El laberinto de la quema
Los productores de caña son como el bombero de Fahrenheit 451 de Ray Bradbury: se especializan en hacer fuego en vez de apagarlo, y son los bomberos de verdad los que luchan contra las llamas. Así ocurrió el martes pasado en el ingenio San Juan, donde una quema de bagazo insumió siete horas de trabajo, según contó el jefe de Bomberos, Néstor Osores. También ha tenido trabajo la gente de seguridad del aeropuerto, que el 22 y el 23 de agosto debió cancelar y desviar vuelos a causa de quema de cañas en las cercanías de la estación aérea. Hace dos días, en una reunión entre funcionarios de Medio Ambiente, de Defensa Civil y del Aeropuerto se decidió hacer un relevamiento de productores y campos en 8 km a la redonda del aeropuerto, para desarrollar “acciones de concientización y educación ambiental”. Dicen que ya multaron a quienes quemaron caña esos días.

Pero el proceso de multa es engorroso, según reconocen Florencia Sayago (asesora de Medio Ambiente) y Susana Meoni (directora de Fiscalización Sanitaria). Verificar la denuncia, identificar al dueño y al incendiario, recibir el descargo, hacer la multa y derivarla a Fiscalía de Estado, en caso de recurso de reconsideración.

El año pasado fue el más espantoso por las quemas de cañaverales, a causa de sequía, heladas y altas temperaturas. Este año el clima ha sido más benévolo, pero ya Fiscalización Sanitaria tiene 100 actas de infracción, la mayoría por quema de bagazo. Del incendiado 2013 tienen sólo 54 multas, y 30 más en trámite. Algunas son muy fuertes, derivadas de la investigación que, a pedido de la Defensoría del Pueblo, hizo el fiscal Washington Navarro Dávila. Como había una denuncia contra el cañero Adrián Mamaní de Bella Vista por quemar su campo y poner en riesgo las casas del pueblo, el fiscal lo acusa por incendio (art. 186 del Código Penal, con una pena de prisión de 3 a 10 años) y en junio Fiscalización Sanitaria lo multó por $ 40.158 (ley 6.253), que aún no ha pagado porque interpuso recurso jerárquico, dice Susana Meoni.

Pero lo que el fiscal descubrió fue una estrategia de quema que eludía las normas. Los productores hacen una denuncia policial de que autores anónimos les quemaron el campo y así el ingenio permite que entre la caña quemada, a pesar de que la ley lo prohíbe en los casos de grandes cañeros y hace la vista gorda con los productores chicos, que queman por una cuestión de costos.

El fiscal hizo secuestrar el libro de actas de la comisaría de Bella Vista y descubrió que tenía fojas en blanco entre actas, donde se podían supuestamente incorporar actas truchas de denuncias por quema de caña. Como sólo podía investigar al ingenio Bella Vista porque la denuncia penal es de esa zona, ordenó que entre el 2/8/13 y el 6/10/13 un policía anotara los datos de los vehículos que entraban con caña al ingenio. Dice que la misma Compañía Azucarera Bella Vista hizo entrar 41 equipos con caña quemada de sus propios campos. Por eso, y gracias a esa lista, Medio Ambiente hizo varias multas al ingenio, la última de las cuales, del 5/6/14, es por un monto de $334.652. Según Meoni, las multas que se le aplicaron entre 2009 y 2011 han sido llevadas por el Bella Vista a la Justicia en Monteros, afirmando que el decreto usado para multarlo es inconstitucional. Por ello se reformó luego la ley, dice Meoni.

Pero la ley sigue siendo floja, porque permite que ingrese la caña quemada y porque Fiscalización Sanitaria no puede poner inspectores a controlar el ingreso de caña a los canchones como hizo el fiscal en 2013. Fiscalización necesitaría permiso de los dueños de ingenios o bien la orden de un juez. Y aunque tuviera el permiso, sólo tiene cuatro inspectores para hacer controles de efluentes y quema de caña en toda la provincia.

Medio Ambiente apuesta a la concientización, dice Sayago: han formado una mesa de gestión ambiental y algunos productores están aplicando un sistema de buenas prácticas. Y creen que el hecho de que en 2013 se haya aumentado el valor de las multas disuadirá a los quemadores. Claro que todo pende de un hilo: si la Justicia le diera la razón al planteo de inconstitucionalidad que hizo el ingenio, dice Meoni, “se nos cae todo el andamiaje”.

Mientras tanto... entre el 5 y el 28 de agosto se denunciaron siete quemas de cañaverales, entre Leales y Alderetes: de ellas, tres son terrenos del ingenio Concepción y tres del Bella Vista. Habrá que identificar a los incendiarios, pero esa caña quemada ya habrá entrado a los ingenios. Es que mientras quienes deben cuidar el medio ambiente están enredados entre los laberintos de la ley y la esperanza de que nazca la conciencia ambiental, la producción no para. La quema tampoco.

Comentarios