Cuando el lejano oeste quedaba a la vuelta de la esquina

Cuando el lejano oeste quedaba a la vuelta de la esquina

Las películas de vaqueros apasionaban a los cinéfilos de las salas oscuras y las pantallas grandes. La guardia vieja recuerda a John Wayne y los más contemporáneos, a Clint Eastwood. Ford o Leone, entre los directores

Por cierto, no figuran todas las que son, ni tampoco todas las que se filmaron. Lo cierto es que las películas de vaqueros -o cowboys- marcaron la infancia de quienes hoy superan las cinco décadas o de los que disfrutan del privilegio de transitar por la séptima o la octava década.

Claro está que las que se mencionan son aquellas de tiempos de salas cinematográficas colmadas, de tranvías, de trolebuses, de bicicleta, de trenes y de motonetas Vespa o Siambretta. Épocas donde la pantalla blanca nos colmaba de fantasías, tanto en los cines del centro como en los barriales. Años en los cuales el séptimo arte transformaba las costumbres de las familias tucumanas y generaba diversas prácticas sociales que se desarrollaban, tanto vinculadas al espectáculo como a sus ámbitos de proyección.

Los unos y los otros

Sin dudas, en el período 1930-1970, un poco menos de 50 salas, incluídas las del casco céntrico y las de la periferia, funcionaban a pleno.

Sin embargo, los de la vieja guardia, en el duro oficio de conquistar el oeste, evocarán a los directores King Vidor o John Ford; y los más contemporáneos se inclinarán por Sergio Leone, el padre putativo de los westernsspaghetti. Tanto uno como otro nos contagiaron la alegría de jugar a los vaqueros, montados en un palo de escoba transformado por nuestra imaginación en caballo de galope veloz, saltos espectaculares y entendimiento superlativo.

El profesor Aldo Bulacio, un docente jubilado experto en películas sobre el Lejano Oeste, recordó una de las obras maestras de Leone: "Hasta que llegó su hora". "Del género es lírica como pocas y culmina con uno de los duelos más esperados de la historia del cine. Una venganza largamente retrasada en un clímax único. Charles Bronson en el papel de su vida. Henry Fonda como inolvidable villano", contó.

"Ennio Morricone me pone la piel de gallina -añadió-. Cada vez que la vi no pude evitar emocionarme y pensar en el Lejano Oeste, en el nacimiento de una nación, que avanzó a marchas forzadas, perdiéndose sus antiguos héroes en el polvo del olvido. Y también pienso en Claudia Cardinale".

En la memoria"Los Comancheros, dirigida por Michael Curtiz, quedó grabada en mi memoria", contó el ingeniero Elíseo "Lito" Gómez. "John Wayne -agregó -en su papel favorito como intachable 'ranger' de Texas se enfrentaba a una banda de delincuentes, que proporcionaban armas y licor a los indios en las vísperas de una guerra. Es un filme memorable sobre el honor y las segundas oportunidades".

En "Ted Post", estrenada en 1967 en el Plaza, donde Clint Eastwood aportaba su impagable estampa en la piel de un hombre inocente, linchado por nueve personas sin motivo aparente. "Eastwood finalmente se convertirá en oficial del ejército y podrá consumar su venganza", contó el martillero público Ricardo Carranza.

"Tampoco podemos olvidarnos de Los siete magníficos, de 1960, de John Sturges. James Coburn, Charles Bronson y Yul Brynner, entre otros, protagonizan este famoso filme que, en realidad, es una adaptación de Siete Samurais de Akira Kurosawa. Un grupo de hombres decentes protegen una villa mexicana de un grupo de forajidos. Y a Dos hombres y un destino (Butch Cassidy and the Sundance Kid), de GeorgeRoy Hill, que se produjo en 1969", subrayó Lucio Piérola, otro cinéfilo apasionado de las películas de vaqueros. "Muy poca gente de esa época -prosiguió- habrá tarareado la famosa canción de Burt BacharachRain drops Keep Falling on my Head de esta película". 

Final inolvidable

El otrora basquetbolista y ejecutivo de ventas de una conocida firma de jabones, Pila Cuevas, trajo al presente a "Gregory Peck, en un papel poco común en su carrera, y a Jennifer Jones, que dan vida a una de las parejas más problemáticas de toda la historia del género en Duelo al sol'. El filme de King Vidor, de 1946, pleno de momentos inolvidables, tiene un final legendario, al realizar el western una analogía de Lo que el viento se llevó". En el documental The American West de John Ford, John Wayne recordó la primera vez que Ford rodó en Monumental Valley. Y esa fue con La diligencia. Algo así como la quintaesencia de lo que es una película del Oeste con unos personajes inolvidables: el jugador, la prostituta, la señorita, el comerciante de licor, el banquero corrupto, el médico borracho y un fugitivo de la ley. Además, el mayoral y su ayudante. La música es inolvidable, y algunos momentos irrepetibles, como la parada de la diligencia por parte de Ringo Kid", describió emocionado Julio Oscar Rojas, un retirado periodista y fanático de las películas de cowboys.

Las mejores Lo bueno, lo malo y lo feo (1966), de Sergio Leone, con Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach; que con Por un puñado de dólares(1964) y La muerte tenía un precioo Por unos pocos dólares más (1965) completan la trilogía del dólar: Sin Perdón (1992), dirigida y protagonizada por Clint Eastwood con Gene Hackman, Morgan Freeman y Richard Harris, entre otros; Raíces Profundas (1953) con Alan Ladd, Jean Arthur y Van Heflin; Río Bravo de John Sturges, con Burt Lancaster y Kirk Douglas; y El último pistolero, de Don Siegel, en la despedida de John Wayne, que enfermo de cáncer tomaba láudano para el dolor, son las películas de vaqueros más recordadas por los cinéfilos locales del 40 al 70.

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