08 Julio 2013
BUENOS AIRES.- El mayor desafío que enfrenta la alianza liderada por Francisco de Narváez será conseguir que las primarias lo conviertan en el principal polo alternativo al kirchnerismo para las elecciones de octubre y desde ese lugar reclamar el voto útil contra el gobierno de Cristina Fernández.
La estrategia todavía se está armando, pero la idea central gira en torno a mostrarse como la única fuerza opositora que puede reunir a los peronistas disidentes y los sectores independientes, sobre todo de clase media.
¿Cómo podrían conseguirlo? Acentuando el debate de cada uno de los temas cotidianos que preocupa a la población y mostrando qué tipo de solución propone cada alternativa política.
En el denarvaísmo aseguran que una discusión temática entre los candidatos mostrará en qué lugar está cada uno, dónde se ubica en el presente y cómo explica su pasado. Confían en que el rol opositor al gobierno nacional construido en los últimos cuatro años les dará firmes chances de ser la alternativa al oficialismo en la provincia de Buenos Aires.
El centro de la estrategia desarrollada en los últimos meses para las PASO de agosto estuvo centrado en la búsqueda de la polarización con kirchnerismo y quedó resumido en la consigna "Ella o vos", con la que se empapelaron paredes y se llenaron discursos.
El modelo de situación que buscaba reproducir fue la elección de 2009, cuando De Narváez le ganó a la lista que encabezó Néstor Kirchner (en la que estaban Daniel Scioli y Sergio Massa) por una diferencia de dos puntos. Entonces, De Narváez junto a Felipe Solá y el PRO lograron atraer a muchos peronistas disidentes e independientes disconformes con la gestión oficial.
El denarvaísmo reconoce que esa posibilidad quedó muy golpeada desde el momento que Massa presentó su propia lista alternativa al kirchnerismo porque generó un foco de atracción para los que tienen críticas a las políticas del gobierno nacional y en particular al estilo de conducción de la presidenta Cristina Fernández.
Sin embargo, creen que la situación es transitoria porque la opinión general que relevan las encuestas en estos días está todavía bajo el impacto de la noticia del desprendimiento de Massa y las chances que esto le otorgaría.
Simbolismos
El anuncio de Massa les restó aliados que tenían un fuerte poder simbólico, como la agrupación sciolista La Juan Domingo que integraba las primeras listas de de Narváez, pero finalmente recaló en el massismo. El mismo rumbo tomó el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, pese a que había compartido actos con José Manuel de la Sota, Hugo Moyano y el propio De Narváez.
De Narváez tiene un pelea electoral en dos frentes: con el gobierno nacional para esmerilarle las posibilidades y sobre todo con Massa, ante quien se presentará como "el único peronista opositor" y lo seguirá acusando de "caballo de Troya" del kirchnerismo.
Mientras, deja picando la sospecha de que muchos de los integrantes de la boleta del intendente de Tigre no dudarán en volver a ser K porque allí estuvieron durante 10 años y se alejaron hace apenas unas semanas.
La estrategia todavía se está armando, pero la idea central gira en torno a mostrarse como la única fuerza opositora que puede reunir a los peronistas disidentes y los sectores independientes, sobre todo de clase media.
¿Cómo podrían conseguirlo? Acentuando el debate de cada uno de los temas cotidianos que preocupa a la población y mostrando qué tipo de solución propone cada alternativa política.
En el denarvaísmo aseguran que una discusión temática entre los candidatos mostrará en qué lugar está cada uno, dónde se ubica en el presente y cómo explica su pasado. Confían en que el rol opositor al gobierno nacional construido en los últimos cuatro años les dará firmes chances de ser la alternativa al oficialismo en la provincia de Buenos Aires.
El centro de la estrategia desarrollada en los últimos meses para las PASO de agosto estuvo centrado en la búsqueda de la polarización con kirchnerismo y quedó resumido en la consigna "Ella o vos", con la que se empapelaron paredes y se llenaron discursos.
El modelo de situación que buscaba reproducir fue la elección de 2009, cuando De Narváez le ganó a la lista que encabezó Néstor Kirchner (en la que estaban Daniel Scioli y Sergio Massa) por una diferencia de dos puntos. Entonces, De Narváez junto a Felipe Solá y el PRO lograron atraer a muchos peronistas disidentes e independientes disconformes con la gestión oficial.
El denarvaísmo reconoce que esa posibilidad quedó muy golpeada desde el momento que Massa presentó su propia lista alternativa al kirchnerismo porque generó un foco de atracción para los que tienen críticas a las políticas del gobierno nacional y en particular al estilo de conducción de la presidenta Cristina Fernández.
Sin embargo, creen que la situación es transitoria porque la opinión general que relevan las encuestas en estos días está todavía bajo el impacto de la noticia del desprendimiento de Massa y las chances que esto le otorgaría.
Simbolismos
El anuncio de Massa les restó aliados que tenían un fuerte poder simbólico, como la agrupación sciolista La Juan Domingo que integraba las primeras listas de de Narváez, pero finalmente recaló en el massismo. El mismo rumbo tomó el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, pese a que había compartido actos con José Manuel de la Sota, Hugo Moyano y el propio De Narváez.
De Narváez tiene un pelea electoral en dos frentes: con el gobierno nacional para esmerilarle las posibilidades y sobre todo con Massa, ante quien se presentará como "el único peronista opositor" y lo seguirá acusando de "caballo de Troya" del kirchnerismo.
Mientras, deja picando la sospecha de que muchos de los integrantes de la boleta del intendente de Tigre no dudarán en volver a ser K porque allí estuvieron durante 10 años y se alejaron hace apenas unas semanas.
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