Un viaje a los confines del continente

Un viaje a los confines del continente

Hielo, mar, sol, viento, color, vida... intensas y emocionantes experiencias regalan la Patagonia y Tierra del Fuego.

ESTRECHO DE MAGALLANES. Mal tiempo, fuertes ráfagas y la delicia de esperar seis horas dentro del auto. El cruce de apenas 15 minutos es una pequeña muestra de lo que sufrieron los navegantes a lo largo de los siglos. LA GACETA / FOTO DE PABLO SOLER ESTRECHO DE MAGALLANES. Mal tiempo, fuertes ráfagas y la delicia de esperar seis horas dentro del auto. El cruce de apenas 15 minutos es una pequeña muestra de lo que sufrieron los navegantes a lo largo de los siglos. LA GACETA / FOTO DE PABLO SOLER
Visto fríamente parece demasiado. Si lo hubiera pensado bien antes es muy probable que no me hubiera animado. Recorrer casi ¡once mil kilómetros! sólo para ir a “mirar” algunos lugares que soñé conocer desde chico suena a descabellado. Pero lo hice, y me he dado el enorme gusto de conocer esa parte de Argentina que se nos antoja (y es) tan lejana: la bella Patagonia austral. Y la audacia de emprender semejante viaje fue pagada con creces con incontables paisajes, animales sorprendentes, un mar increíble, el viento eterno, la vegetación que no se rinde a pesar de los desafíos, la amabilidad de su gente... Y además, todo bañado en una luz extraordinaria que pinta cada rincón, cada planicie, cada montaña, cada glaciar, cada flor, cada plumaje, haciendo así la delicia de quien -cámara en mano- se atreve a querer reproducir semejante belleza.

Llegar al fin del mundo es una experiencia inigualable, y hacerlo en auto permite explorar rincones que de otra forma son inalcanzables.

Maravillosa Argentina. Tenemos todos la obligación de conocerla, amarla y cuidarla. Es la casa de todos y tiene mucho más para ofrecer de lo que imaginamos.

Patagonia: Un viaje con muchas paradas intermedias

La distancia de Tucumán a Ushuaia es de “sólo” 3.900 km, pero el viaje puede alargarse mucho por la gran cantidad de lugares que son de visita obligatoria para todo aquel que visite la Patagonia. Por nombrar sólo algunos: en Chubut la península Valdés (extraordinaria), la colonia galesa de Gaiman y Camarones (con su museo de Perón); en Santa Cruz, Puerto Deseado (con sus pingüinos penacho amarillo), Puerto San Julián, El Calafate (en el oeste), El Chaltén, y muchísimo más. En LAGACETA.com iremos subiendo galerías con fotos de este increíble viaje.

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