Atlético le empató a Aldosivi sobre la hora

Atlético le empató a Aldosivi sobre la hora

El "Decano" logró un punto agónico e igual confirmó que este mes fue letal para sus aspiraciones. Calificá a los jugadores.

OTRA VEZ. Píriz Alves, que maniobra con el balón, tuvo un flojo partido y se fue expulsado como contra Instituto en Córdoba. OTRA VEZ. Píriz Alves, que maniobra con el balón, tuvo un flojo partido y se fue expulsado como contra Instituto en Córdoba.
Para Atlético era la ruina, la confirmación que marzo, justo el mes del carnaval, era una fatalidad: el equipo sumaba su cuarta derrota seguida y la tabla de promedios aparecía más fantasmagórica que nunca. Aldosivi -un rival directo en la lucha por no descender- ganaba 1 a 0 hasta que, ya en el tiempo de descuento, llegó el remate de Bruno Bianchi a la salida de un centro para señalar el 1 a 1 que sumó un punto pero, por el contexto, se pareció a un triunfo.

Pero más allá de la alegría del empate, y del desahogo merecido por la insistencia hasta el final, una lectura completa de la noche confirma que Atlético desperdició en seis fechas todo lo bueno que había hecho en las 25 anteriores. El “decano” jugó seis partidos en marzo y no ganó ninguno. De 18 puntos posibles, sólo consiguió 3. De aquel 3-1 a Independiente y los sueños de Primera División, justo en el final de febrero, sólo queda el hermoso recuerdo. El Atlético que anoche despidió marzo es uno que mira de reojo el Argentino A.

En la despedida de Diego Erroz (dirigió 16 partidos con 4 triunfos, 7 empates, 5 derrotas y una efectividad del 39%), Atlético volvió a autoboicotearse en el comienzo. A los 6’ Ángel Vildozo cabeceó con la comodidad de las playas de Mar del Plata en otoño y marcó el 1 a 0.

Sin Luis Rodríguez (no hay forma de medir todo lo que Atlético depende del “Pulguita”), el “decano” emparejó durante algunos minutos gracias a las conexiones entre los bajitos, Guillermo Acosta y Alfredo Carrizo por la derecha, y Gonzalo Bazán por la izquierda, pero nunca se convirtió en un equipo con la convicción necesaria para pelear el ascenso.

La autodestrucción del “decano” parecía completarse con la expulsión de Víctor Piriz Alvez por un codazo absurdo. El uruguayo lleva tantos goles como tarjetas rojas: dos. Y perdido por perdido, Atlético al menos nunca se entregó. Ciego, llegó al gol de Bianchi. Sirvió para no perder, y para que se termine marzo, de una buena vez.

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