Cartas de lectores
07 Noviembre 2013
DÍA DEL CANILLITA

Florencio Sánchez nació el 17 de enero de 1875 nacía en Montevideo, Uruguay, en un humilde hogar constituido por sus padres y 11 hermanos. Siendo joven abandonó sus estudios secundarios, sin dejar de ser un incansable lector y, como muchos de sus compatriotas, cruzó el Río de la Plata para radicarse en este lado, en procura de salir de la pobreza. En sus comienzos fue lavacopas, lustrín y vendedor de diarios, actividad esta última que abrazó con cariño y dedicación. Tenía su parada en la calle Corrientes (entonces llamada Corrientes angosta) y Paraná, una esquina de vida apurada y desorganizada de artistas y escritores, y de predominio del ambiente teatral, por la existencia allí del histórico teatro Politeama. Florencio Sánchez, que de tanto en tanto regresaba a su Montevideo, se convirtió en periodista, escritor y dramaturgo. Fue autor de "M'hijo el dotor", "La Gringa" y "Barranca abajo", e hizo trascender la palabra "canillita", nombre que él eligió para una de sus obras, que estrenó en 1902. Una de las versiones periodísticas cuenta que la palabra canillita nace en Montevideo en 1897, cuando Sánchez llamó urgente a uno de los chicos encargados de la reventa de diarios, hijo de una mujer conocida con el nombre de María Canilla. En voz alta le dijo: "¡Canillita! ¡Canillita!" para comprar el diario, y así nació el singular apodo, que se popularizó en ambos países. El canillita, más allá de los vaivenes de la vida, se siente orgulloso de la calle que transita. Para él no hay feriados -salvo muy pocos- y no lo detienen las inclemencias del tiempo: con lluvia, con viento, con calor o frío, va por el centro de la ciudad o por calles desiertas en las primeras horas de la madrugada, corriéndole el telón a la noche y, mientras se vislumbra el amanecer de un nuevo día, vocea: "¡diario! ¡diario!" Cada 7 de noviembre los canillitas honran la memoria de Florencio Sánchez, que murió en 1910, a los 35 años , en Milán, Italia; por lo cual dicha jornada ha sido instituida como Día del Canillita. Detrás del paredón de la historia cultural deambulan en la memoria colectiva canillitas sin biografía que dejaron para el recuerdo su humildad y el timbre de su voz en el despertar de la ciudad. Felicidades, amigos canillitas.

Guillermo Corbalán Costilla
Marcos Paz 640
San Miguel de Tucumán


HALLOWEEN

En relación con la carta del lector Pedro Martínez (4/11) quisiera hacer algunas reflexiones. Amigo Pedro: mencionas "colegas docentes" por lo que colijo que esa es tu actividad, por lo tanto debes conocer que las políticas educativas actuales están basadas -y orientadas- a la chatura de los educandos , convirtiendo esa esponja que es el niño en receptor de ideas que nada tienen que ver con "el ser nacional", pese a su insistente proclamación. Pese a bregar por el respeto a la Madre Tierra, día a día esta castiga nuestros desatinos. No sé si será "fashion" (qué curioso, usas un vocablo extranjero) seguir modas foráneas, lo que sí se que a esta altura de mi vida atino a preguntarme qué hubiera pasado si nos conquistaban los ingleses, qué país seríamos; sin duda nada que ver con la triste realidad "nacional y popular" que vivimos. Nuestros antepasados indígenas construían fortalezas llamadas pucarás como un mirador para advertir la proximidad de enemigos, jamás pensaron aplicar ese nombre a un avión, como lo sugieres, ya que estos fueron construidos muchos años después, y fíjate qué ironía ya que fueron levantados con diseño norteamericano (adaptado a lo nuestro), motores y hélices del mismo origen, y asiento eyector nada menos que inglés. O sea que no son épocas de encerrarnos en nosotros mismos, sino de apertura e integración con el resto del mundo. Para tu conocimiento te cuento que en Miami y otras ciudades de EEUU se toma mate, se come empanadas y asado en numerosos restaurantes, lo mismo en Francia, y hasta en Tokio se celebra el Día del Tango, bailándolo, y a nadie se le mueve un pelo ni critica supuestas penetraciones culturales. Tus argumentos no te permiten advertir que nuestros jóvenes están perdiendo la noción y el significado del 9 de julio, pues sus actos celebratorios se convirtieron en meros mítines políticos muy lejos del sentido patriótico que deberían tener, y eso no parece preocupar a nadie, encerrados en denostar a Colón. Solamente un país, cuyos habitantes hacen honor y actúan según el vocablo más utilizado por ellos mismos pueden estar fijándose en estos detalles dejando pasar la oportunidad de pensar un país en serio.

Manuel Antonio Caro


ACCIÓN SOCIAL DE LA UNT

Creo un deber referirme a un problema de gravedad que puede producir, en breve tiempo, la  insolvencia y la inviabilidad de Acción Social de la UNT, el  servicio asistencial  de la comunidad  universitaria. En la actualidad, una vez superados los problemas administrativos, aparece un nuevo peligro con la masiva desafiliación de más de 500 aportantes en los últimos años. Curiosamente casi todos ellos se afiliaron a la obra social sindical (Osfatun). De proseguir con esta sangría de afiliados en poco tiempo ASUNT no podrá financiar sus prestaciones. El consejo directivo solicitó al Consejo Superior la suspensión del capítulo que regula la desafiliación para estudiar soluciones de fondo a esta grave situación. Por  ello el  máximo órgano de conducción de la UNT tiene ahora la responsabilidad de hacer cumplir la Ley de Educación Superior N° 24.521 que obliga a las  universidades nacionales a garantizar sus servicios asistenciales propios para toda la comunidad universitaria. De no hacerlo será la "crónica  de  una muerte anunciada" de uno de los mejores y más completos servicios asistenciales de todo Tucumán.

