Familias que carecen de agua en El Cadillal

Familias que carecen de agua en El Cadillal

12 Noviembre 2013
Se suele decir con frecuencia que Tucumán es una tierra de opuestos que sorprende constantemente no sólo al visitante, sino también a sus mismos habitantes. Como consecuencia del período de sequía que atraviesa la provincia, el agua ha comenzado a convertirse en un problema preocupante. La zona del piedemonte (Raco, San Javier), así como sectores de Tafí Viejo, Villa Carmela y Yerba Buena, son los más afectados.

Lo paradójico es que en El Cadillal, el embalse que provee de agua potable al Gran San Miguel de Tucumán, unas 150 familias que viven a metros del dique carecen de agua. Un tractor de la comuna que transporta un tanque de 8.000 litros, les provee de agua una vez a la semana. La zona más afectaba se ubica un kilómetro antes del arco de acceso y se extiende más allá del camping del gremio de camioneros.

Una vecina que construyó su vivienda en un lote que se halla a pocos metros del arco de acceso de El Cadillal le contó a un cronista de nuestro diario que desde hace 20 años carecen de agua. Las siete personas de su familia se las ingenian para vivir con un tanque de 500 litros. También llevan adelante un bar instalado en su casa que les sirve para subsistir, racionando el líquido elemento. "Sabemos que las cañerías están hechas, están puestas hace no mucho, pero no hay presión y seguimos en la misma. El agua ha sido siempre la promesa de todos los delegados comunales, pero nunca se termina de concretar", dijo.

Hay casas que cuentan con pileta de natación. Quienes desean llenarla deben recurrir a aguateros privados; el servicio particular de acarreo de 3.000 litros cuesta alrededor de $ 500. Los loteos ubicados a los costados de la ruta, así como el barrio El Morro, un sector de casas nuevas o en construcción, también se ven perjudicados por esta situación.

El comisionado rural atribuyó la demora en brindar la solución esperada al conflicto de usurpaciones que se suscitó en la comuna, entre otras causas, y adelantó que dentro de un mes se pondrá en marcha la bomba de la planta potabilizadora que hará llegar el líquido a todas las casas que carecen de él. Según dijo, las cañerías fueron ya instaladas en las calles principales y en el camino de acceso a la localidad; solo faltaría que la SAT instalara las tomas de agua de las veredas para que cada vecino pueda conectarse.

Lo llamativo es que pese a que no hay agua potable en esa zona desde hace mucho tiempo, se autorizaron loteos, así como la construcción de un barrio y de nuevas viviendas. Si bien se trata de un problema de infraestructura, no deja de ser un gran contrasentido que al lado de un embalse no haya agua.

De acuerdo con el pronóstico de los expertos en clima, la sequía se quedará en Tucumán por un tiempo considerable; en lo que va de noviembre se han registrado 14,4 milímetros -el promedio mensual es de casi 100- y las elevadas temperaturas comenzaron en octubre y perfilan un verano poco amable.

Sería importante que no sólo los moradores de El Cadillal tuviesen acceso al agua a la brevedad, sino que se diseñara una política de Estado destinada a la concreción de las grandes obras hidráulicas que necesita la provincia -como los acueductos de Anfama y de Vipos, por ejemplo- para no atravesar por situaciones extremas en los próximos años. No se debe esperar a que la crisis del agua estalle para sentarse entonces a buscar soluciones.

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