Los Contini están en ganadores

"Fue la primera vez que me pasó. Apenas terminé mi torneo, y a sabiendas que lo había ganado, supe que él estaba cerca de adjudicarse el suyo. Y me fui a ver cómo terminaba la ronda. Por supuesto que cuando lo logró, me sentí muy feliz". Roberto Contini describe de esta manera las sensaciones que le recorrieron el cuerpo cuando, hace algunos días, fue protagonista de una curiosidad en el golf: vencer junto con su hijo, Martín, en distintos torneos Abiertos jugados en Tucumán. Uno lo hizo en el de Seniors de Jockey Club, y el otro en el de Aficionados Scratch de San Pablo.

La singular situación sumó una página más a la historia de la familia en el deporte, que por el momento tiene en Martín al mayor protagonista. A los 18 años es uno de los jugadores de mayor proyección con que cuenta Tucumán y acumula muy buenos antecedentes en el campo amateur. Su presente robustece su sueño: el de convertirse en profesional.

Claro que su papá no le va en zaga en lo deportivo. No solo juega golf (tiene 24 de hándicap y en breve bajará a 18), sino que es un fanático del fútbol y fundamentalmente del club San Martín, en cuya directiva está hace nueve años. Allí ocupa actualmente el cargo de protesorero. "Me identifico tanto como la institución de La Ciudadela que hasta a Martín, que es mi hijo mayor, le puse ese nombre por mi pasión 'rojiblanca'. Años atrás, jugaba al fútbol y era maratonista. Hasta que un día, hace 12 años, empezó mi relación con el golf", cuenta Roberto.

El farmacéutico de profesión se muestra afable y cuenta cómo fue ese comienzo. "Un amigo me llevó a Las Yungas. Yo no quería saber nada, él fue a tomar clases. Entonces se me ocurrió practicar un tiro. Y después hubo otro, y otro. Y ya nunca más dejé. Con los años, mis chicos me siguieron. Y hoy, además de Martín, lo juega Francisco, de 12 años, que desde mi punto de vista es muy bueno".

Martín, por estos días, está en Rosario adonde viajó para participar de la fecha 1 del Nacional de Aficionados. El es más que un entusiasta golfista. "Me paso horas pegándole a la pelotita. Desde que terminé el secundario, creo que estoy nueve o diez horas haciéndolo. A esto lo hablé con mis padres: yo quiero probar como profesional, entonces pedí un año, o dos, de gracia con el estudio, ya que pienso dedicarme a la psicología. Si no me va bien con el juego, vuelvo a los libros" dice el joven que cumplirá 19 años en noviembre. El papá asiente: "cómo no le iba a dar esa posibilidad, si él siempre se mostró aplicado en el colegio. Lo terminó en diciembre de 2012 en el Salesiano General Belgrano, con muy buenas notas. No había forma de decirle que no. Yo veo que él le pone muchas ganas para concretar su sueño. Y si él es feliz, yo también".

Roberto dice trabajar casi todo el día en la farmacia, pero que eso no le quita la posibilidad de hacer de "remisero" de sus cuatro hijos. Como tampoco le impide jugar al golf. "Es un deporte que me sirve como cable a tierra, al tiempo que me permite hacer amigos", confiesa. Cuando se la pregunta si su esposa, María Alejandra Melián, le sigue los pasos, ríe con ganas y dice: "¡ella es ojota para los deportes! Pero debo admitir que es una gran compañera. Está con los chicos y conmigo en todo momento".

"Fue gracioso ver que con Martín ganamos el mismo día un torneo importante. No tanto por él, porque sale seguido en LA GACETA gracias a sus triunfos y nivel de juego, sino por mí, que apenas soy un entusiasta. Pero bueno, se dio así y lo disfrutamos mucho. Ahora, a seguirlo a Martín y a hacerle el aguante a Francisco, ¡que los Contini tienen mucho por hacer todavía!", cierra con entusiasmo.