La crecida del Paraná afecta la pesca amateur

La crecida del Paraná afecta la pesca amateur

Para los tucumanos que ya alistaban su caña para el fin de semana largo, guías litoraleños aconsejan esperar la reacción del Paraná.

PELÉANDOLE AL RÍO. En Antequera, Chaco, ribereños que viven de la pesca regresan con su cosecha. TELAM PELÉANDOLE AL RÍO. En Antequera, Chaco, ribereños que viven de la pesca regresan con su cosecha. TELAM
13 Junio 2014
Para tranquilidad de los operadores turísticos y de turistas que apuestan a pasar el fin de semana largo en las Cataratas, la bajante que registró ayer en las últimas horas el río Iguazú en todas sus cuencas permitió reabrir el ingreso a la reserva natural de 60.000 hectáreas que alberga uno de los enclaves naturales más bellos del mundo. Sin embargo, la emergencia se corrió a zonas litoraleñas en las que confluyen pescadores de toda la Argentina para practicar pesca amateur. La noticia para los pescadores que ya estaban alistando sus equipos para el próximo fin de semana largo del 20 de junio es que tendrán que esperar unos días antes de hacer sus bolsos en busca de surubís, dorados, manguruyús, o del esquivo pacú, que en los últimos años se ha puesto de moda.

“Por el efecto de la creciente, las condiciones para la práctica deportiva son nulas. De hecho, para quienes vivimos de este servicio, se ve afectada nuestra economía”, le dijo a LA GACETA, desde Corrientes, Jorge Viscini.

Con respecto a cómo les afectan en la vida cotidiana las crecidas del Paraná, Viscini destacó: “Por un lado, afecta nuestr actividad con los pescadores amateurs. Nuestra zona (Bella Vista) es alta, y no corre riesgo. Pero los que peor la pasan son solo aquellos moradores cercanos al río. La creciente, los picos, acá no llegaron, aunque se estima que van a haber nuevos valores récord en las zonas de Posadas, Ituzaingó y ciudades aguas abajo”, advirtió Viscini, guía de pesca y dueño de cuatro lanchas con las que ofrece servicios para pescadores amateurs. Tanto Viscini como Carlos Cersoss, de Yahapé (Corrientes) coincidieron, en sendos diálogos telefónicos con LA GACETA, en que quienes se aventuren hoy al Paraná “en vez de salir a pescar, irán, como quien dice, de paseo”. “Pero les va a resultar difícil pescar algo, porque no están dadas las condiciones, hay que esperar que el río se estabilice. En general, cuando sube mucho el río, los peces se dispersan, y la pesca se vuelve un poco más difícil”, le dijo a LA GACETA Carlos, guía de pesca y administra dor en Yahapé (120 kilómetros de la capital correntina)de un establecimiento que provee alojamiento y servicios para pescadores, con acceso directo al río (Cabañas del Norte). “Las mejores condiciones de un río para la práctica de la pesca deportiva son una altura promedio normal, y las aguas limpias. A la pesca- enfatizó- la perjudican las aguas turbias”. “A los pescadores que quieran venir a pescar, les digo que tengan un poco de paciencia, Sería irresponsable de mi parte decirles lo contrario, porque aquí se llega gente de todo el país, que recorre muchos kilómetros y que invierte mucho dinero para esta práctica”, enfatizó el guía. “Si bien los meses fuertes para la actvidad arrancan en agosto, muchos pescadores están esperando el fin de semana largo del 20 de junio”, apuntó.

Comenzó la bajante en el litoral misionero, pero la emergencia se mudó a las costas de Corrientes, Chaco, Santa Fe y Entre Ríos. Según el Centro Regional Litoral del Instituto Nacional del Agua (INA), en los próximos ocho días la creciente del Paraná llegaría a la cota de 6,20 metros.

“En Bella Vista, Goya, Esquina, estamos esperando la creciente. En las zonas isleñas, Defensa Civil y Prefectura toman las precauciones del caso. Los isleños, es como que están acostumbrados, y como son gente humilde, que no quiere perder lo poco que tienen, esperan a que baje la creciente, y vuelven a sus hogares”, destacó Viscini..

Las Cataratas, abiertas
Pero si los pescadores tendrán que esperar, las Cataratas ya han sido reabiertas al público. El diario La Nación consignó ayer en su portal on line que autoridades de la Administración de Parques Nacionales (APN) informaron que las pasarelas que recorren el circuito inferior de las Cataratas y parte de los senderos ya están transitables para los visitantes. Y el paisaje es más impactante que antes, si cabe, dado el gran caudal que llevan los saltos: 18.000 metros cúbicos por segundo, diez veces superior al normal en esa zona litoraleña.Fueron rehabilitados paseos náuticos en el cañón del Iguazú, en gomones que navegan hasta el pie de varias cascadas.

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