Tres meses después el alud en El Rodeo, Agustín Sal sigue buscando a su hija Carolina

Tres meses después el alud en El Rodeo, Agustín Sal sigue buscando a su hija Carolina

No encuentran el cuerpo de la joven, que quedó atrapada entre el lodo y las piedras. La familia será querellante en una causa para determinar quiénes son responsables.

PADRE E HIJA. Agustín Sal y Carolina, en una foto tomada de Facebook. PADRE E HIJA. Agustín Sal y Carolina, en una foto tomada de Facebook.
23 Abril 2014
El 23 de enero, el río Ambato desbordó furia en forma de lodo y piedras sobre la villa de El Rodeo. Se llevó mucho más que casas y autos. En poco menos que una hora, arrasó con la vida de 12 personas. Una de ellas, Ana Carolina Sal, continúa desaparecida. Su familia, aunque resignada a no encontrarla con vida, no pierde las esperanzas de hallar el cuerpo.

Agustín Sal, el padre de Carolina, contó a LA GACETA.com que la búsqueda está casi detenida. "Hay muy poca actividad, y la mayor parte la hacen -en forma periódica- los baqueanos de la zona. Con ellos mantengo contacto, pero hasta ahora no hubo resultados. Al lugar no he vuelto, no sé si volvería", relata el hombre, que en la tragedia perdió también a su suegra y a su cuñada.

El día de la crecida, ocho personas -Agustín, su esposa, Eugenia; sus hijos, Ana Carolina, Eugenia, Gonzalo y Agustín; Samuel (novio de Eugenia) y su cuñada María Luisa- estaban en la casa veraniega que tenían en El Rodeo. Sus suegros estaban en el anexo de la vivienda, que queda al frente.

El relato que hace Agustín es estremecedor. "Escuchamos el ruido y nos asomamos a ver qué pasaba, vimos que la crecida se nos venía encima -recuerda-. En segundos, empezó a entrar agua, barro y piedras. Empezamos a luchar contra la corriente agarrándonos de lo que podíamos. A medida que subía el agua, nos fuimos separando. Vi a mis dos hijos agarrados de una ventana; a María Luisa, de una cama. A Gonzalo, el menor, lo golpeó una piedra y se lo llevó el agua. Lo encontramos a varias cuadras de la casa, arriba de un auto. Había conseguido aferrarse a un colchón y eso lo salvó". El cuerpo de María Luisa apareció 12 kilómetros río abajo. Fue el primero que encontraron los rescatistas.

Toda la escena no duró más de 40 minutos, afirma Sal, que sigue viviendo en Santiago del Estero con su familia. El Rodeo, cuenta, es la villa turística en la que pasaron innumerables vacaciones y fines de semana. "Ahora no volvería", dice.

La casa quedó destruida y el puente sobre el Ambato, que sirvió como dique para desviar el agua hacia su vivienda, no ha sido modificado. Dos metros de barro y piedras cubren lo que fue la casa de verano. "Fue un desastre natural, es cierto, pero podría haberse evitado la pérdida de vidas. No hubo alertas, no se tuvo en cuenta que el puente iba a desviar el agua hacia la casa, no se hicieron defensas en las márgenes del río", enumera Sal.

La familia se presentará como querellante en la causa que inició el Gobierno de Catamarca para que se determine quiénes se hacen responsables por la tragedia. "Pedimos al fiscal que investigue. La zona sigue en las mismas condiciones, y si viene otra crecida puede pasar otra vez", insiste.

En la página de Facebook "Justicia Para El Rodeo", la familia de Carolina está volcando información sobre la causa e impulsando el reclamo de que se investigue cómo se hicieron las obras, a quién correspondía organizar el sistema de alarmas, entre otras medidas de seguridad que no se tomaron.

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