La libertad no es broma
¿La Corte Suprema de Justicia de la Nación dice que no se puede legitimar el proceso del Código de Contravenciones Policiales (CCP)? No importa: el bloque alperovichista lo resuelve. ¿El alto tribunal cuestiona que esa norma -hija de la dictadura- le dé al jefe de Policía el poder para interceptar, investigar, y sancionar -con multas o arresto- a cualquier persona que camine por la calle, sin orden judicial? No importa: el bloque alperovichista lo resuelve. ¿Los jueces advierten que esta norma va en contra de tratados internacionales? No importa: el bloque alperovichista lo resuelve. ¿Cómo? Votando lo que piden desde la Casa de Gobierno.

Más allá de las causas que llevaron a anexar una nueva falta al CCP, el PJ abrió un flanco. Si bien el fallo de la Corte es para un caso particular, los cuestionamientos sobre la constitucionalidad del proceso sientan un precedente. Si se pretende arrestar por 30 días a un bromista telefónico, ¿se piensa que éste no pedirá la nulidad ante la Justicia? Con la jurisprudencia a favor, cualquier abogado pisará fuerte. ¿Se trata de salvar vidas? Perfecto. Pero, además, es deber de los legisladores defender las libertades ciudadanas. Al parecer, esa orden todavía no llegó.

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