Un pilar de la sociedad elige autoridades

Un pilar de la sociedad elige autoridades

Por peso científico, social, económico y político la UNT juega un rol clave en la vida del NOA

LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI (ARCHIVO) LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI (ARCHIVO)
16 Abril 2014
¿Por qué es tan importante el proceso de elección de autoridades en la Universidad Nacional de Tucumán? Hay varias maneras de responder la pregunta, siempre de acuerdo con el enfoque.

- Si de números se habla, el movimiento económico de la UNT es casi tan intenso y voluminoso como el de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Representa el tercer presupuesto de la provincia, en permanente crecimiento.

- La penetración social se refleja en un universo de 70.000 estudiantes, más de 4.500 docentes y cerca de 7.000 empleados, contando el personal de planta permanente y los contratos temporales. Contando las familias, es una población que excede largamente los 300.000 ciudadanos directamente relacionados con la UNT.

- La inserción en la comunidad se multiplica por los miles de egresados de la casa de estudios y por las tareas de extensión que se implementan.

- Es en paralelo un factor de poder, un espacio en el que la política -la partidaria, la estudiantil, la empresarial- encuentra eco en el día a día de la gestión y de la planificación.

- Y es, en esencia, una usina generadora de conocimientos, por lejos la más importante de la región. Desde la oferta académica hasta los proyectos de investigación, todo distribuido en cátedras, institutos, laboratorios, centros en los que se piensa y se ejecuta.

Claro que hay más ejemplos para describir, a fin de cuentas, que la UNT es uno de los pilares sobre los que se asientan Tucumán y el resto del NOA. Es imposible imaginar al Tucumán de hoy y al que vendrá sin la participación activa y decisiva de la UNT.

Desde que volvió a transitar por los carriles de la institucionalidad, tras la recuperación de la democracia, pasaron por la Universidad cinco rectores: Rodolfo Campero (1986-1993), Héctor Ostengo (93-94), César Catalán (94-98), Mario Marigliano (98-2006) y Juan Cerisola (06 a la actualidad). Fueron casi 30 años de gestiones que sufrieron todo tipo de vaivenes, entre aciertos y errores.

Cuatro fórmulas disputan en este turno el gobierno de la universidad: Alicia Bardón-José García, Eduardo Coletti-Adela Estofán de Terraf, Mateo Martínez-Cristina de la Cruz y Eduardo Ruiz Pesce-Juan Carlos Díaz Ricci. Antes se conocerá a los decanos de la 13 facultades, teniendo en cuenta que la votación en los distintos estamentos se iniciará el próximo martes. La asamblea que elegirá al sucesor de Juan B. Terán se reunirá el 16 de mayo.

Se vienen semanas fundamentales en la vida de la UNT, un tiempo de análisis minucioso y a la vez de agitada acción en la arena política. Hay demasiados actores pendientes de esta elección. El más importante es el cuerpo social de Tucumán.

Son muchos los desafíos que afrontará la próxima conducción en lo académico, en lo organizacional, en lo económico, en lo institucional. La reforma del estatuto universitario, por ejemplo, figura en la agenda de todos los candidatos. Más que nunca será tiempo de transitar con los pies en la tierra y la mirada en el cielo.

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