30 Septiembre 2013
CERCA. Luego de la misa, Francisco saludó a los fieles; eran más de 80.000 los que escucharon su homilía. REUTERS
"Quien corre detrás de la nada, él mismo se convierte en una nulidad". Ese fue el mensaje central de la homilía de ayer del Papa Francisco durante la misa que se celebró en la Jornada de los Catequistas. Allí, decenas de miles de fieles y peregrinos escucharon al Papa, que advirtió sobre los riesgos que implica acostumbrarse a la comodidad, a la mundanidad en la vida y en el corazón, y a tener como centro el bienestar propio. "Si las cosas, el dinero y la mundanidad se convierten en el centro de la vida, nos aferran, nos poseen y perdemos nuestra identidad", enfatizó.
Según publicó la agencia Télam, el Sumo Pontífice argentino también animó a los fieles: "Nos tenemos que preguntar por qué los hombres caemos en el peligro de encerrarnos, de poner nuestra seguridad en manos de las cosas, que al final nos roban el rostro humano". Ante este interrogante, Jorge Bergoglio se respondió: "Esto ocurre porque perdemos la memoria de Dios, sin la cual todo termina aplastado en el yo, en mi bienestar".
La multitudinaria misa se realizó en la Plaza de San Pedro ante catequistas y fieles de todo el mundo, que peregrinaron a la tumba de Pedro, en el marco del Año de la Fe.
Lazos que no se rompen
La amistad para ellos no se ha apagado. Por ello es común que Francisco comparta desayunos, almuerzos y cenas con un rabino, incluso en días festivos para el judaísmo, como el shabat. Pero para el mundo, esto nunca antes había pasado en la historia de las relaciones judeocristianas. Sucede que el Papa y el rabino Abraham Skorka no abandonaron sus charlas y por estos días son protagonistas de una situación sin precedente en El Vaticano. "Y esto hay que contarlo, porque nuestra amistad es una señal de que se puede avanzar en el diálogo interreligioso", dijo Skorka al diario La Nación. El rector del Seminario Rabínico Latinoamericano y autor junto con el ex cardenal primado de Buenos Aires del libro "Sobre el Cielo y la Tierra", viajó a Roma invitado por la Comunidad de San Egidio para participar de un encuentro por la paz.
El Papa y su amigo rabino planean ir juntos a Tierra Santa en 2014, porque Francisco fue invitado tanto por Israel como por la Autoridad Nacional Palestina. Además, el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, líder de la Iglesia ortodoxa, quiere conmemorar los 50 años del encuentro entre Atenágoras y Pablo VI en Jerusalén. "Su presencia ayudaría mucho, ya que en este momento se están retomando las conversaciones de paz", reveló el rabino argentino.
Según publicó la agencia Télam, el Sumo Pontífice argentino también animó a los fieles: "Nos tenemos que preguntar por qué los hombres caemos en el peligro de encerrarnos, de poner nuestra seguridad en manos de las cosas, que al final nos roban el rostro humano". Ante este interrogante, Jorge Bergoglio se respondió: "Esto ocurre porque perdemos la memoria de Dios, sin la cual todo termina aplastado en el yo, en mi bienestar".
La multitudinaria misa se realizó en la Plaza de San Pedro ante catequistas y fieles de todo el mundo, que peregrinaron a la tumba de Pedro, en el marco del Año de la Fe.
Lazos que no se rompen
La amistad para ellos no se ha apagado. Por ello es común que Francisco comparta desayunos, almuerzos y cenas con un rabino, incluso en días festivos para el judaísmo, como el shabat. Pero para el mundo, esto nunca antes había pasado en la historia de las relaciones judeocristianas. Sucede que el Papa y el rabino Abraham Skorka no abandonaron sus charlas y por estos días son protagonistas de una situación sin precedente en El Vaticano. "Y esto hay que contarlo, porque nuestra amistad es una señal de que se puede avanzar en el diálogo interreligioso", dijo Skorka al diario La Nación. El rector del Seminario Rabínico Latinoamericano y autor junto con el ex cardenal primado de Buenos Aires del libro "Sobre el Cielo y la Tierra", viajó a Roma invitado por la Comunidad de San Egidio para participar de un encuentro por la paz.
El Papa y su amigo rabino planean ir juntos a Tierra Santa en 2014, porque Francisco fue invitado tanto por Israel como por la Autoridad Nacional Palestina. Además, el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, líder de la Iglesia ortodoxa, quiere conmemorar los 50 años del encuentro entre Atenágoras y Pablo VI en Jerusalén. "Su presencia ayudaría mucho, ya que en este momento se están retomando las conversaciones de paz", reveló el rabino argentino.
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