Blanca Cisneros


LA NIÑA DEL CARRO

El lunes, al regresar a casa por avenida Ejército del Norte cerca del 2.000, vi un carro tirado por caballos, que manejaba un hombre joven acompañado por su mujer y cuatro niños de edad muy temprana; el más pequeño era llevado por su madre en brazos. Lo que me llamó la atención fue la escena de la nena de no más de 3 años aferrada a la tabla externa del carro. La tensión de sus bracitos con el galopar de los caballos me llenó el alma de tristeza; pensé "¿qué cosa estamos haciendo tan mal para presenciar algo tan inhumano?" Mi imaginación no quería viajar ni pensar cómo y dónde come o duerme esta pequeñita. La pobreza y la humillación como sociedad de no contar con los medios para evitar que nuestros niños pasen por situaciones tan duras y que seguramente marcarán su vida a futuro. ¿Será que ya no sentimos que son "nuestros" niños? No es mi intención culpar a nadie, sino tal vez llamar a la reflexión de quienes pueden resolver pequeñas y muchas situaciones no se aferren a las "tablas" de sus propias seguridades.

Elizabeth Sly


LOS FERIADOS

"Este año concluirá con 21 descansos dispuestos por el Gobierno Nacional", dice el excelente editorial del 3 de noviembre. Lo hace en referencia a la antipática decisión de querer prolongar el período lectivo en los tórridos días del verano tucumano. ¡Si los feriados fueran menos! Porque los docentes saben que no son sólo los feriados en cuestión, sino el previo al feriado, que casi nunca hay dictado de clases, por los actos conmemorativos. Pero estos feriados que a los chicos les fascinan, no sólo atentan contra la educación, sino contra todo tipo de actividad que no sea la turística o las relacionadas con ella. Porque en esta política inclusiva del gobierno nacional, 800.000 turistas que es el promedio de gente que aprovecha los feriados largos, ¿es un número representativo de los millones de argentinos que vivimos en este hermoso país y que nos quedamos sin poder hacer nada, ni siquiera trabajar? Más de la mitad de esos viajeros son del gran Buenos Aires, que se trasladan a la costa. ¿Y el resto? ¿Deben cerrar sus negocios, trabajar a pérdida, temer la visita de los gremios que amenazan todo el tiempo quedarse en casa mascullando bronca o pensando todo lo que podrían haber producido en lugar de permanecer viendo por televisión lo lindo que está el clima en los centros turísticos más solicitados? La educación, es verdad, está deteriorada; no es la solución creer que la cantidad de días mágicamente mejorará la calidad. ¡Y estos feriados! Se recuerda ese relato de que los japoneses, para quejarse, trabajan más horas de las que se suponía debían, ¿verdad?

María Estela López Chehín


SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

Ver el majestuoso edificio de la Legislatura tucumana me provoca sentimientos encontrados. Por un lado: el confort, la tecnología y el diseño de punta que la definen, y por otro: desconcierto, cruzando la calle Muñecas, por la vereda del frente, los alumnos de ESEA, sin un patio techado, con sólo las galerías de la institución para resguardarse del sol y de la lluvia, tocando sus instrumentos, practicando coros, haciendo gimnasia, compartiendo almuerzos. ¿Ningún funcionario de la Legislatura advirtió esto? ¿No les da un poquito de vergüenza? Los invito a tomar cartas en el asunto.

Gabriela Ponce


EL BALNEARIO DE EL CADILLAL

Lamentablemente, venimos observando con sorpresa y desagrado lo que ocurre cada fin de semana en el balneario de El Cadillal muy cerca del embarcadero y las playas. Es alarmante el descontrol sonoro y de alcohol durante todos los fines de semana, con equipos de música y parlantes que emiten altísimos niveles de sonidos, lo que puede dejar severos daños auditivos ya comprobados para los que se animen a estar cerca de estos equipos. La venta de bebidas con alcohol es indiscriminada. La verdad no sabemos cuál es el fin, si hay cinco o seis equipos sonando a la vez con distintos tipos de música como compitiendo entre ellos, pero que afectan a todos los que quieren disfrutar de la sana naturaleza; nadie puede gozar de la buena música sea cual sea. Lo más llamativo que no hay un solo control por parte de las autoridades, ni policiales ni del IPLA. El turista se verá afectado y sus oídos también. Pero a esto se le suma que ante la necesidad de una ambulancia o un médico de urgencia hay que recurrir a la capital porque ni el delegado comunal ni el ministro de Salud deben saber, creemos, que el único CAPS de la zona atiende en horarios limitados y el que lo necesite fuera de ese margen, se embroma. Espero que nunca suceda un hecho para lamentar; será muy tarde si no se toman las medidas que correspondan.

Héctor Manconi
Bulnes 1.280
San Miguel de Tucumán

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