19 Enero 2014
¡GANÉ! Con sus casi dos metros de altura, Joan Roma un “gigante” feliz ayer en Chile. El catalán logró con un Mini un triunfo cargado de angustia, que logró consumar en la etapa final de la carrera.
Un 18 de enero de 2004 ganó el Rally Dakar subido a una moto. Otro 18 de enero, diez años después, Joan “Nani” Roma repitió triunfo, aunque ahora en un coche. En un mismo día, el español del equipo X-Raid Mini pasó a integrar el exclusivo club de los ganadores en dos categorías (junto con los franceses Hubert Auriol y Stéphane Peterhansel) y también se sacó una espina de encima. Esa que le había hecho sentir el propio Pertehansel, que supuestamente desoyó el viernes la orden que emanó el team el jueves, de mantener posiciones para evitar riesgos innecesarios. Una medida cargada de polémica que, incluso, sumó otro capítulo a poco del final, cuando, según informó la página web de la organización, “Peter” se detuvo en el kilómetro 133 y esperó a sus otros dos compañeros (Roma y el qatarí Nasser Al Attiyah) para entrar juntos a la meta tras completar los 157 kilómetros del último trazado. La casa alemana se dio así el gusto de cosechar un lapidario 1-2-3.
“No sé si es la victoria más estresante de mi vida, pero fue muy duro conseguirla. La segunda semana de carrera fue difícil gestionar la ventaja en la clasificación general, con etapas muy largas y muy complicadas. Pero bien, estoy muy contento con mi trabajo y el de mi navegante Michel Perin. Esto es un sueño hecho realidad”, contó Roma, al borde de las lágrimas.
No muy lejos de él, Peterhansel y sus sentimientos encontrados. “Voy a tratar de ser positivo. El coche respondió a las mil maravillas. Se mostró supersólido, como de costumbre, y disfruté mucho manejarlo. Pero eso no quita que me sienta un tanto frustrado con el resultado final. Con todo, ‘Nani’ es amigo mío, así que me alegro de verlo tan feliz. Es algo con lo que lleva soñando diez años, desde que empezó a competir en Coches”, analizó.
Con más de 9.300 kilómetros recorridos en 13 etapas desde que el 5 de enero la caravana salió desde Rosario (pasó por Tucumán el jueves 9 y el viernes 10), Roma le sacó apenas 5’38” a su escolta en la general y 56’52” al tercero, Al Attiyah. Justamente el qatarí prácticamente perdió la opción del triunfo en la etapa 10, al penalizar con una hora por no haber pasado todos los way points.
La decimotercera y última etapa quedó en manos del sudafricano Giniel de Villiers, que cerró la competencia general en cuarto puesto.
Atrás quedó un Dakar durísimo, que abandonaron 229 de los 431 competidores que salieron desde Rosario. Una prueba en la que la tragedia volvió a estar presente, con el fallecimiento del corredor de motos belga Eric Palante y de dos fotógrafos cordobeses, hechos sucedidos en Catamarca.
La categoría Coches tuvo un desarrollo por demás entretenido. Comenzó siendo liderada de manera inesperada por el portugués Carlos Sousa, con un vehículo de la escudería china Haval. También fue gran protagonista el Buggy SMG de Carlos Sainz, vencedor de dos especiales y líder de la general al término de la 4ª etapa, pero obligado a abandonar tras salirse de la pista en la etapa 10. También registró triunfos parciales de Peterhansel (cuatro), Roma (dos), Al Attiyah (dos), De Villiers y de Orlando Terranova.
A nivel equipos, Mini colocó cinco de sus 11 coches en el Top 6. Y todos cruzaron la meta.
“No sé si es la victoria más estresante de mi vida, pero fue muy duro conseguirla. La segunda semana de carrera fue difícil gestionar la ventaja en la clasificación general, con etapas muy largas y muy complicadas. Pero bien, estoy muy contento con mi trabajo y el de mi navegante Michel Perin. Esto es un sueño hecho realidad”, contó Roma, al borde de las lágrimas.
No muy lejos de él, Peterhansel y sus sentimientos encontrados. “Voy a tratar de ser positivo. El coche respondió a las mil maravillas. Se mostró supersólido, como de costumbre, y disfruté mucho manejarlo. Pero eso no quita que me sienta un tanto frustrado con el resultado final. Con todo, ‘Nani’ es amigo mío, así que me alegro de verlo tan feliz. Es algo con lo que lleva soñando diez años, desde que empezó a competir en Coches”, analizó.
Con más de 9.300 kilómetros recorridos en 13 etapas desde que el 5 de enero la caravana salió desde Rosario (pasó por Tucumán el jueves 9 y el viernes 10), Roma le sacó apenas 5’38” a su escolta en la general y 56’52” al tercero, Al Attiyah. Justamente el qatarí prácticamente perdió la opción del triunfo en la etapa 10, al penalizar con una hora por no haber pasado todos los way points.
La decimotercera y última etapa quedó en manos del sudafricano Giniel de Villiers, que cerró la competencia general en cuarto puesto.
Atrás quedó un Dakar durísimo, que abandonaron 229 de los 431 competidores que salieron desde Rosario. Una prueba en la que la tragedia volvió a estar presente, con el fallecimiento del corredor de motos belga Eric Palante y de dos fotógrafos cordobeses, hechos sucedidos en Catamarca.
La categoría Coches tuvo un desarrollo por demás entretenido. Comenzó siendo liderada de manera inesperada por el portugués Carlos Sousa, con un vehículo de la escudería china Haval. También fue gran protagonista el Buggy SMG de Carlos Sainz, vencedor de dos especiales y líder de la general al término de la 4ª etapa, pero obligado a abandonar tras salirse de la pista en la etapa 10. También registró triunfos parciales de Peterhansel (cuatro), Roma (dos), Al Attiyah (dos), De Villiers y de Orlando Terranova.
A nivel equipos, Mini colocó cinco de sus 11 coches en el Top 6. Y todos cruzaron la meta.
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