Al festejo lo armaron todos

Al festejo lo armaron todos

Hinchas, dirigentes y jugadores se repartieron responsabilidades para celebrar el cumple 104.

LA POSTAL DEL DÍA. La Ciudadela se tiñó de rojo y blanco más que nunca para festejar un nuevo aniversario del club; el equipo acompañó y devolvió gentilezas con un triunfo agónico, pero importantísimo. LA POSTAL DEL DÍA. La Ciudadela se tiñó de rojo y blanco más que nunca para festejar un nuevo aniversario del club; el equipo acompañó y devolvió gentilezas con un triunfo agónico, pero importantísimo.
03 Noviembre 2013
La gente iba llegando al baile emocionada. Así copó la cancha y decoró la fiesta en un día que arrancó con la caravana "ciruja" y los fuegos artificiales en los primeros minutos del sábado. A la mañana los dirigentes se encargaron de la ofrenda de cada año en Plaza San Martín, y a la tarde cuando el equipo salió al campo para enfrentar a Antoniana, La Ciudadela se convirtió en el más lindo de los escenarios para festejar el 104 aniversario. El cumpleaños feliz se entonaba en las cuatro gradas, mientras llovían papelitos y serpentinas en una bienvenida especial para el equipo.

Fue al mismo tiempo cuando la voz del estadio anunció la presencia del espectador mundialista. Sergio Goycochea era el testigo de lujo, agasajado y reconocido por la CD por su gran trayectoria como uno de los arqueros argentinos más importantes. "Es emocionante lo de la gente, esa es la verdad. Y claro que me gustó, me encantó", dijo "Goyco" en su primera vez como espectador en los palcos de Bolívar y Pellegrini. Claro que para él, la hinchada también tuvo aplausos.

Lo flojo del partido no opacó el espectáculo en las tribunas, esas que cuando el sol las apuntó brillaron en rojo y blanco más que nunca. Cuando terminó el primer tiempo el aliento tapó algunas broncas por el 0 a 0. Pero esos gritos incondicionales fueron solo la antesala de la función que los hinchas dieron para el complemento.

Los jugadores a la espera del segundo pitazo, en el campo giraban la cabeza de tanta fiesta. Los globos y el humo camuflaron a los fanáticos responsables de una Ciudadela que se movía. Ese fue su momento... Y para ellos hubo regalo, el más lindo de todos: el gol de Tambussi, la frutilla del postre. Y ahí se vino abajo la tribuna... Todo San Martín puso de su parte y aportó su granito de arena para un 104 inolvidable; con un triunfo que además de alargar los festejos reposicionó al equipo en el torneo. Es el regalo que se disfrutará largo plazo. "Sin duda que fue el mejor, La Ciudadela se lo agradeció a todo el equipo", dijo Jorge Garber, el presidente que le puso voz al agradecimiento que todos los hinchas se ganaron.

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