12 Noviembre 2013
INSPECCIONES. La terna arbitral, comandada por Fabián, recorrió el campo antes de comenzar la segunda parte del encuentro suspendido.
SUNCHALES.- (De nuestro enviado especial, Miguel Décima). Cuando pasado el mediodía el árbitro Gustavo Fabián anunció que el partido se podía jugar, un sensación de alivio se reflejó en los rostros de la delegación de San Martín. No era para menos. Según el reglamento, si el cotejo no se jugaba ayer, el juez debía informar al Consejo Federal la situación. Luego de analizar la situación se iba a disponer la reprogramación para otro día. Esto le acarrearía mayores gastos a los tucumanos, sólo por viajar 600 kilómetros para jugar los 49 minutos restantes.
LG Deportiva estuvo en el estadio de Libertad cuando Fabián hizo la inspección del campo. "El terreno no mejoró sustancialmente respecto a lo del domingo. Sigue teniendo mucha agua, aunque desde arriba se vea que está bueno. Además, existe predisposición de los directivos de terminarlo", dijo el salteño que estaba acompañado de Edgardo Sagger y Ángel Ayala, sus asistentes.
Dentro de un clima distendido, Fabián puso la nota risueña del mediodía. "Si no lo suspendo por el agua, lo tendría que hacer por los mosquitos ja ja. Es que cuando recorrimos el campo, prácticamente un 'ejercito' nos abordó y nos dejó los brazos a la miseria", dijo el norteño que tuvo que solicitar un poco de repelente para que los insectos lo dejaran tranquilo.
Para reafirmar los conceptos de Fabián estuvieron Diego Pave y Gonzalo Ojeda, que a su trabajo previo al reinicio del partido tuvieron que realizarlo munidos de repelente, porque el ataque de los mosquitos era insoportable.
LG Deportiva estuvo en el estadio de Libertad cuando Fabián hizo la inspección del campo. "El terreno no mejoró sustancialmente respecto a lo del domingo. Sigue teniendo mucha agua, aunque desde arriba se vea que está bueno. Además, existe predisposición de los directivos de terminarlo", dijo el salteño que estaba acompañado de Edgardo Sagger y Ángel Ayala, sus asistentes.
Dentro de un clima distendido, Fabián puso la nota risueña del mediodía. "Si no lo suspendo por el agua, lo tendría que hacer por los mosquitos ja ja. Es que cuando recorrimos el campo, prácticamente un 'ejercito' nos abordó y nos dejó los brazos a la miseria", dijo el norteño que tuvo que solicitar un poco de repelente para que los insectos lo dejaran tranquilo.
Para reafirmar los conceptos de Fabián estuvieron Diego Pave y Gonzalo Ojeda, que a su trabajo previo al reinicio del partido tuvieron que realizarlo munidos de repelente, porque el ataque de los mosquitos era insoportable.
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