“El casco histórico de Yerba Buena es único”

“El casco histórico de Yerba Buena es único”

Arquitectos se oponen a la iniciativa de un legislador para desafectar del sistema de protección patrimonial a la villa de Marcos Paz

“El casco histórico de Yerba Buena es único”
03 Junio 2014
Analía Valenti, de 26 años, está sentada en un sillón de su casa, en Yerba Buena, cuando abre el diario del domingo y lee un artículo sobre un proyecto del legislador Sisto Terán Nougués para sacar del Sistema de Protección del Patrimonio Cultural a la villa de Marcos Paz, considerada el casco fundacional de esa ciudad. Lo pliega y dice: “es una locura”.

Preservar la esencia y la historia de un lugar -reflexiona la arquitecta- no significa que sea intocable. “No es bueno el fanatismo por la conservación. Pero tampoco se puede convertir a la villa de Marcos Paz es un polo comercial”, añade.

Hace dos años, Valente encabezó una movida para que el Concejo Deliberante de la capital provincial derogara una ordenanza que permitía reemplazar los pulmones de manzana por estacionamientos. Hoy, opina que lo que sí debe hacerse en el caserío yerbabuenense es un estudio profundo, a fin de establecer qué cambios pueden permitirse. “El patrimonio no son sólo las casas que están ahí, sino el espacio que las rodea”.

El arquitecto Juan Logusso -35 años, yerbabuenense y miembro del Instituto de Historia y Patrimonio de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Tucumán- también considera que es importante preservar el casco viejo, porque -argumenta- ahí se encuentra el origen de la ciudad.

“Se podría establecer una serie de pautas urbanísticas para preservar las viviendas y para regular el uso del suelo, por ejemplo. Pero esas reglas deben ser novedosas”, aporta Logusso.

- ¿Qué pasaría si la villa de Marcos Paz se desafectara?

- Perdería su identidad y su calidad ambiental. Avanzarían los emprendimientos comerciales. Se expulsaría a los residentes y se alterarían las condiciones del medio ambiente, porque ingresarían más vehículos y desaparecerían las casonas rodeadas de verde.

El arquitecto Raimundo Rubio -miembro del Instituto de Historia de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de Universidad Nacional de Tucumán (UNT)- explica que a fines de 2004 se promulgaron dos leyes sobre patrimonio en la provincia. “La Ley 7.500, que define el concepto de patrimonio, el tipo de bienes que integran el patrimonio cultural, las autoridades que lo regulan y los alcances de la protección -detalla-. La ley 7.535 contiene el listado de bienes arquitectónicos y urbanísticos declarados patrimonio cultural, y, por ende, protegidos”.

Luego, en 2013 -prosigue Rubio- se sancionó la Ley 8.645, que contiene las dos anteriores y algunas correcciones.

Cuando un bien es declarado patrimonio, ni los particulares ni el Estado pueden transferirlo, gravarlo ni enajenarlo. Tampoco pueden asignarle una finalidad distinta a la declarada, ni modificarlo, a menos que haya una autorización de la autoridad de aplicación. Estos bienes quedan exceptuados del pago de impuestos y de tasas provinciales.

La zona de Marcos Paz, además, se encuentra protegida por el Código de Ordenamiento Urbano de Yerba Buena, sancionado en 1994, puesto que se declaró a la villa como área de preservación patrimonial. Esto implica una serie de resguardos tendientes a proteger la unidad morfológica y las características del paisaje urbano.

El arquitecto y ex intendente de esa ciudad, Rolando Piñero, agrega que en la ocasión se elaboró un listado de construcciones que pasaron a ser patrimonio urbano arquitectónico. “Me parece una barbaridad esta iniciativa. Es aberrante que quieran meter construcciones en un lugar que está preservado”, objeta.

Por último, la arquitecta Mónica Ferrari -45 años y una tesis de magister sobre el desarrollo urbano y el patrimonio arquitectónico yerbabuenense- propone que, en vez de desafectar a la villa, se la revalorice. “Se podría generar, por ejemplo, un circuito turístico. El casco histórico de Yerba Buena es único en su tipo en el Norte argentino. No hay muchos lugares en el mundo que tengan esas características”, concluye.

Terán Nougués también propone sacar del sistema de protección patrimonial a Villa Nougués, al poblado de San Pablo y a las Hostería y Primera Confitería, situadas en el cerro San Javier.

Hace unos días, los miembros de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural se reunieron a debatir sobre la iniciativa del parlamentario. Al término, le mandaron una nota a la comisión de Turismo de la Legislatura. En ese texto ratificaron los valores patrimoniales de las áreas que podrían ser desafectadas del sistema de protección.

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