Loreto cerca de ser un buen recuerdo

Loreto cerca de ser un buen recuerdo

Los furtivos y la crisis hídrica golpean al sitio pesquero.

PREOCUPANTE. El nivel de agua del río Dulce asusta a los deportistas. PREOCUPANTE. El nivel de agua del río Dulce asusta a los deportistas.
27 Septiembre 2013
Pucha que lindo/pago fue la Villa Loreto/ rodeado de gente feliz de paz y respeto.

"El violín de Tatacu" suena a mil en la camioneta. Los pescadores se emocionan cuando escuchan la canción que les da la bienvenida a esa hermosa tierra santiagueña ubicada a unos 225 kilómetros de nuestra ciudad. Esperan entusiasmados poder concretar una buena jornada, llena de capturas y cargadas de emociones.

Al tan-tan del campanario/ se llenaba el viejo templo/ y la Virgen de Loreto/ les daba su bendición.

Sábado, bien tempranito, los deportistas imploran para que el sol los acompañe. Había pasado casi un año desde la última vez que habían probado suerte en el lugar. Por eso esperan ansiosos que el Dulce les ofrezca esas piezas feroces que prometen una segura y apasionada lucha. Están bien preparados para el desafío. En el equipaje llevan para probar suerte con equipos de variada, de spinning y de pesca con mosca. 

El río Dulce dejaba canales y acequias/ el paisano con su arado/canturreando vidalitas/ sembraba siempre soñando/cosechas y dichas sin fin.

Primera sorpresa. El río, por estos lares, no es tan bravo como en otros tiempos. Algunos hasta se asustan por el bajo nivel del agua. Santiago del Estero es otra de las provincias del NOA que está sufriendo por la crisis hídrica. Y eso influye -y mucho- a la hora de pescar. No hay demasiados lugares para elegir. Simplemente hay que ubicar los pozos donde los bagres, las bogas -todas de buen porte- y algún que otro pícaro doradillo -cada vez son menos y se devuelven por estar vedada su pesca- se tientan con los artificiales y las moscas.

Tatacu Carmen y su violín/tocaba la siesta/ en épocas de carnaval/andaba la siesta/embrujando trincheras hasta el amanecer

El sol calienta como esperan los pescadores. El pique está en su mejor momento. Las bogas con trozos de corazón o de carne son las protagonistas. Y todo podría ser mejor si no fuera por los pescadores que se ensañan con la fauna ictícola pescando al choque... Sistema cruel si los hay. Arman un aparejo con varios anzuelos y esperan rozar algún pez para recogerlo. Dicen que así capturan sábalos, pero en realidad, no perdonan a ninguna de las especies, y tampoco tamaños.

Carpintero era su oficio/botero y nadador/vencedor del río Dulce/quichuista de lo mejor.

"Ya no es lo mismo, no vienen muchos pescadores, se van pa' otro lado", reconoce Juan Carlos, un lugareño afligido. Recuerda con amargura los tiempos en el que la zona era invadida por personas que buscaban fundamentalmente los grandes dorados, las bogas y los bagres que nunca faltaban, y las feroces tarariras que decían presente cuando caía el sol. "No se si algún día se podrá recuperar este sitio pesquero", comenta Pedro, un tucumano fanático de la zona.

Así llego el día/que tan triste contarlo/El río Dulce y su bravura/se llevó a Villa Loreto...

En este caso no hay creciente, es la mano del hombre la que causa tanto desastre. Desde hace varios años que el río sufre la presión de los pescadores que muy poco les importa el futuro. Loreto ya no es ni una sombra de lo que fue en otros tiempos. Ahora, después del daño, todos extrañan esas jornadas con capturas inolvidables.

Todo eso ya es recuerdo/que me oprimen el corazón.

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