Una topadora en dos ruedas

No había mucho para hacer en Motos en la última etapa del Dakar. Era cuestión de esperar los 157 kilómetros de recorrido para ver que el español Marc Coma, a bordo de su KTM, se quede indiscutiblemente con un rally que lo tuvo como puntero desde la tercera etapa, cuando llegó a San Juan.

“Tengo sentimientos que me nacen muy de adentro. Mucho esfuerzo y sacrificio, en una carrera extrema en la que las cosas buenas son buenísimas pero también hay cosas malas. Estoy orgulloso si miro hacia atrás y recuerdo dónde estaba hace un año, porque volver y pelear por la victoria, y conseguirla, es muy importante para mí”, afirmó el campeón no bien llegó a la meta en Valparaíso.

Coma quería festejar de cualquier manera su cuarto título en el Dakar. Con casi dos horas de ventajas sobre su escolta, compatriota y compañero de equipo Jordi Viladoms, era cuestión de controlar la jornada. “Fue un Dakar extremo, durísimo, donde la clave fue no cometer ningún error grosero. Formamos un gran equipo con Viladoms”, agregó Coma, tras felicitar al subcampeón.

La prueba contra cronómetro de ayer sirvió para confirmar las posiciones finales. El campeón no quiso pasar sobresaltos, puesto que tenía que llegar a la meta para consagrarse. Por ello levantó el pie del acelerador y le dejó el camino libre para que Cyril Despres, que buscaba subir al podio, gane nuevamente una etapa que solamente le sirvió para terminar cuarto en la general.

El podio finalmente terminó con Coma como campeón absoluto; su coequiper en KTM, Viladoms, en la segunda ubicación y el francés Olivier Pain (Yamaha), tercero.

El catalán quería entrar en la historia y lo logró. Se convirtió en el segundo motociclista en consagrarse en cuatro oportunidades en el Dakar, ya que había ganado en 2006, 2009 y 2011 (las dos últimas en Sudamérica), al igual que el italiano Edi Orioli (1990, 1994, 1996 y 1998). Ahora a festejar la consagración.