15 Febrero 2014
ROMA.- ¿Es un arribista, un Berlusconi de la centroizquierda? ¿O es el hombre capaz de cambiar la política italiana? Preguntas sobran en torno de Matteo Renzi, quien se encamina a conquistar el poder y a convertirse -con 39 años- en el primer ministro más joven de la historia en su país.
Ayer se concretó la renuncia al cargo de Enrico Letta, a quien Renzi y el Partido Demócrata (PD) le habían retirado el apoyo el jueves. Desde que en diciembre fue elegido líder del PD, el alcalde de Florencia venía reclamándole reformas a Letta. Finalmente, le exigió que dejara vía libre para la formación de un nuevo Gobierno.
Em su escalada hacia el Palacio Chigi, sede del Ejecutivo italiano, Renzi fue consiguiendo respaldos, aunque también críticas. Una y otra vez se lo acusó de ambicioso y desleal. Además, algunos correligionarios lo consideran un populista y no quieren alinearse detrás de sus reformas radicales.
Lo cierto es que Renzi cuenta con amplia mayoría de apoyos en el PD y nunca dejó de atacar a Letta. Hace apenas un año, su intento por acceder al poder había fracasado cuando perdió las elecciones internas del PD contra Luigi Bersani. En diciembre las cosas cambiaron y ahora el partido es suyo.
Gran parte de los italianos tienen puestas sus esperanzas en este abogado que sabe relacionarse con los medios y aporta frescura e impulsividad. Las simpatías que puede generar entre la juventud se potencian con un atributo clave: Rienzi parece capaz de robarle votos al partido de Silvio Berlusconi.
En acción
Pragmático, Rienzi sabe que es fundamental acordar con la Unión Europea (UE) un mayor margen de maniobra. Italia no puede endeudarse ni acrecentar el déficit fiscal. La UE pide reformas en la economía antes de aflojar esos límites y Renzi está dispuesto a poner manos a la obra.
Su estrategia es distinta a la de Berlusconi y a la del líder del movimiento de protesta Cinco Estrellas, Beppe Grillo. Ellos culpan de los males de Italia al euro y a las políticas de austeridad de la UE.
“Hemos pasado años hablando sobre planes de privatización, racionalización del gasto público, ajustes del sistema judicial, simplificación de la burocacia a todos los niveles...”, apunta el ex embajador de Italia ante la UE, Nelli Feroci. “Si lograsemos presentarnos en Bruselas habiendo hecho algunos de esos deberes tendríamos más oportunidades de que nos escuchasen”, añade.
Está claro que Renzi temía que la falta de acción política en los próximos meses pudiera costarle al PD una dura derrota en las elecciones al Parlamento Europeo de mayo. Eso favorecería a Grillo y a Berlusconi.
Aun está por verse si Renzi consigue hacer un mejor trabajo, pero no parece asustarle el reto. Más contundente fue en declaraciones a DPA un periodista político que sigue al líder del PD: “cree que es Superman”.
¿Cómo sigue la historia en Italia? El presidente Giorgio Napolitano iniciará una ronda de consultas, que -al parecer- derivará en un pedido a Renzi, cuya fuerza es mayoría en el Parlamento, para que forme el nuevo Gobierno.
Ayer se concretó la renuncia al cargo de Enrico Letta, a quien Renzi y el Partido Demócrata (PD) le habían retirado el apoyo el jueves. Desde que en diciembre fue elegido líder del PD, el alcalde de Florencia venía reclamándole reformas a Letta. Finalmente, le exigió que dejara vía libre para la formación de un nuevo Gobierno.
Em su escalada hacia el Palacio Chigi, sede del Ejecutivo italiano, Renzi fue consiguiendo respaldos, aunque también críticas. Una y otra vez se lo acusó de ambicioso y desleal. Además, algunos correligionarios lo consideran un populista y no quieren alinearse detrás de sus reformas radicales.
Lo cierto es que Renzi cuenta con amplia mayoría de apoyos en el PD y nunca dejó de atacar a Letta. Hace apenas un año, su intento por acceder al poder había fracasado cuando perdió las elecciones internas del PD contra Luigi Bersani. En diciembre las cosas cambiaron y ahora el partido es suyo.
Gran parte de los italianos tienen puestas sus esperanzas en este abogado que sabe relacionarse con los medios y aporta frescura e impulsividad. Las simpatías que puede generar entre la juventud se potencian con un atributo clave: Rienzi parece capaz de robarle votos al partido de Silvio Berlusconi.
En acción
Pragmático, Rienzi sabe que es fundamental acordar con la Unión Europea (UE) un mayor margen de maniobra. Italia no puede endeudarse ni acrecentar el déficit fiscal. La UE pide reformas en la economía antes de aflojar esos límites y Renzi está dispuesto a poner manos a la obra.
Su estrategia es distinta a la de Berlusconi y a la del líder del movimiento de protesta Cinco Estrellas, Beppe Grillo. Ellos culpan de los males de Italia al euro y a las políticas de austeridad de la UE.
“Hemos pasado años hablando sobre planes de privatización, racionalización del gasto público, ajustes del sistema judicial, simplificación de la burocacia a todos los niveles...”, apunta el ex embajador de Italia ante la UE, Nelli Feroci. “Si lograsemos presentarnos en Bruselas habiendo hecho algunos de esos deberes tendríamos más oportunidades de que nos escuchasen”, añade.
Está claro que Renzi temía que la falta de acción política en los próximos meses pudiera costarle al PD una dura derrota en las elecciones al Parlamento Europeo de mayo. Eso favorecería a Grillo y a Berlusconi.
Aun está por verse si Renzi consigue hacer un mejor trabajo, pero no parece asustarle el reto. Más contundente fue en declaraciones a DPA un periodista político que sigue al líder del PD: “cree que es Superman”.
¿Cómo sigue la historia en Italia? El presidente Giorgio Napolitano iniciará una ronda de consultas, que -al parecer- derivará en un pedido a Renzi, cuya fuerza es mayoría en el Parlamento, para que forme el nuevo Gobierno.
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