El massismo le responde al radicalismo

El massismo le responde al radicalismo

"Ell problema es que achicaron a la UCR y la transformaron en un club de amigos".

05 Enero 2014
BUENOS AIRES.- El intendente de Olavarría y miembro del Frente Renovador, José Eseverri, respondió a las críticas de dirigentes radicales que cuestionaron la estrategia de Sergio Massa de incorporar intendentes de ese partido en el interior, y consideró: “el problema es que achicaron a la UCR y la transformaron en un club de amigos”. En diálogo con Télam, Eseverri -uno de los intendentes más cercanos a Massa- defendió la iniciativa de su partido y remarcó: “los que se acercan primero son los dirigentes radicales y sus propios votantes”. Con respecto de por qué no se busca un acuerdo entre ambos partidos -una crítica que formuló el diputado Ricardo Alfonsín-, el intendente respondió: “la orgánica del radicalismo representa la burocracia partidaria que está alejada de la gente”. “El problema de los radicales es que achicaron a la Unión Cívica Radical a una expresión que reunió el 11% en las ultimas elecciones. Lo vaciaron de fuerza en el último tiempo y lo encerraron para transformarlo en un club de amigos”, concluyó. (Télam)

Sanz retruca y le apunta a Massa
BUENOS AIRES.- El presidente de la UCR, Ernesto Sanz, afirmó que la estrategia del jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, de intentar incorporar intendentes radicales de todo el país está destinada a fracasar, mientras que el diputado Ricardo Alfonsín cuestionó esos comportamientos oportunistas que ya tienen cansada a la gente.“A mí y al partido no nos preocupa eso. Hoy el radicalismo está solido y construyendo espacio alternativo con otras fuerzas. Además, es una táctica que ya fracasó cuando lo intentó el kirchenrismo, cuando lo hizo Mauricio Macri y volverá a fracasar con Massa”, dijo Sanz. El presidente del radicalismo consideró que a lo sumo, Massa incorporará a algún reincidente, gente que ya varias veces se fue del partido, no es una novedad, dijo en alusión a dirigentes como los intendentes Gustavo Posse (Vicente López) y Mario Meoni (Junín). “El problema no lo tiene el radicalismo, es de ellos. Me hago cargo de la UCR y de los que estamos adentro, los que batallamos todos los días. ¡Qué paradoja! La UCR es un partido cuestionado por la gestión respecto a los gobiernos nacionales pero es buscado y seducido por la gestión de los gobiernos locales”, enfatizó el senador. Con respecto a las críticas vertidas por Meoni, en las que cuestionó el liderazgo de Sanz y la cúpula partidaria, respondió: “Son sobreactuaciones para justificar esa política de cooptación. No nos sentimos agraviados, no agravia quien quiere sino quien puede. No nos detenemos ni un minuto en eso”. (Télam)

Báez podría caer en las redes de la Justicia por evasión
BUENOS AIRES.- La evasión de impuestos emerge como la clave que puede complicar al empresario Lázaro Báez en la causa por presunto lavado de dinero, según un informe publicado ayer por el matutino porteño Perfil. La empresa más comprometida es la firma Gotti SA, de la que Ricardo Echegaray, el titular de la AFIP, fue abogado. El juez federal Sebastián Casanello pidió acceso a las causas de Formosa, Chaco y Santa Cruz, en donde se investiga la comisión de supuesta evasión fiscal de las empresas de Báez. Según el semanario, el magistrado busca un delito preexistente que le permita probar que se lavó dinero. En la ley vieja de lavado, que rige para esta causa, se obliga a la Justicia a determinar que el dinero supuestamente lavado proviene de la comisión de otro delito, ya sea narcotráfico, tráfico de armas, de personas, piratería del asfalto, o el más común de probar: evasión fiscal. Para ello, el juez necesita comprobar que los 50 millones de euros que el empresario K sacó del país a través de Helvetic Group provienen de la comisión de un delito previo. Todo apunta a que el Principio de Ockham se aplica a Báez: la explicación más sencilla suele ser la correcta. Y la más sencilla siempre es la evasión de impuestos. Hasta el momento, en la causa en poder de Casanello, los más complicados son Leonardo Fariña y Federico Elaskar, señalados como presuntos “valijeros” del empresario K, y el ex dueño de SGI, la financiera a través de la cual se llevaron los 50 millones de euros a Suiza y regresaron a cuentas bancarias de Báez “blanqueados” como bonos de títulos públicos. No pueden justificar sus movimientos de dinero y bienes. Según Perfil, el Gobierno hizo lo posible para que Báez no fuera investigado en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), pero un ex equipo de la Dirección General Impositiva (DGI) tiene la llave para que la Justicia pueda avanzar contra Báez. Hay tres hombres que conocen a fondo una investigación que probó el supuesto delito de evasión entre 2007 y 2008: el ex director del organismo fiscal Horacio Castagnola; el número dos, Jaime Mecikovsky, y Norman Ariel Williams, quien tenía a su cargo la región de la DGI que abarcaba Santa Cruz, parte de Chubut y Tierra del Fuego. (Especial)

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