Hasta la Municipalidad se halla entre los díscolos

Hasta la Municipalidad se halla entre los díscolos

El secretario de Obras Públicas dice que hay que preservar las áreas históricas e importantes de la ciudad. “Debemos resguardar nuestro pasado, no arrasarlo”

01 Junio 2014
La Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad queda en un edificio de dos pisos, situado a unos pasos de la avenida Aconquija, la madre de las calles yerbabuenenses. Ahí tiene su oficina Julio Herrera Piedrabuena, el director del área. El cuarto no es grande: cuatro por cuatro, papeles y mapas.

- ¿Qué opina del proyecto de ley para sacar del listado de bienes patrimoniales a la villa de Marcos Paz? ¿Qué piensa usted, arquitecto? ¿Está de acuerdo?

Herrera Piedrabuena se ha sentado ante su escritorio. Toma aire, y luego responde: “creo que hay que preservar las áreas históricas e importantes de la ciudad. Debemos resguardar nuestro pasado, no arrasarlo”.

Desde hace siete años, Herrera Piedrabuena ocupa un puesto clave en una de las ciudades argentinas que más ha crecido en los últimos años. Cuando se enteró del proyecto del legislador Sisto Terán Nougués para sacar del Sistema de Protección del Patrimonio Cultural al Casco Fundacional de Marcos Paz, entre otros lugares, se convenció aún más de una idea que viene mascullando desde hace un tiempo. El piensa que es necesario poner el Código de Planeamiento Urbano en la mesa de discusión, puesto que se encuentra desactualizado. “Las normativas tienen que ser novedosas, y marcar lineamientos restrictivos y permisivos”, explica.

En seguida cuenta que en su despacho se produce, a diario, una puja permanente de intereses. “Por un lado, están los desarrollistas. Por el otro, cada zona, con su identidad, tipología y fisonomía. Nosotros tratamos de equilibrar ese choque, de cuidar las raíces. Todo asentamiento fundacional le da un sentido a su entorno. Por eso, no se puede desafectar Marcos Paz del sistema de protección”, evalúa.

Del jardín al corral
“Es una aberración”, dice el concejal Marcelo Albaca, y demuestra un sentimiento de enojo que lo acompaña desde el comienzo y hasta el final de la conversación.

“Quieren seguir destruyendo la idiosincracia -prosigue-. Antes, Yerba Buena era una ciudad jardín. Ahora, con los countries, se transformó en una ciudad corral. Y dentro de poco... no sé qué será”, ironiza el edil -33 años, contador y docente de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT)-.

“Lo que están haciendo es matar a la gallina de los huevos de oro. Ya lo hicieron en la avenida Perón, a la que han convertido en una sucesión de violaciones a lo establecido por la ordenanza municipal 613, que es la que establece el Factor de Ocupación del Suelo. ¡Y ahora quieren desafectar el casco histórico!”, exclama.

El padre de Toledo
Quien también hace oír su voz díscola es Mariano Campero. El concejal del Acuerdo Cívico y Social -abogado, 31 años y docente de la UNT- opina que Marcos Paz representa gran parte de la identidad de los yerbabuenenses. “Es evidente la intención de Terán Nougués de hacer negocios personales ahí, si no, no se entiende cuál es la finalidad de este vergonzoso proyecto”, acusa.

“De manera desfachatada e intempestiva se pretendió aprobar la desafectación, sin ninguna discusión”, añade. Campero no se anda con vueltas. Y amenaza con efectuar presentaciones judiciales para evitar que avance la idea del legislador del peronista.

“Hay que terminar con la corrupción en Tucumán. Terán Nougués es un paradigma de la misma. Los negocios inmobiliarios le han dado muchas ganancias. Y en Yerba Buena es considerado como el padre del actual intendente, Daniel Toledo”, dice.

En piedra te convertirás
Otro concejal y abogado de la ciudad pedemontana, Javier Jantus, considera imprescindible proteger los inmuebles de la codicia de los empresarios. Por esa razón, pide que, antes de avanzar con el plan de desafectación, se escuchen las voces de los representantes de las localidades involucradas.

“Atrás de los tres locales comerciales que se construyeron en la avenida Aconquija al 1.400 hay una casa de piedra, que constituye un ícono de la zona. Con la aprobación de este extraño proyecto, no demoraran más de un día en demolerla. Acá hay muchas intenciones ocultas”, desliza.

La última palabra
Los miembros de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural de la Provincia también están dispuestos a defender la villa. Hace unos días, se reunieron a debatir sobre la iniciativa.

Al término, le mandaron una nota a la comisión de Turismo de la Legislatura. En ese texto, ratificaron los valores patrimoniales de las áreas que podrían ser desafectadas.

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