Citan a directivos del Cementerio del Norte por el caso Laime

Hoy, Pamela Laime cumpliría 31 años. Pero, el 19 de octubre de 2000, hallaron su cadáver tirado en la zona de Ticucho. La víctima había desaparecido el día anterior cuando viajaba de Garmendia a la Capital, tenía 17 años y su cabeza quedó marcada por tres cortes que -se piensa- serían tres hachazos. Pero como su cuerpo nunca fue reconocido Mercedes Saldaño, su madre, la buscó durante 14 años sin conseguir que el Gobierno o la Justicia le dieran una respuesta. Esa incertidumbre culminó el jueves pasado cuando, luego de una pericia científica, la fiscal Adriana Giannoni, a cargo de la Fiscalía VIII°, le confirmó a Saldaño que su hija estaba enterrada como un cadáver no identificado (NN) en el osario del Cementerio del Norte.

El padecimiento de esta familia parecía llegar a su fin. Pero cuando el viernes a la mañana fueron a buscar el cuerpo de la víctima tuvieron que soportar la desagradable sorpresa de que, entre cinco grupos de restos óseos, las autoridades no supieran informarles cuáles eran los huesos de Pamela Laime. “Estaba tan angustiada que el sábado la tuvieron que internar porque no comía nada”, dijo anoche Ramón Altamiranda, uno de los hijos de Saldaño. La mujer permanece internada en el hospital de Garmendia. Su nieta (hija de Laime) también se descompensó ese día e incluso tuvo que ser trasladada al Hospital Padilla, pero ya le dieron el alta. “Esta mal lo que hicieron con nosotros. Fue muy duro ir al cementerio y no encontrar el cuerpo. Por eso pedimos en la fiscalía que nos dieran asistencia psicológica, pero todavía no recibimos nada”, remarcó. También dijo que, a las 19, harán una marcha pidiendo justicia en Garmendia.

La investigación

La fiscal Giannoni y el secretario Carlos Bustos Morón estuvieron ayer en el cementerio constatando la fosa de la que se retiraron los huesos que, se pensaba, eran los restos de Laime. Revisaron documentación para verificar dónde exhumaron a la víctima o si sus restos fueron movidos del lugar en el que estaban originalmente. “Lo más importante es poder entregarle el cadáver a la familia”, dijeron.

Además, retiraron los libros en los que están registrado los lugares en los que fueron enterrados los cadáveres. Y adelantaron que citarán a declarar a los directivos a cargo del cementerio municipal cuando fue enterrado el cuerpo. También reconstruyen la causa y aguardan la respuesta del Ministerio Fiscal para ver si se abrirá una causa para investigar por qué se perdió el expediente original.