año la apertura es una suite con el Vals de las Flores, del Cascanueces.
- Por la música que citan se trata de un espectáculo de ballet muy amplio...
- Un crítico de ballet definió los programas del BMBA como “abanicos danzados” porque hay clásico, contemporáneo, folclore estilizado, tango y jazz, una gama que al público le interesa. El BMBA no va a ofrecer un Lago de los Cisnes; para eso están las compañías oficiales, pero sí puede ofrecer un repertorio variado, atractivo y popular.
- ¿A qué alude el nombre del número “Bastones dorados”?
- Es la obra emblemática de la compañía, creación de Reale. Obtuvo premios, fue aclamada en Rusia y en el Festival de Cali. Es un homenaje a la época dorada de Hollywood, con galeras, bastones y brillos. Aparte tiene su toque clásico con Vivaldi. Es un entramado coreográfico que finaliza jazzísticamente.
- ¿Cómo se sienten en Tucumán?
- Somos habitués del Septiembres Musical, es nuestra tercera vez, y en el teatro San Martín nos sentimos como en nuestra casa.
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