Por Alejandro Klappenbach
24 Mayo 2014
CRECE. El azuleño, de 23 años, es el segundo mejor argentino del ranking.
Aunque no vayan a cambiar demasiado por el resultado de la final, propongo esperar a mañana para enumerar las conclusiones indudablemente positivas de la gran semana de Federico Delbonis en el ATP de Niza. El tenista oriundo de Azul, provincia de Buenos Aires, volvió a tener un gran día, derrotó al francés Gilles Simon por un amplio 6-2 y 6-4, y buscará el segundo título de su carrera, frente al letón Ernest Gulbis.
La afirmación anterior no resulta caprichosa sino que puede apoyarse en varias de las estadísticas que dejó el partido. Un 63 % de primeros servicios siempre es bueno aunque más aún lo es ganar el 81 % de esos puntos, es decir 27 de 33. A la hora de la devolución la cosa fue mejor todavía. De los 55 puntos que se jugaron con el saque de Simon, Federico ganó 24 (41 %), de los cuales 14 los obtuvo sobre el primer saque del francés. Como consecuencia directa de esto llegaron cuatro quiebres en 11 oportunidades, los dos últimos cuando su adversario parecía que podía llevar la definición al tercer set.
Madurez
Fuera de los números, en la cancha se vio a un jugador muy concentrado, con profunda lucidez para percibir sus necesidades, determinado a ejecutar en consecuencia, y exacto para que esas ejecuciones hicieran daño en el juego de su rival.
Como siempre en sus grandes partidos, la influencia del saque le dio tiempo para rodear la pelota y tomar la iniciativa con el drive. Su imagen, ayer, fue la de alguien que domina la escena y decide la forma en que se juegan los puntos. Exactamente la misma imagen que necesitará hoy para salir triunfante de la final.
Gulbis accedió a la final luego de derrotar al español Albert Montañés por 6-0 y 6-3.
La afirmación anterior no resulta caprichosa sino que puede apoyarse en varias de las estadísticas que dejó el partido. Un 63 % de primeros servicios siempre es bueno aunque más aún lo es ganar el 81 % de esos puntos, es decir 27 de 33. A la hora de la devolución la cosa fue mejor todavía. De los 55 puntos que se jugaron con el saque de Simon, Federico ganó 24 (41 %), de los cuales 14 los obtuvo sobre el primer saque del francés. Como consecuencia directa de esto llegaron cuatro quiebres en 11 oportunidades, los dos últimos cuando su adversario parecía que podía llevar la definición al tercer set.
Madurez
Fuera de los números, en la cancha se vio a un jugador muy concentrado, con profunda lucidez para percibir sus necesidades, determinado a ejecutar en consecuencia, y exacto para que esas ejecuciones hicieran daño en el juego de su rival.
Como siempre en sus grandes partidos, la influencia del saque le dio tiempo para rodear la pelota y tomar la iniciativa con el drive. Su imagen, ayer, fue la de alguien que domina la escena y decide la forma en que se juegan los puntos. Exactamente la misma imagen que necesitará hoy para salir triunfante de la final.
Gulbis accedió a la final luego de derrotar al español Albert Montañés por 6-0 y 6-3.
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