El fútbol en la sangre

El fútbol en la sangre

Los jugadores que heredaron la onda de la redonda. El caso de los Sánchez y muchos otros alrededor del mundo.

12 Octubre 2013

En estas historias de herederos futboleros, conocidos y no tanto, Juan Amador Sánchez es el papá más orgulloso. "Tengo tres hijos pero uno solo futbolista. Alan ya tiene 27, jugó en Platense, Huracán, Boca Unidos, en Grecia, Chile, Ecuador...". El técnico de San Martín enumera logros de su pibe, el que ya creció. Pero se detiene. ¿Qué sentiste la primera vez que lo viste con ganas de jugar al fútbol y seguirte lo pasos? "Uff, ehh. Pará, pará, después seguimos. Es que me emociono..." Con los ojos rojos a punto de estallar se marcha Juan al vestuario del DT en el Complejo "santo". La nota queda en stand by un par de minutos, hasta cuando él vuelve para ponerle el pecho a tantos recuerdos. 

¿Te hice acordar de muchas cosas? "Es que está afuera (en Macará de Ecuador) y me pongo medio loquito...", contesta papá Sánchez. "Uno no piensa qué es lo que va a hacer su hijo, lo único que piensa es apoyarlo en todo. Y bueno Alan, arrancó haciendo inferiores en Huracán y jugando al baby en Independiente. Un nivel bárbaro lo llevó a debutar jovencito en la Primera de Platense y que fue una alegría enorme", cuenta recordando a la mascota cazó la bocha y se puso a jugar. "Cuando yo jugaba ahí él era la mascota del equipo, a los tres años mis compañeros lo vestían de jugador y salía con nosotros a la cancha. Y después verlo en Primera...", cuenta. 

Alan la rompió en el "calamar" y después de sus experiencias internacionales volvió al país para ser dirigido por su propio papá. "Fue en Platense y en Boca Unidos", cuenta J. Amador. "Le exigía más que al resto y él me decía 'papi aflojáme'. Y le decía que bueno, me salía así. Él era mi hijo cuando terminábamos los entrenamientos", agrega.

Juan seca cada lágrima que le deschava tanto amor. "Él se crió al lado mío, pero en este momento está en Ecuador, se casó y va a ser papá y la verdad que estamos muy felices con la carrera de Alan porque la hizo con mucho sacrificio: me acuerdo que nosotros vivíamos en Parque Patricios y él se tomaba tres colectivos para ir a entrenar todos los días a Platense, volver e ir al colegio. Y terminó el secundario siendo abanderado así que para un papá no tengo más que agradecimiento a Dios", dice.

Es pura emoción papá. Se le quiebra la voz. Respira. "Su carrera lo llevó por un montón de lados ¿viste?" Se te fue. "Claro, lo que pasa es que Alan me hace acordar mucho a mi. También me fui a los 17 años de mi pueblo, dejé toda mi familia por mi carrera. Perdí a mi padre y no lo pude disfrutar, perdí a mi hermanito con 25 años y por ir atrás de ese sueño de futbolista dejé muchas cosas que son irremplazables y que no se recuperan más. Y Alan también, por eso me comparo", aclara.

En la distancia que hoy los separan ellos siguen más que unidos por el fútbol porque Alan es de esos jugadores que se sabe todo, de todas las ligas. ¿Le ves futuro como DT? "Capaz que sí porque le gusta mucho. Fijáte vos, un detalle: él está jugando en Ecuador y a mi me anota todos los trabajitos que hace su técnico y después me los pasa. Tiene un cuadernito con trabajos. Capaz que el día de mañana también sea técnico", sonríe.

Entonces estaría bueno hacer una dupla... "Uff, sería bárbaro." Piensa en lo que puede venir y las lágrimas le vuelven a cortar el habla al DT. Con Alan algún día a su par la coincidencia será extrema y, si no, la herencia en los Sánchez ya hizo su parte: Juan Amador es un ejemplo gigante de los papás más chochos de sus hijos que les siguieron los pasos.

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Radamel Falcao

El "Tigre" heredó los dones de Radamel Enrique García King, aunque hoy el verdadero rey de la familia sea el goleador de Mónaco, el gran "cafetero" del momento. El mayor de los García fue furor en su tierra por los '80, pero el hijo trascendió las fronteras, a puro gol.

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Alan Sánchez

No salió defensor como papá, pero de 10 pasó a ser doble 5 en Boca Unidos. Antes de Levadiakos y Manta, fue figura en el Huracán de Cappa. Se rompió la rodilla y lo reemplazó Javier Pastore.

Matheus Oliveira

Tenía dos días cuando Bebeto festejó su gol mundialista (1994) ante Holanda recordándolo como si lo estuviera acunando. El descendiente del brasileño ya juega de enganche en Flamengo, tiene 18 años y un gran futuro europeo.

Jorge González

Hay más de un González desperdigado en un campo de fútbol, pero el mayor de los cinco hijos del gran Raúl imitó la mejor característica del ídolo español: es goleador. Tiene 13 años y comenzó a hacer camino en Fortuna Dusseldorf.

Brooklyn Beckham

Tiene 14 años y, de la mano del exitoso David, se crió en la cantera de Los Ángeles Galaxy para volver a su tierra inglesa y ser la ficha más prometedora de Queen Park Rangers. Como el rubio, juega con la 7 y ya es de Selección.

Xabi Alonso

Como a su papá Periko (que jugó en los '70), fue Real Sociedad el que lo vio dar sus primeros pasos. Ahora ambos volantes (el retirado y el de Real Madrid) pueden decir, entre otras cosas, que hasta cargan al menos un mundial.

Juan Amador Sánchez

El DT "santo" también dirigió a Platense y Boca Unidos, donde compartió vestuario con Alan. Como jugador tuvo la chance de vestir más de una vez colores enemigos: jugó en Boca, River, San Martín y Atlético.

Pepe Reina

El histórico 1 de Liverpool recibió de Miguel las habilidades para custodiar la red (siempre atajó en España), aunque hasta ahora no lo pudo igualar en premios por valla menos vencida. Igual, el Reina chico sí pudo ganar un mundial.

Diego forlán

El ídolo "celeste" aún no jugó tres mundiales, pero ya es el jugador que más veces defendió a Uruguay. Mientras sus goles lo hicieron conocer clubes de todo el mundo, su papá Pablo jugó siempre en Peñarol y Brasil, donde hoy está "Cachavacha".

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