Dolor en el Aero Club: "Han muerto en su ley, haciendo lo que les gustaba"

Dolor en el Aero Club: "Han muerto en su ley, haciendo lo que les gustaba"

Desde la comisión lamentaron la pérdida humana. "Tenían una trayectoria intachable". La emotiva anécdota del avión amarillo.

UN SUEÑO HECHO REALIDAD. Fares, apoyado a la avioneta que les llevó 18 años arreglarla. FOTO TOMADA DE TWITTER / ‏@JOSEMAXIMARTIN1 UN SUEÑO HECHO REALIDAD. Fares, apoyado a la avioneta que les llevó 18 años arreglarla. FOTO TOMADA DE TWITTER / ‏@JOSEMAXIMARTIN1
11 Octubre 2013
El Aero Club de Tucumán está de luto. La tragedia de Villa Chicligasta, que terminó con la vida de Alberto "Popi" Di Lella, Guillermo Fares y Gerardo Alfredo Gramajo, golpeó duro a quienes tienen alas en su corazón. Y aunque aún deben realizale distintas pericias a la avioneta siniestrada, desde la institución coinciden en que fue "una desgracia" la que apagó la vida de los "Viejos Queridos", como eran conocidos.

"Eran referentes del Aero Club, los tres. Socios vitalicios, personajes históricos y excelentes personas, muy queridas. Siempre estuvieron ligados a la aeronáutica. Estamos muy dolidos. Pero han muerto en su ley, en lo que a ellos les gustaba", expresó Adrian Lombardi, tesorero del Aero Club, con sede en Horco Molle.

Lombardi señaló que Di Lella y Fares formaban parte de la comisión directiva, mientras que Gramajo también era piloto y estaba muy vinculado a la mecánica. Respecto al accidente, consideró que se trató de una falla de la nave. "Eran miembros honorables, hace más de 30 años que estaban. Tenían una trayectoria intachable, nunca tuvieron un llamado de atención en su forma de volar".

Los momentos previos

La aeronave Ryan Navion partió a las 8.30 con rumbo a la localidad cordobesa de Río Cuarto. "Las comunicaciones están grabadas. Desde que salieron se escuchan voces firmes. La última comunicación fue cinco minutos antes del accidente y la voz de 'Popi' era perfecta, dijo el tesorero.

Una emotiva anécdota

Lombardi contó que los "Viejos Queridos" eran unos apasionados por los aviones. Tanto, que le dedicaron 18 años a la restauración de la avioneta en la que pasaron sus últimos minutos de vida. Luego de casi dos décadas de muchos esfuerzos, lograron hacerlo despegar hace dos años. "El primer día que voló, nos abrazamos y lloramos todos. Ahora también nos abramos y lloramos en la pista, pero por la muerte de ellos", contó con la voz colmada de dolor.

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