Murió Lou Reed: El rock alternativo está de duelo

Murió Lou Reed: El rock alternativo está de duelo

El músico, con su característica voz cavernosa, relataba la vida de bohemia en Nueva York, con letras llenas de lirismo y crudeza.

Murió Lou Reed: El rock alternativo está de duelo
28 Octubre 2013

El cantante estadounidense Lou Reed, uno de los más influyentes en el llamado rock alternativo, murió a los 71 años. Aunque se desconocen las causas de la muerte, el músico había sido sometido a una compleja operación en el mes de mayo en la que le trasplantaron un hígado.

Su esposa, la artista Laurie Anderson, había explicado entonces que había sido una operación de vida o muerte y que la operación se produjo cuando el cantante estaba ya al límite de sus fuerzas. "Se estaba muriendo", llegó a decir entonces en una entrevista en "Times of London". "No creo que se recupere nunca totalmente, pero seguro que volverá a hacer cosas en pocos meses".

Pocos días después, el propio cantante se jactaba de ser un "triunfo de la medicina": "Soy un triunfo de la medicina, la física y la química modernas. Estoy más fuerte que nunca", escribió en su página web. Decía entonces, que estaba "deseando volver al escenario a tocar y escribir más canciones".

Lewis Allan "Lou" Reed (Nueva York, 1942) sentó las bases del rock alternativo con su banda The Velvet Underground en la década de los 60 con temas como "Sweet Jane" y "I'm waiting for the man".

Junto al músico galés John Cale en 1964, Reed renovó el lenguaje del rock and roll con sus canciones caracterizadas por una inusual mezcla de ruido y melodía. En ellas relataba la vida bohemia del Nueva York de la décadas de 1960 a 1970, con letras llenas de lirismo y crudeza.

Su álbum de debut "The Velvend Underground & Nico" de 1967, con portada del artista Andy Warhol, se ha convertido en una de las obras de referencia de la música contemporánea.

Sin éxito comercial

De todos modos, esta influencia no se tradujo en un éxito comercial inmediato pero sí le sirvió para ganarse una reputación que le permitió relanzar su carrera en solitario en los 70. Su música camaleónica, plagada de letras que rozaban la poesía le hicieron ganarse la fama de poeta del rock.

Himno generacional

En su haber tiene más de 20 álbumes de estudio, entre los que destacan "Transformer" (1972), que incluía el éxito "Walk on the wild side", que se convirtió en un himno generacional inmediato y que estaba inspirado en el lisérgico "way of life" propiciado por And Warhol y su Factory, al que Reed se aficionó.

Uno de sus últimos trabajos, fue "Lulu" (2012), un disco experimental y que le hizo ganarse muchas críticas.

Los críticos, acusaban al disco, fruto de la colaboración del músico con Metallica, de ser fruto del puro interés comercial. El álbum está inspirado en la obra de teatro Lulú de 1937 del dramaturgo alemán Frank Wedekind, que trata sobre la vida de una bailarina que fue víctima de abusos sexuales.

La última vez que el líder de Velvet Underground se subió a un escenario fue en abril pasado, en el festival Coachella. Pero el cantante se vio obligado a cancelar el resto de conciertos acordados aquel mes alegando "complicaciones inevitables" que podrían haber estado relacionadas con sus problemas de salud.

ANÁLISIS

Ese maravilloso poeta urbano - Por Guillermo Monti

¿Por dónde empezar? Si murió Lou Reed (¿murió Lou Reed? ¿no será un falso rumor, como aquel que se esparció en 2001?) hay mucho que decir. Y, sobre todo, mucho que escuchar. Empecemos entonces por "Songs for Drella", bellísimo y profundo álbum que Reed y John Cale le dedicaron a Andy Warhol. Al amigo, mentor y mecenas. En cualquier top ten sobre el legado que Reed le deja a la música contemporánea "Songs for Drella"ocupa un puesto destacado.

El disco sirve para unir los mundos entre los que Reed se movió durante medio siglo de vida artística. El de Velvet Underground, la banda de culto que explica por qué el CBGB neoyorquino estaba a la vanguardia de la vanguardia, y el de su imponente carrera solista. Universos complementarios de un todo tan rico como el espíritu de Reed.

Pocos poetas urbanos decodificaron con tanta precisión el idioma de las almas perdidas. Tom Waits. Morrissey. Thom Yorke. Algunos más. Por esas calles transitó Reed con su guitarra y su voz cavernosa e inconfundible. Las letras de Reed son filosas, dolorosas, reales.

Si "Transformer" le marcó la cancha al glam en sintonía con David Bowie y Marc Bolan, "Berlin" fue una ópera rock incomprendida y maldita en su época. En julio pasado se cumplieron 40 años de la edición del álbum, joya existencialista tan negra como imprescindible. Adiós "Walk on the wild side". Hola "The kids".

La adicción de Reed al trabajo se tradujo en obras monumentales, como "The raven". Allí combinó sus canciones con textos de Edgar Allan Poe recitados por actores de primera línea: Willem Dafoe, Steve Buscemi, Amanda Plummer, Christopher Walken...

La potencia de la Velvet Underground, sus temas a veces feroces, a veces minimalistas, casi siempre inspirados, hicieron de Reed un fenómeno. Apadrinado por Warhol, para más datos.

Cuando la banda se disgregó Reed desplegó sus antenas y captó admirablemente el signo de los tiempos. Se rodeó de músicos brillantes (¡y hasta terminó casado con Laurie Anderson!) y se trepó a proyectos en los que olió fragancias de originalidad. Desde Tom Tom Club y Rubén Blades, pasando por los Smithereens, hasta desembocar en Gorillaz y Metallica.

Siempre escribió sobre la vida. El dolor, las pérdidas, los sentimientos confusos. Y sobre el sexo y las drogas, por supuesto, pero con la suficiente altura como para despegarse del estereotipo rockero. Reed nunca se instaló en la vidriera. Simplemente, contó las historias que tenía a mano. Las suyas -abundantes, está claro- y las que recogió en la calle. Ese fue, a fin de cuentas, su feroz y trepidante lugar en el mundo.

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