Un perito confirmó que María Medina estaba viva cuando le prendieron fuego

Un perito confirmó que María Medina estaba viva cuando le prendieron fuego

En el juicio que se sigue contra la pareja de la víctima analizaron el informe de la autopsia

30 Mayo 2014
Las conclusiones de la autopsia fueron desgarradoras: María Medina aún se encontraba con vida cuando le prendieron fuego, el 11 de abril de 2012. Armando Martín, su pareja, está siendo juzgado por el homicidio.

En la audiencia de ayer el abogado Sebastián Herrera Prieto, defensor del acusado, presentó ante el tribunal integrado por los jueces Pedro Roldán Vázquez, María Elisa Molina y Juana Juárez al oficial retirado Fernando Vázquez Carranza, para que valorara la autopsia que se le practicó a la víctima. Y el detalle con el que se analizó ese informe fue impactante.

Lo primero que se intentó dilucidar en el debate fue si Medina estaba viva cuando, según el requerimiento de elevación a juicio, le prendieron fuego para asesinarla.

Las pericias científicas no dejaron dudas para Vázquez Carranza que, tal como lo remarcó Roldán Vázquez, fue un experimentado perito de la Policía Científica de Tucumán. La víctima todavía respiraba cuando las llamas comenzaron a consumirla.

Y la prueba que corroboró esa hipótesis legal fue que en las vías respiratorias de la joven había residuos de “negro de humo”, término con el que se define técnicamente al humo producido por el fuego.

Otra precisión escalofriante que aportó el perito llegó después de una pregunta que le formuló el querellante Carlos Mayer que lo indagó acerca de la “posición de boxeador” en la que se encontró el cadáver. “Esa postura es la que asume un cuerpo cuando está expuesto a la acción del fuego. La posición contraída en la que queda el cadáver es el resultado de los tendones que se van cortando y contrayendo el cuerpo. Eso no ocurre cuando se quema un cuerpo sin vida”, subrayó el especialista.

Pero la exposición no concluyó ahí. Según la autopsia valorada por Vázquez Carranza, Medina tenía huesos quebrados, tanto en la cara como en el torso. Pero a pesar de la gravedad de esas lesiones, no fueron la causa de la muerte de la víctima. Es decir que, de acuerdo con las pericias, Medina vivió un sufrimiento extremo antes de dejar de respirar.

Con la mirada prácticamente fija en el piso, el imputado escuchó impávido cada detalle revelado por la autopsia. A pocos metros, sentada en uno de los bancos destinados al público, Rut Tomatis, madre de la víctima, cerraba los ojos y se apretaba los brazos soportando la escalofriante descripción de como murió su hija.

Después de la declaración del perito hubo un cuarto intermedio. Fuera del recinto Tomatis recordó el día de la tragedia: “Yo la escuché toser. Por eso salté la verja para intentar ayudarla. Se conocían hacía cuatro meses, no entiendo cómo hizo esto”.

El homicidio ocurrió en una casa ubicada en Corrientes al 3.200. El humo fue tal que alertó a los vecinos, quienes pensaron que había un incendio. El juicio continúa hoy a las 9.30.

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