31 Mayo 2014
ATERRIZÓ Y SE FUE. Elizondo, durante la charla con LG Deportiva, antes de subirse al auto que lo llevaría a Las Termas.
¿Qué hacían en el mismo avión el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado; la primera novia que se le conoció al fallecido empresario Ricardo Fort, Violeta Lo Re; la actriz Eleonora Wexler y el árbitro que dirigió el partido inaugural y la final del Mundial de Alemania 2006, Horacio Elizondo? La mezcla parece sacada de un clásico chiste de nacionalidades pero no.
El vuelo número 1474 de Aerolíneas Argentinas que pisó suelo tucumano pasadas las 13, incluía a todos esos personajes cuyo destino final era Tucumán para realizar distintas (muy distintas) actividades, menos el de uno: Elizondo. Nuestra provincia era una escala obligada para el hombre que expulsó a Zinedine Zidane, antes de llegar a Termas de Río Hondo, para dar una charla sobre liderazgo y trabajo en equipo en el 40° Congreso de Agentes de Viajes.
En una época -la mundialista- en la que se supo destacar en grande, LG Deportiva fue por sus palabras hasta el aeropuerto, aunque la primera pregunta, tras el encuentro, la hizo el juez: “¿cómo sabían que llegaba?”.
Alejado de sus logros como árbitro y la fama que mantuvo con su presencia en los medios (trabaja en TyC Sports con Gonzalo Bonadeo y en Pop Radio junto a Jay Mammon), contestó atentamente cada una de las consultas. Sobre todo las referidas a Néstor Pitana, su ex colega, que representará al país en Brasil 2014.
“Creo que tiene todas las condiciones para hacerlo muy bien pero es joven, tiene mucho por delante”, explicó Elizondo, que comparó al misionero con el inglés Howard Webb, el árbitro de la final de Sudáfrica 2010. “Webb dirigió en 2010 su primer mundial y lo hizo muy bien, pero desde la organización cometieron un error: le dieron la final y eso se notó. Creo que hoy es mucho más árbitro que en ese momento y eso le puede pasar a Pitana”, analizó.
Es decir, la experiencia, para momentos como este, es fundamental para Elizondo, que pudo tener el Mundial soñado para cualquier árbitro después de haber conseguido varias cosas. “A esa altura ya había dirigido un Mundial, tres Eliminatorias, Juegos Olímpicos, 11 Superclásicos, dos finales de Libertadores, sumado a mi edad biológica (en ese momento tenía 46 años). Todo eso me acompañó. Estaba en la plenitud de mi carrera”, agregó.
“Sería muy difícil que se repita”, vaticinó sobre su hazaña, además de mostrarse ilusionado con la utilización de tecnología que permita saber si la pelota entró o no.
Pese a toda esa experiencia, Elizondo no ocupa ningún cargo en las asociaciones de árbitros relacionadas a AFA. “Para la AFA el arbitraje está muy bien manejado, tiene la gente que ellos quieren y así debe ser”, finalizó.
El vuelo número 1474 de Aerolíneas Argentinas que pisó suelo tucumano pasadas las 13, incluía a todos esos personajes cuyo destino final era Tucumán para realizar distintas (muy distintas) actividades, menos el de uno: Elizondo. Nuestra provincia era una escala obligada para el hombre que expulsó a Zinedine Zidane, antes de llegar a Termas de Río Hondo, para dar una charla sobre liderazgo y trabajo en equipo en el 40° Congreso de Agentes de Viajes.
En una época -la mundialista- en la que se supo destacar en grande, LG Deportiva fue por sus palabras hasta el aeropuerto, aunque la primera pregunta, tras el encuentro, la hizo el juez: “¿cómo sabían que llegaba?”.
Alejado de sus logros como árbitro y la fama que mantuvo con su presencia en los medios (trabaja en TyC Sports con Gonzalo Bonadeo y en Pop Radio junto a Jay Mammon), contestó atentamente cada una de las consultas. Sobre todo las referidas a Néstor Pitana, su ex colega, que representará al país en Brasil 2014.
“Creo que tiene todas las condiciones para hacerlo muy bien pero es joven, tiene mucho por delante”, explicó Elizondo, que comparó al misionero con el inglés Howard Webb, el árbitro de la final de Sudáfrica 2010. “Webb dirigió en 2010 su primer mundial y lo hizo muy bien, pero desde la organización cometieron un error: le dieron la final y eso se notó. Creo que hoy es mucho más árbitro que en ese momento y eso le puede pasar a Pitana”, analizó.
Es decir, la experiencia, para momentos como este, es fundamental para Elizondo, que pudo tener el Mundial soñado para cualquier árbitro después de haber conseguido varias cosas. “A esa altura ya había dirigido un Mundial, tres Eliminatorias, Juegos Olímpicos, 11 Superclásicos, dos finales de Libertadores, sumado a mi edad biológica (en ese momento tenía 46 años). Todo eso me acompañó. Estaba en la plenitud de mi carrera”, agregó.
“Sería muy difícil que se repita”, vaticinó sobre su hazaña, además de mostrarse ilusionado con la utilización de tecnología que permita saber si la pelota entró o no.
Pese a toda esa experiencia, Elizondo no ocupa ningún cargo en las asociaciones de árbitros relacionadas a AFA. “Para la AFA el arbitraje está muy bien manejado, tiene la gente que ellos quieren y así debe ser”, finalizó.
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