Oscar Ruggeri: "En Buenos Aires se cocina todo"

Oscar Ruggeri: "En Buenos Aires se cocina todo"

El ex defensor pide por un fútbol argentino más federal y democrático.

06 Marzo 2014
“No hay nada como ser jugador de fútbol, ni que se le parezca. Esta profesión me dio todo en mi vida y le estaré eternamente agradecido”. La frase de Oscar Ruggeri tiene su sustento. “Cabezón” tiene un palmarés sencillamante fantástico. En sus 17 años de carrera, logró 12 títulos -fue campeón argentino con Boca, River y San Lorenzo-. Pero además se consagró campeón de la Copa Libertadores, Intercontinental e Interamericana con River; ganó la copa de Campeones con América de México; dos copas América, una copa Confederaciones, una copa Artemio Franchi y el Mundial de 1986 con la selección Argentina.

Aunque Ruggeri aclara que su amor por el fútbol es independiente de sus logros personales. “Desde que estaba en inferiores disfruté del fútbol. Tengo buenos recuerdos de todos los equipos en los que jugué”, aclara el otrora marcador central, hoy abocado a disfrutar su vida y despuntar el hermoso vicio futbolero junto a un grupo de amigos en el Indoor Show. “Esto es convivir, juntarme con ex jugadores y pasar un lindo rato. Ahora estamos disfrutando cosas que no podíamos hacer cuando éramos jugadores profesionales”, reconoce.

Ruggeri, en charla con LG Deportiva durante la última práctica del seleccionado Indoor antes de los duelos clásicos contra Brasil, luce cambiado. Parece haber quedado lejos ese central que imponía respeto, que iba al frente y generaba polémicas con su lengua filosa. Ahora bajó varios cambios. Está feliz de su presente y su sonrisa de oreja a oreja así lo dice.

“Esto del Indoor es muy bueno y lo disfruto mucho. Juntarse, charlar, comer algo y contar anécdotas es algo que me hace bien”, explica con risas justo en el momento en que Cristian Fabbiani aparece en escena y se lo lleva puesto “sin querer queriendo”. “¿Viste? Me chocó un tanque”, ríe Ruggeri y va más allá. “Este es el clima; distendido, familiar”, dice aunque cambia un poco la cara cuando la entrevista toma un rumbo que no le hace mucha gracia.

El ex central no está conforme con el modelo actual del fútbol argentino. Quiere un cambio de raíz, quiere ver un fútbol más abierto y con la participación de todos los argentinos. “Todos sabemos que el fútbol es Buenos Aires y algunos pocos lugares más. Es así”, ríe con un dejo de bronca.

Claro, para un hombre nacido y criado en el interior ese sentido de pertenencia se le hace más sólido. “Me gustaría que el fútbol argentino, de una vez por todas, pueda ser democrático y no como es hoy; donde los dirigentes son prisioneros de (Julio) Grondona”, sentencia firme en sus convicciones. ¿Cómo es eso? La pregunta del cronista busca conocer más detalles sobre el tema. Y Ruggeri no se guarda nada. Frontal como lo era dentro del campo, apunta al hueso. “Yo en mi época de jugador lo viví por dentro y sé que todo se maneja acá, en Buenos Aires”, sentencia y tira sobre la mesa, a modo de ejemplo, algo que sufrieron San Martín y Atlético. “En el caso de Tucumán, puede ser que suba un equipo, como ya sucedió, pero no tienen muchas chances de mantenerse; se les hace muy cuesta arriba. No les dan la posibilidad de estar cerca de AFA, donde se cocina todo, desgraciadamente”.

Por todo eso, Ruggeri disfruta lo que hace hoy en día. “Pasa que con el Indoor vamos mucho al interior y el cariño que te brindan allí es algo increíble”, dice el hombre que fue campeón del mundo con la Selección en 1986. El ex defensor ve los torneos actuales y sufre. “Hoy cualquiera le gana a cualquiera y, a pesar de que por un lado eso es bueno, no le hace bien al fútbol. Yo creo que se emparejó para abajo y eso es porque hoy en día los buenos jugadores se van rápido del país”, explica.

Gratos recuerdos

El domingo Ruggeri volverá a pisar suelo tucumano para enfrentar a Brasil en el amistoso entre dos seleccionados de ex futbolistas y deja en claro que volver a La Ciudadela lo llenará de nostalgia. “Es una cancha complicada, con Boca enfrenté a San Martín. La gente mete una presión tremenda. Tengo tantos recuerdos. Sería lindo que puedan volver a Primera pronto”, dice el ex capitán de la Selección, y extiende ese deseo para el otro grande de la provincia. “Que los dos vuelvan a Primera. ¿Sabés de lindo que sería tener una liga con representantes de todas las provincias? Como es en Europa. Sería bueno, no sólo para el fútbol, sino también para el país”.

El “Cabezón” dejó el fútbol a tiempo, antes de que el fútbol se encargara de hacer lo propio con él. Se dio cuenta que su tiempo había llegado y tuvo el valor de afrontar el famoso y temido “día después”. “Cuando dejé, estaba convencido de que la decisión que estaba tomando era la correcta. Además, aproveché y sigo aprovechando este tiempo para disfrutar con mi familia y mis amigos”, sentencia el hombre que, tras probar suerte como DT, hoy prefiere otro rumbo.

“No me desvela la idea de volver a dirigir. Acá se vive muy mal como entrenador. Es todo muy loco, muy acelerado, y yo prefiero disfrutar de la vida”, finaliza Ruggeri, el hombre que ganó todo, ese mismo que sueña con otro fútbol argentino, uno más inclusivo; con más nivel y menos locura.

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