A ver quién ríe ahora

A ver quién ríe ahora

En poco más de mil días, el “millo” salió del infierno y conquistó el cielo

EXQUISITO. El paladar riverplatense disfruta del estilo que impuso Marcelo Gallardo. EXQUISITO. El paladar riverplatense disfruta del estilo que impuso Marcelo Gallardo.
26 Agosto 2014
En tres años, un poco más de mil días como en los que María Julia Alsogaray prometió limpiar el Riachuelo, River pasó de mendigo a “millonario”: descendió a la B por primera vez en su historia, ganó el torneo de Ascenso y regresó para conquistar su trigésimo cuarto trofeo local de Primera División. Eran tiempos opuestos aquellos para los otros cuatro grandes del fútbol argentino, que este fin de semana se arrastraron por las canchas, en su mayoría con goleadas hirientes.

Por esos días de la segunda mitad de 2011, Boca disfrutaba aún del fresco título del torneo Apertura, conducido por Julio Falcioni, al que luego La Bombonera eyectó tras un mensaje de Juan Román Riquelme. El 0-3 del domingo en manos de Rafaela, el cimbronazo llegó hasta Carlos Bianchi, el hombre que llenó de títulos al club.

Hace tres años Independiente se despedía ante Gremio del plano internacional que supo dominar alguna vez. Un par de años después también perdería la categoría, pero con el doble de esfuerzo para pegar la vuelta. Sin embargo, no la está pasando bien en su regreso: la “crema” lo recibió con un 3-0 y luego Vélez le endosó un 4-0.

San Lorenzo iniciaba el segmento sufriendo con el promedio hasta salvarse en el repechaje de caer a la B, como en 1981. Con la llegada de Marcelo Tinelli a la comisión directiva, pasó de los subsuelos a la gloria con el título local y la esperadísima consagración en la Libertadores. Pero Banfield le dejó en claro que la fiesta se terminó.

Y Racing, siempre con sus ilusiones que se desvencijan en un santiamén. Cuando River empezaba su periplo en al B, la “academia” escoltaba a Rafaela en la A. No hubo felicidades para la Academia en estos tres años pero tampoco sustos mayores, pese a que en la última temporada volvió a mirar de reojo el promedio. Pero también pasaron cosas en el singular mundo Racing en estos mil días. Como que echen a un técnico, Luis Zubeldía, y el presidente de entonces, Gastón Cogorno, diga que el próximo entrenador debe tener la línea de... Luis Zubeldía. No pasaría mucho hasta la salida de Cogorno del club, en medio de un escándalo.

Hoy, River sueña despierto. Teófilo Gutiérrez luce de lo mejor, Rodrigo Mora volvió al gol, el tucumano Matías Kranevitter es un león en el medio, y el uruguayo Carlos Sánchez, apartado tiempo atrás para liberar un cupo, se adueñó de la cancha y fue clave para que sus compañeros llenaran de goles la canasta de Godoy Cruz en Mendoza. Este River de Marcelo Gallardo luce como hace mucho no lo hacía River.

En los últimos tres años, el Riachuelo sigue siendo una inmundicia, como tantos miles de días que han pasado con Alsogaray y otros gobiernos. Pero en el fútbol sí que ha habido cambios.

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